Repsol lidera recortes del IBEX ante la posible desinversión parcial de Sacyr

Madrid, 21 oct.- La petrolera Repsol lidera a mediodía las pérdidas del IBEX 35, con un descenso del 1,45 %, lastrada por la posibilidad de que su principal accionista, Sacyr Vallehermoso (20,01 %), venda parte de su participación para aliviar su endeudamiento.

A las 12.00 horas, los títulos de Repsol se cambiaban a 21,09 euros, frente a los 21,40 euros a los que cerraron el jueves.

Por su parte, las acciones del grupo constructor y de servicios se anotaban la segunda mayor subida del selectivo, con un repunte del 2,82 % y un precio de 5,58 euros.

Sacyr entró en 2006 en el capital de Repsol a un precio de 26,7 euros por acción, lo que suponía valorar su paquete accionarial en la compañía en 6.525 millones de la euros, frente a los 5.220 millones que vale en la actualidad.

El mercado da por descontado que Sacyr Vallehermoso venderá entre un 5 y un 10 % de la petrolera para reducir su fuerte endeudamiento lo que a corto plazo tirará a la baja de sus acciones, según los analistas consultados por Efe.

No obstante, consideran que la destitución de ayer de Luis del Rivero al frente de Sacyr Vallehermoso beneficiará a medio y largo plazo a Repsol, ya que traerá la "paz" al seno de la petrolera.

Los expertos entienden que Sacyr no tendrá problemas en colocar entre un 5 y un 10 % de Repsol, ya que hay interés por parte del mercado, y porque un porcentaje tan bajo no contrariaría el interés del Gobierno por salvaguardar la españolidad de la compañía.

Según los analistas, probablemente Sacyr romperá su alianza con Pemex para controlar casi el 30 % de Repsol, lo que aliviará la preocupación de los inversores que temían un cambio de control y de estrategia en la petrolera.

La destitución de Del Rivero refleja, según los expertos, que se ha impuesto el sector que opina que Sacyr debe continuar en Repsol aunque con un menor peso.

Esta desinversión le permitiría saldar parte de los 4.900 millones que aún debe del préstamo que solicitó en 2006 para entrar en la petrolera, un crédito que vence en diciembre y que parte de los acreedores no está dispuesto a prorrogar.