Reynés rebautiza Gas Natural como 'Naturgy' y estudia regresar a Barcelona

  • Suelta de lastre con la venta de participaciones en las sociedades africanas Kangra Coal e Iberafrica y no descarta el regreso de la sede a Barcelona 
Nuevo logo de Gas Natural, ahora Naturgy
Nuevo logo de Gas Natural, ahora Naturgy
La Información

El presidente de Gas Natural Fenosa desde hace cinco meses, Francisco Reynés, se ha presentado ante la junta de accionistas como un punto y aparte tras sustituir al frente de la compañia a Isidro Fainé. Lo hizo con nuevo plan estratégico hasta 2022; una propuesta para modificar la denominación de la empresa, que se llamará Naturgy; más negocio -481 millones de beneficio neto hasta mayo, un 34% más-; un acuerdo renovado de suministro de gas con Argelia y una operación de suelta de lastre con la venta de participaciones en las sociedades africanas Kangra Coal e Iberafrica por un total de 89,6 millones de dólares (76,8 millones de euros). La compañía repartirá 1.000 millones de euros en dividendos por los resultados de 2017.

El cambio de denominación de la compañía, de Gas Natural Fenosa a Naturgy es un guiño a los nuevos tiempos: después de 175 años de historia se cae la palabra gas de la marca y prima la fusión entre las palabras naturaleza y energía. Cuestión de espacio y facilidad para la digitalización.

La nueva marca deja muy atrás la primera denominación de la empresa --Sociedad Catalana para el Alumbrado por Gas, que nació en 1842-. Además de la rama catalana, la compañía tiene raíces madrileñas por la fusión de Catalana de Gas con Gas Madrid en 1991. Naturgy es un intento de enganchar con las nuevas tendencias en energía pese a que el centro del negocio seguirá siendo el gas, a la postre, un hidrocarburo.

El presidente de Gas Natural sólo rehuyó las cuestiones referidas a la valoración del nuevo Gobierno. En el resto de cuestiones candentes fue claro: en estos momentos, explicó, la compañía no se plantea operaciones de compra o venta, aunque no las descarta; además, no negocia ventas de activos con su antiguo accionista Repsol y el cambio de sede a Madrid que la compañía aprobó en octubre de 2017 no está escrito en piedra. "Nada es para siempre" apuntó Reynés. Queda abierta la posibilidad de una vuelta atrás en la decisión.

Reynés presentará mañana en Londres el Plan Estratégico de la compañía, centrado en la simplificación de la estructura y la creación de valor. Gas Natural cuenta en su perímetro con más de 200 sociedades que Reynés quiere podar. A ese objetivo responden las ventas de las últimas participaciones en el continente africano que se suman a las operaciones de venta de 2017: el 20% de Nedgia, el 100% de la compañía de distribución en Italia y 59% de Colombia. Los planes de Reynés parten de una idea: "el gas Natural es una solución para el futuro, no una fuente de problemas".

Reynés ha asumido todo el poder en la compañía gasista. Lo ha hecho sin el contrapeso de un consejero delegado, lo que choca con los usos habituales en compañías multinacionales. El código de buen gobierno permite la convivencia entre un presidente ejecutivo y un consejero coordinador independiente -el economista Ramón Adell en el caso de GNF- como recordó Reynés en conferencia de prensa.

El nuevo hombre fuerte de GNF explicó en su presentación, hace cinco meses, que la fórmula elegida para el puente de mando de la compañía, además de aceptada en los códigos de buen gobierno, ha sido aprobada por los accionistas de la sociedad. Reynés añadió que la decisión se tomó tras una deliberación en el consejo con argumentos que son "confidenciales".

La compañía ha tenido de todo menos un buen año en 2017, con beneficios muy ajustados de 1.360 millones -1% más-logrados a base de venta de activos. Cuenta con una ventaja: conoce las cañerías de la empresa porque fue consejero de GNF durante un año tras la fusión la gasista con Fenosa y tiene parte del trabajo de campo hecho ya que, según aseguró, la empresa "lleva meses analizando las ventajas competitivas en los mercados en los que opera".

Reynés tendrá que concretar en el plan estratégico que presentará hoy si fija una nueva y mejorada política de dividendos y cómo da salida a las apetencias de los fondos. En el accionariado de GNF está el fondo Global Infrastructure Partners, GIP (20%), y está también CVC tras la compra del 20% Repsol-. Las ventas de activos de la compañía, además de salvar el ejercicio, han engordado la caja con jugosas ventas -más de 2.700 millones-. Y los fondos son poco dados a contemplar las ganancias en una hucha, por muy común que esta sea.

Gas Natural Fenosa forma parte de un sector sometido a fuertes cambios y en el que se da por hecho que, tarde o temprano, habrá baile de fusiones.

Isidro Fainé lo intentó con la portuguesa EDP aunque la compañía nunca lo confirmó oficialmente. Incluso Endesa, la filial de Enel en España estuvo en el radar. Ahora todo está abierto. Reynés y los accionistas de GNF tienen ante sí dos opciones: comer o ganar lustre para ser comido. En Abertis, el nuevo presidente de GNF ha demostrado que sabe cómo colocar una empresa en buena posición para recibir ofertas de compra.

Mostrar comentarios