Las nuevas jubiladas cobran 370€ menos que los hombres... y siete meses después

  • Sueldos inferiores, falta de conciliación y vidas laborales más cortas sitúan la pensión media de las mujeres en 1.343 euros.
Más de 100 millones de mujeres utilizan estas aplicaciones. / Pixabay
Más de 100 millones de mujeres utilizan estas aplicaciones. / Pixabay

Las desigualdades retributivas entre hombres y mujeres en el mercado de trabajo se mantienen prácticamente intactas a la hora de la jubilación y de recibir las esperadas pensiones. Sueldos inferiores durante años, tasas de paro más elevadas, empleos precarios, dificultades para conciliar trabajo y familia y una vida laboral más corta son el caldo de cultivo perfecto para que la brecha de género siga siendo muy importante a la hora del retiro y que incluso sea necesario que las mujeres tengan que prolongar más tiempo su actividad para recibir una pensión decente.

Los últimos datos facilitados por la Seguridad Social dibujan un escenario, que ha cambiado ligeramente en la última década, en el que las nuevas pensiones de las mujeres en el Régimen General de la Seguridad Social continúan siendo 370 euros de media inferiores a las de los hombres, pese a que su retiro se produce siete meses después, a los 64,2 años, con el fin de paliar, entre otras cosas, sus menores años de cotización. La estadística de altas iniciales del mes de febrero muestra que la prestación media de las mujeres es de 1.343 euros, frente a los 1.713 euros de los hombres en la misma fecha.

Si se incluyen todos los regímenes, el panorama no cambia demasiado, y la diferencia se sitúa en 304 euros, gracias fundamentalmente a que la brecha de la pensiones en el régimen de autónomos y en el de la minería del carbón es reducida. Las mujeres autoempleadas reciben 800 euros cuando dejan su actividad -91 euros menos que los hombres-, pero su jubilación llega de media a los 66,7 años, un año después de la edad legal de retiro y doce meses más tarde que los autónomos de sexo masculino. Mientras, las mujeres del régimen del carbón tienen que 'aguantar' su trabajo en la mina hasta los 63,7 años, nada menos que cinco años y medio más que los hombres, para recibir una pensión casi idéntica.

Pese a todo, la situación ha mejorado durante la última década debido a la tímida reducción de la brecha retributiva o a iniciativas como el complemento que entró en vigor en 2016 que incrementa las pensiones de las madres de más de dos hijos, entre un 5% y un 15%. Si la diferencia de la cuantía de la prestación en el régimen general era en febrero de 2019 de casi un 26%, el porcentaje llegaba en el mismo mes de 2013 a un 41,5% (363 euros). En las mismas fechas las diferencias en la estadística de todos los régimenes era de 451 euros, un 65% frente al 24% actual.

Un complicado mercado laboral

El informe Women in Work Index realizado por PwC, publicado hace apenas un mes, destacaba que las mujeres ganan un 14,7% menos a la hora que los hombres durante toda su vida laboral y que sería necesario incrementar sus salarios en 45.600 millones de euros en términos absolutos para igualarlos a los de estos. El estudio dejaba patente que España se mantiene a la cola de los países desarrollados en materia de integración femenina en el mercado laboral, solo por delante de Italia, Chile, Grecia, México y Corea.

España ocupa la posición 28 del ránking de 33 países de la OCDE incluidos en el estudio, que se realiza teniendo en cuenta la brecha salarial, la participación femenina en el mercado laboral, la tasa de paro femenino y las mujeres empleadas a tiempo completo. Pese a que apenas se han avanzado cuatro puestos desde hace dos décadas, el informe resalta mejoras en la participación de la mujer en el mercado laboral o en su presencia en los consejos de administración de las empresas, que han pasado del 10% en 2013 al 24% actual.

Dos recientes estudios hechos públicos por la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) también dejaban patente las importantes diferencias salariales entre sexos, que se sitúan en una media de 5.793 euros en favor de los hombres. Esto ganan cerca de un 22% más que las mujeres y para cerrar la brecha cobrar lo mismo sería necesario que las mujeres trabajaran diez años más. Las centrales señalaban algunas de las razones de esta diferencia: los hombres acaparan la mayor parte de los puestos directivos -mejor remunerados-; las mujeres se emplean en los sectores peor retribuidos y, además, tienen mayor presencia en la contratación a tiempo parcial.

Entre las causas de su importante presencia en el empleo a tiempo parcial en el colectivo femenino, la Encuesta de Población Activa (EPA) destaca que las mujeres entre 50 y 64 años se ven abocadas a ellos en el 71,6% de los casos por el cuidado de niños y mayores, por obligaciones familiares y, fundamentalmente, por no haber podido lograr un trabajo de jornada completa. En el caso de los hombres, apenas un 0,8% admiten que han optado por un empleo a tiempo parcial para el cuidado de familiares y solo el 2,4%, frente al 8,1% de las mujeres, para atender obligaciones personales o el hogar.

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