Repsol respirará tranquila tras el juego de traiciones en el consejo de Sacyr

Los principales ejecutivos y los empleados de Repsol respiran más tranquilos al perder de vista a uno de sus peores enemigos, Luis Del Rivero. El empresario murciano ha sido destituido de su cargo de presidente en Sacyr en un juego de traiciones en el consejo del grupo de infraestructuras que él mismo creó.

Al quitarle el trono de la presidencia de Sacyr, principal accionista de la petrolera con el 20% del capital, lo lógico será que Del Rivero se quede sin la vicepresidencia que ocupaba en Repsol. Con este movimiento, la petrolera y su primer ejecutivo, Antonio Brufau, se quita de encima a uno de sus peores enemigos.

¿Cómo ha surgido esa destitución? Todo apunta a una historia de traiciones en el seno del órgano administrativo de Sacyr con un final sorprendente. Pero vayamos por capítulos.

Por un lado, ya se conocía desde antaño las divergencias entre Luis Del Rivero y el bando formado por Demetrio Carceller y Juan Abelló, que suman el 25,5% del capital. Esta formación siempre ha mantenido rencillas con la gestión llevada a cabo por el hasta ahora el primer ejecutivo y su fiel escudero, Manuel Manrique.

Ante el recrudecimiento de esa batalla interna y ante un consejo en el que iba a ser cuestionado, Del Rivero decidió unir sus fuerzas con los dos accionistas José Manuel Loureda y Javier Gayo, de manera que los tres controlan casi el 27%.

Los dos socios fieles

Hasta aquí los poderes de ambos bandos estaban igualados, pero ¿quién ha sido el que ha dado un vuelco a ese marcador echando del trono al empresario murciano? Fuentes cercanas al consejo señalaron a este diario que Manuel Manrique, con un 6% del capital, ha votado a favor del cese del que fue su socio durante 25 años.

Manrique y Del Rivero han sido como uña y carne, lo que no quita que hayan tenido en algún momento sus discrepancias lógicas en el mundo de los negocios. De hecho, el hasta ahora consejero delegado era el apoyo principal del primer espada en la gestión de un imperio que ambos han levantado.

El plan inicial era que Manrique sucediese a Del Rivero cuando éste se jubilase, pero las tornas han cambiado con el color rojo de ese voto. Por lo que el bando rival ha sumado un apoyo más.

Las cajas de ahorros accionistas (Novacaixagalicia, Bankia, Unicaja y Banco Marenostrum) cuentan con el 12,3% y también han jugado un papel importante en la historia de Sacyr. Luis Del Rivero en el momento de reforzar su accionariado abrió las puertas a esas entidades financieras.

Aunque ambas partes ha mantenido discusiones, las cajas siempre han apoyado al primer ejecutivo. Sin embargo, la última batalla en Repsol elevó las discrepancias entre las dos partes aliadas. No tenían el mismo punto de vista y el viento empezó a soplar en contra de Del Rivero. Así Carceller y Abelló lograron un respaldo a su posición.

También hay que tener en cuenta que se acaba la legislatura de Zapatero y que todo indica a que el PP se proclamará vencedor en las elecciones generales. Aunque las formaciones políticas no tienen votos, sí que cuentan con poder de influencia.

Mientras que el actual del Gobierno siempre ha respaldado el pacto de Sacyr con Pemex para tomar el control de Repsol, el PP le ha hecho una cruz. De manera que, Del Rivero también iba a nadar a contracorriente en la marea política.