Madrid, 31 oct.- Reyal Urbis, en concurso de acreedores, perdió 483,6 millones de euros a cierre del tercer trimestre del año, lo que supone incrementar un 35 % los números rojos registrados en el mismo periodo de 2013 debido a los mayores gastos financieros por el concurso, a las provisiones y al deterioro de activos.
Según ha indicado la inmobiliaria a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el resultado de explotación arrojó unas pérdidas de 393,4 millones, el 41 % más que el dato negativo de un año antes, debido al incremento en los devengos de deuda por intereses indemnizatorios.
Los ingresos totales ascendieron a 80 millones, el 33 % más que un año antes, y de los cuales 15 millones fueron fruto de la actividad de promoción residencial.
Los derivados de la venta de suelo subieron a 23 millones frente a los 535.000 euros de un año antes.
Por su parte, los ingresos por arrendamiento se redujeron en un 58 % hasta los 6,3 millones como consecuencia de la venta del centro comercial ABC Serrano y un complejo de oficinas en la Avenida San Luis.
La tasa de ocupación de los activos de patrimonio en renta a 30 de septiembre se situaba en el entorno del 80 %.
La inmobiliaria, en concurso desde marzo de 2013, trabaja en un plan de viabilidad con la intención de alcanzar un acuerdo con todos sus acreedores y firmar un convenio a la mayor brevedad posible.
Los ingresos derivados de la actividad hotelera se contrajeron el 0,6 % hasta los 16 millones de euros.
La cartera de contratos pendiente de entrega en promoción y suelo residencial asciende a 16 millones de euros.
Los gastos de personal, por su parte, se incrementaron casi el 42 % tras las indemnizaciones acordadas en la formalización del Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
El valor de la cartera de activos de la compañía asciende a 1.629 millones de euros, según datos de Jones Lang Lasalle. A cierre de mayo, el valor de mercado de los terrenos e inmuebles terminados era de 1.195 millones.
El Grupo dispone en "stock" de aproximadamente 490 unidades.
El endeudamiento financiero se redujo un 3 % respecto al trimestre anterior tras las ventas de activos con carga hipotecaria y del cambio de normativa contable, si bien dicha reducción se vio minorada por el registro de los intereses devengados.
A cierre de septiembre, la deuda financiera neta ascendía a 2.669,1 millones.
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