Rosell: España ha pasado de ser un "país modelo" al "más desastre de todos"

  • El presidente de CEOE, Juan Rosell, ha afirmado hoy que no es capaz de explicar a los empresarios europeos qué ha pasado en España en los últimos años para pasar de ser "un país modelo a ser el más desastre de todos".

Santander, 27 jun.- El presidente de CEOE, Juan Rosell, ha afirmado hoy que no es capaz de explicar a los empresarios europeos qué ha pasado en España en los últimos años para pasar de ser "un país modelo a ser el más desastre de todos".

Durante su intervención en un curso sobre el euro organizado por la UIMP, Rosell ha admitido también que le cuesta explicar a sus colegas europeos las medidas que está adoptando el Gobierno.

Entre los aspectos complicados de justificar está el hecho de que se subieran los salarios en España el 1,9 % en 2008 y el 1,5 % un año más tarde, en un momento en el que se destruía empleo y bajaba el PIB.

Esta situación la ha achacado Rosell a la normativa laboral "inflexible", que no se adaptó a la realidad, frente a otros países "que rompían acuerdos y los volvían a hacer".

Por otra parte, Rosell ha reiterado que hay que eliminar duplicidades entre administraciones y ha recalcado que hay ayuntamientos que tienen un gasto de personal que supera el 40 %, una cifra que hace "muy difícil su supervivencia".

En cuanto a la reforma laboral, Rosell ha afirmado que hay que seguir avanzando en asuntos como el contrato a tiempo parcial o los "minijobs".

El objetivo, en su opinión, es que la normativa laboral española se sitúe al nivel de la europea "y ver dónde se crea más empleo y analizar cómo lo hacen".

Rosell ha restado importancia al abaratamiento del despido y ha añadido que lo que sí es trascendente es la negociación colectiva, "que está parada y es la asignatura pendiente".

Respecto a una posible subida del IVA, Rosell ha señalado que a la patronal "no le parece bueno" que aumenten los impuestos, pero que hay que ser "consecuentes" con la situación de España.

El presidente de CEOE ha admitido que hay un "gravísimo problema" de recaudación, por lo que ha defendido "dejar hacer al Gobierno lo que tenga que hacer".

También ha intervenido en el curso, el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliú, quien se ha mostrado preocupado por la forma en que se va a garantizar la competencia entre las entidades que reciban ayudas públicas y las que se recapitalicen por sus propios medios, algo que podría hacerse, en su opinión, con una restricción de la actividad.

Oliú también ha augurado "menos crédito" como consecuencia de la nueva normativa bancaria, que exige más provisiones y hará que las entidades sean más cautelosas a la hora de conceder préstamos.

Por su parte, el presidente de Abertis, Salvador Alemany, ha defendido que se cobre el uso de todas las carreteras, para equiparar las gratuitas y las de peaje, una distinción que ha provocado el nacimiento de movimientos en Cataluña y Valencia que se resisten a pagar en las autovías.

Alemany también ha apostado por la privatización de los aeropuertos de Madrid y Barcelona, lo que considera una "oportunidad" del Estado para "hacer caja", que si se completa con algún tipo de pago podría incluso "sostener aeropuertos que por sí mismos no se sostienen".

En la mesa de analistas, Juan Ignacio Crespo ha expresado su confianza en que el Banco Central Europeo (BCE) actúe "con contundencia" cuando peligre la unión monetaria, al tiempo que ha previsto que "en algún momento" bajen los tipos de interés.

El socio financiero de KPMG Francisco Uría ha avanzado que la reestructuración bancaria acabará "con menos entidades pero más saneadas, más capitalizadas y más rentables" y ha criticado la "injusticia" de que no se traten todos los bancos por igual porque "hay tantas realidades como entidades".

El catedrático Carlos Monasterio ha considerado que España está "rescatada" y que "vamos a estar más rescatados" en el futuro porque las entidades a las que se ha ayudado no podrán devolver los préstamos europeos, algo en lo que ha coincidido Crespo al apuntar que la combinación de ajuste y contracción económica impedirá que se generen los recursos necesarios para pagar la deuda pendiente. EFE

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