Reino Unido ha abonado este año 1.930 millones de euros a la Unión Europea (UE) por incumplir una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en la que se le declaraba culpable de no haber evitado múltiples casos de fraude en el pago de impuestos por importaciones entre 2011 y 2017.
La justicia avaló la sanción impuesta por la Comisión Europea al entender que el Reino Unido no hizo caso a las avisos sobre la actividad de algunos grupos organizados que hacían uso de las facturas falsas para devaluar el precio de mercancías textiles y calzado importado desde China. A pesar de que Londres dejó de estar bajo la jurisdicción del TJUE en 2021, al desvincularse oficialmente de la UE, debe cumplir los dictámenes que se ocupan de casos previos al Brexit.
El secretario jefe del Tesoro británico, John Glen, detalló -en una declaración por escrito a la Cámara de los Comunes- que el Ejecutivo ha hecho dos pagos a la UE, el 13 de enero y el 6 de febrero, que suman 1.930 millones de euros. En concreto, en junio pasado, el Reino Unido ya había abonado otros 680 millones de euros, por lo que el monto total desembolsado, que deja el caso cerrado, asciende a 2.610 millones de euros.
"A pesar de que el Reino Unido ha abandonado la Unión Europea, este es un tema previo a nuestra salida. El Gobierno está satisfecho de resolver este caso, de una vez por todas, y está comprometido a cumplir con sus obligaciones internacionales", según Glen.
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