Pensiones de 1.380 euros

Los pensionistas que alargan su vida laboral aumentan un 15% en un año

El retiro demorado tras los 65 se incrementa a su mayor ritmo desde la crisis. Hasta julio, entraron en el sistema de pensiones 10.187 trabajadores que prolongan su vida laboral para lograr una prestación mayor.

Gráfico pensiones 25 de septiembre
Los pensionistas que alargan su vida laboral aumentan un 15% en un año. 
Nerea de Bilbao (Infografía)

El retraso de la edad de jubilación se ha convertido en una de los pilares que tendrán que garantizar la sostenibilidad de las pensiones, a partir del crecimiento de los ingresos vía cotizaciones, sin que aumenten los gastos generados por las prestaciones. El incremento progresivo de la edad de retiro incluido en la reforma de 2013 ha tenido un efecto muy importante y solo en los últimos cinco años la edad media de jubilación ha subido en seis meses y el porcentaje de retiros anticipados ha pasado del 43% a apenas un 37,4%.

Tras la decisión de demorar la jubilación y seguir acudiendo al trabajo una vez cumplido los 65 años, hay múltiples factores, desde los incentivos económicos a la necesidad de seguir recibiendo un salario y cotizando unos años más por el 'miedo' a una pensión reducida. Son varias las estadísticas que reafirman esta tendencia y la que elabora la Seguridad Social muestra que hasta julio los retiros demorados -que pese a todo apenas representan el 5,5% del total-, han aumentado un 15% con respecto a 2021 y hasta un 30% frente a los años 2015, 2016, 2017 y 2020. 

Hay que remontarse a los últimos años de la crisis económica cuando se intuía la recuperación para encontrar una cifra similar, en un momento en el que muchos trabajadores se aferraban a un empleo tras haberse quedado en paro en los ejercicios más duros de la recesión. La constatación que la decisión de demorar el retiro es más por obligación que por el deseo de seguir contribuyendo a la caja de la Seguridad Social queda patente en la prestación media, 1.386 euros, 300 menos que los que perciben los que dejan en trabajo de anticipada

Otros de los datos que evidencian el aumento de ciudadanos que deciden seguir activos laboralmente tras haber cumplido los 65 años lo facilita la Encuesta de Población Activa (EPA), que muestra que en el segundo trimestre del año había 316.000 activos a esta edad, prácticamente el doble de los que se contabilizaban hace una década. También la tabla de ocupados muestra que el mercado laboral cada vez acoge a más mayores de 55 años, que suponen ya 4 millones, una cifra que ha aumentado el 63% con respecto a hace diez años. El peso de este colectivo ha pasado del 13% en 2012 a un 20% en la actualidad

Un 4% más de pensión por año trabajado

La ley reconoce un complemento económico por cada año completo cotizado que transcurra desde que se pudo acceder a la jubilación, una fórmula atractiva para aquellos que pueden seguir para lograr un pensión mayor. El 'premio' puede guardarse para que cuando el trabajador decida retirarse pueda con hacerlo con un extra en la pensión futura -mecanismo que ya existía pero con inferiores gratificaciones-, también se puede obtener el dinero mientras se sigue trabajando o decantarse por una fórmula mixta. Estas dos últimas opciones son novedades de la reforma de pensiones de Escrivá. 

Por cada año de cotización extra, la prestación de retiro se incrementa un 4%, mientras que si se decide optar por el cheque previsto para la demorada, el incentivo, vinculado a los años de cotización anteriores, puede llegar a 12.000 euros anuales. Mientras, las empresas también salen beneficiadas cuando siguen contando con estos trabajadores. El empresario está exento del pago de las cotizaciones por contingencias comunes de los trabajadores que decidan retrasar la jubilación, excepto en el caso de la incapacidad temporal. Junto a esto, tienen una reducción del 75% de la cotización durante la situación de incapacidad temporal de aquellos trabajadores que hayan cumplido 62 años y sigan en la empresa.

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