Regreso al duro pasado del IPC: sube al 9,8% y 'empata' con la España de 1985

Corría el año 1985, en una España que empezaba a recomponerse. La Constitución y las elecciones de 1978 habían supuesto un balón de oxígeno para un país con la mirada puesta en el futuro y que ya hacía méritos para codearse con sus hermanos europeos. De hecho, España ultimaba los preparativos para ingresar en la Comunidad Económica Europea, y por fin, en junio de ese año, el presidente socialista Felipe González firmaba el Acta de Adhesión. El movimiento agitó los cimientos de la economía española, que registró un Índice de Precios al Consumo (IPC) del 9,9% en mayo de 1985, justo antes de entrar en la CEE, un dato que ha estado a punto de verse sobrepasado ayer por las cifras adelantadas de marzo de 2022 (9,8%).

Fernando Castelló, economista y profesor en ESIC Business & Marketing School, considera esencial contextualizar el dato: "Para entender la cifra hay que entender la crisis del petróleo de los años 70, y que nos encontrábamos en un momento en el que la inflación empieza a estabilizarse", dice en declaraciones a La Información. Además, en cuanto a los productos y bienes que más acusan esta tasa, sí que ve ciertas similitudes entre 2022 y 1985: "Los productos más afectados eran aquellos de los que había cierta escasez o una mayor dificultad de acceso. Esto sí que es similar a este año, pues eran productos energéticos, de los que teníamos (y tenemos) una dependencia muy grande". Castelló no se refiere solo al gas, la gasolina y la electricidad, sino a todos los bienes dependientes: "Los producto deben de ser transportados pero también son operados con estas materias".

Este efecto 'contagio' provoca que los precios escalen en muy poco tiempo: "Esto es un paralelismo entre lo que pasa ahora y lo que pasó en los 80. Teníamos productos importados, con precios elevados, y en muchos de esos casos se iba generando ese arrastre de inflación 'importada'". Castelló hace hincapié en el dato subyacente, que sería la inflación una vez excluida la energía: "Estamos observando que del dato del mes pasado, cuando la subyacente era un 3%, hemos pasado a un 3,4%, por lo que prácticamente un tercio de esa inflación no depende de la energía".

Sin embargo, aunque la variación sea similar, las causas de la subida son totalmente distintas. Fuentes consultadas por La Información explican que en 1985 España se encontraba inmersa en un proceso de desinflación: "Era una inflación que venía cayendo, mientras que ahora es un repunte muy rápido, que se supone temporal y que, además, viene de una situación en la que apenas había inflación". Además, las expectativas de crecimiento de 1985 eran muy altas de cara a que España iba a entrar en la gran Europa, por lo que la demanda, al igual que los precios, creció de manera muy rápida. Por otro lado, la inflación actual responde principalmente al aumento del precio de la energía, algo que hace 37 años apenas influyó.

A pesar de esta tasa, no es el momento de la historia reciente de nuestro país en el que España ha visto más disparada su inflación. En los años 70, las crisis del petróleo del año 1973, además de la de 1979 provocada por el conflicto de Irán, hicieron que la variación de precios se disparara hasta alcanzar el 30%. Las causas de esta subida se asemejan más a la situación actual, pues vino provocada por el aumento del precio del petróleo, que a su vez encareció todo lo demás.

Son muchas las diferencias en el modo de vida de los ciudadanos españoles entre ambos períodos. Por ejemplo, mientras que hoy en día el tipo de interés en las hipotecas oscila entre el 2% y el 3%, en 1985 era mucho más alto y rondaba el 15%. Además, los salarios crecían a un ritmo similar que la inflación, en una gran parte por las alta expectativas de crecimiento puestas en la entrada de España en la Comunidad Económica Europea. Los precios por su parte, también cambiaban a un ritmo vertiginoso, algo prácticamente calcado a lo que ocurre en la España actual, pero a lo que no acompaña una subida generalizada de los salarios, que no están creciendo tanto.