El Gobierno de Reino Unido ha informado este jueves de que toma las riendas del control de servicios de trenes a consecuencia de las numerosas cancelaciones de los servicios trenes operados por TransPennine Express (TPE, en inglés), a cargo de las conexiones ferroviarias en el norte de Inglaterra y Escocia.
Por otro lado, el ministro británico de Transporte, Mark Harper ha explicado este jueves que las autoridades y cargos superiores han decidido no alargar ni renovar el contrato de TPE a partir del próximo día 28 de mayo. Así, el denominado Operador de Último Recurso (OLR) se hará cargo de gestionar los servicios de dicha operadora entre las ciudades inglesas de Manchester y Liverpool y también entre las escocesas de Edimburgo y Glasgow, en nombre del Gobierno.
Después de que los pasajeros hayan sufrido constantes retrasos y cancelaciones de trenes por parte de TPE, el Gobierno toma medidas y Harper afirma que "en mi tiempo como ministro de Transporte he dejado claro que la opinión del pasajero siempre debe ser prioritaria. Después de meses de viajeros y empresas del norte (del país) que sufrieron la peor parte de las continuas cancelaciones, tomé la decisión de incorporar TransPennine Express a OLR".
Frente al escenario anterior, el ministro de Transportes, Mark Harper también admitió que esto no solucionará de forma inmediata los desafíos que hay por delante. Durante el mandato de Margaret Thatcher (1979-1990), se decidió vender diferentes empresas públicas y se puso en marcha un proceso de privatización de los ferrocarriles, llevado a cabo en los pasados años noventa, durante el Ejecutivo del también conservador John Major.
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