Rosell se despide: "Hemos aportado ideas frente a improvisaciones y ocurrencias"

  • Antonio Garamendi es nombrado por aclamación nuevo presidente de CEOE. Se convierte en el quinto máximo dirigente de la gran patronal española.
El presidente de la CEOE, Juan Rosell | EFE
El presidente de la CEOE, Juan Rosell | EFE

"No han sido años fáciles, pero desde CEOE siempre hemos intentado aportar ideas y debate frente a la improvisación y las ocurrencias tan de moda hoy en día". El ya ex presidente de CEOE, Juan Rosell, se ha despedido del sillón de mando de la principal organización empresarial del país reivindicando el trabajo realizado en estos ocho últimos años y poniendo de manifiesto el contexto singularmente difícil en el que éste se ha desarrollado.

Rosell ha recordado que la organización se ha encontrado en estos años con obstáculos tanto internos como externos. Entre los primeros ha enunciado el daño reputacional 'heredado' de la turbulenta Presidencia de Gerardo Díaz Ferrán, con Arturo Fernández, como vicepresidente. Un daño que considera superado tras ocho años de duro trabajo en los que entiende que se ha renovado y modernizado la organización, aunque para ello haya tenido que adoptar decisiones duras como reducir la estructura de CEOE a la mitad.

El ya ex presidente de la patronal ha recordado que en estos años se han invertido 12 millones de euros en reestructurar la organización, que se ha inoculado en la misma una fórmula de organización empresarial frente la macroestructurar que él heredó y que se han producido avances tan relevantes como pasar de la 'miniauditoría' que se hacía antes de su llegada a presentar todos los años un completo informe de auditoría "sometido al análisis de los socios y capaz de dar respuesta a cualquier pregunta sobre la gestión de la organización". En el camino, la CEOE ha pasado de ser una organización endeudada y con un futuro financiero incierto a tener más de 20 millones de euros en tesorería, no sin haber tenido que afrontar un fuerte proceso de saneamiento antes.

Entre los obstáculos exteriores, Rosell ha mencionado el tener que trabajar con una Administración Pública "muy encerrada en sí misma". "Hemos llegado hasta donde hemos podido", ha confesado Rosell a los asociados de CEOE. "Y muchas veces no hemos ido más allá porque no nos han dejado".

"Hemos creado un equipo de técnicos que nos ha permitido difundir todos los años a la sociedad alrededor de 700 informes - algunos públicos otros no tanto - para enfocar los debates desde el rigor . Siempre hemos aportado ideas y debate frente a la improvisación y las ocurrencias tan de moda hoy en día", ha recalcado Rosell, en clara referencia a los interlocutores del Gobierno con los que le ha tocado lidiar.

El presidente de CEOE también ha destilado una cierta amargura en su despedida por las críticas internas recibidas. En el último año, Rosell ha tenido que badear en las reuniones de los órganos de gobierno de la organización una significativa contestación por asuntos como el acuerdo de negociación colectiva con los sindicatos, que estableció el compromiso de fijar un salario mínimo de 1.000 euros en convenio antes de 2020; sus declaraciones públicas respecto al problema catalán; o su iniciativa de abrir la Junta Directiva de CEOE a la presencia de las grandes empresas.  Un asunto éste último que no ha orillado en su última intervención pública como presidente de CEOE: "Somos una confederación de organizaciones empresariales, pero no hay que olvidar que las organizaciones están formadas por empresas"

"En estos años he tratado de ser prudente, pero rotundo, sabiendo que no hablaba en mi nombre sino en el de CEOE. He intentado no ser víctimas de mis palabras, pero incluso cuando no las he pronunciado he sido víctima de ataques", ha lamentado un Rosell que en estos años ha tenido que badear con una importante contestación interna en asuntos como su aproximación al tema catalán - se le ha reprochado la poca dureza de su discurso en ocasiones - o el tono de las negociaciones con Gobierno y sindicatos - en las que también se le ha afeado su escasa fortaleza a la hora de defender los intereses empresariales -.

"Somos una confederación de organizaciones empresariales, pero no debemos olvidar que las organizaciones están formadas por empresas y que éstas son la esencia de CEOE"

Antonio Garamendi y Juan Rosell
JUAN ROSELLEx presidente de CEOE

También ha tenido palabras para su sucesor, Antonio Garamendi. "Espero que tengas muchos éxitos y que no te pongan muchas trabas en el camino", ha dicho, un puñado de minutos antes de que la Asamblea Electoral de CEOE decidiera saltarse la votación y proclamar presidente por aclamación al hasta ahora presidente de Cepyme y de la poderosa patronal del metal, Confemetal.

Antonio Garamendi se ha convertido este miércoles en el quinto presidente en los 41 años de historia de CEOE. Lo ha logrado cuatro años después de quedarse a 33 votos de serlo - precisamente frente a Juan Rosell - y ya con la experiencia acumulada de un puñado de años al frente de dos de las organizaciones más importantes de CEOE, Cepyme y Confemetal, y cuatro años en la Vicepresidencia de la patronal.

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