Praga, 27 sep.- Las autoridades de la República Checa revocaron hoy de forma parcial la "ley seca", que ha afectado a bebidas alcohólicas con más de 20 grados de alcohol tras las 26 víctimas mortales causadas por bebidas adulteradas.
Con la nueva normativa, impuesta por el Ministerio de Sanidad, se podrán vender en establecimientos y servir a clientes finales bebidas alcohólicas enbotelladas antes del 1 de enero de 2012.
Las bebidas embotelladas desde el 1 de enero de este año deberán tener nuevos sellos fiscales y certificado de garantía.
Dicho certificado debe contener información sobre el origen del alcohol, y un protocolo o atestado de seguridad de una laboratorio acreditado.
Las botellas de los restaurantes que están abiertas, se deben liquidar, con excepción de los "licores caros", que deben ser analizados por los dueños, que pagarán el coste que lleve acarreado, para obtener el certificado de garantía.
El ministro de Agricultura, Petr Bendl, declaró hoy a la emisora estatal "Radiozurnal" que las sanciones, si no se cumplen estas reglas, serán muy duras, e incluso acarrearán el cierre del establecimiento.
Las autoridades checas intentan ahora desbloquear la exportación de alcohol, para lo que espera que la Comisión Europea (CE) acepte las medidas que entraron hoy en vigor.
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