La rotación laboral se dispara: se firman 47 contratos por cada empleo real creado

  • Entre enero y octubre el Sepe ha registrado más de 19 millones de contratos, mientras la Seguridad Social ha sumado poco más de 400.000 afiliados.
CONTRATOS POR AFILIADO
CONTRATOS POR AFILIADO

La desconexión entre la oferta y la demanda de empleo en el mercado de trabajo español es cada vez mayor, debido sobre todo a la amplia gama de modalidades de contratación y a la flexibilidad que ofrece la legislación en materia laboral, que permite a los empresarios contratar trabajadores por periodos de tiempo muy cortos, en algunos casos para cubrir los picos derivados de la elevada estacionalidad de la propia economía y en otros simplemente para evitar que la compañía incurra en costes laborales excesivos. El nivel de rotación laboral es tal que por cada puesto de trabajo creado en términos de afiliación a la Seguridad Social, las oficinas públicas de empleo registran hasta 47 contratos.

La creación de empleo se mide en términos de afiliación media a la Seguridad Social, esto es, la foto fija del promedio de los trabajadores que están dados de alta en el Sistema en cada uno de los días laborables del mes. Así bien, se afirma, por ejemplo, que España creó 106.541 puestos de trabajo el pasado mes de octubre respecto a septiembre o 436.920 en el último año, entre octubre de 2018 y el mismo mes de 2019, de acuerdo con los datos difundidos ayer por el Ministerio de Trabajo.

Cosa distinta es la contratación. Las oficinas públicas de empleo registran cada mes cientos de miles de contratos que no necesariamente se traducen en un aumento efectivo del número de cotizantes medios. Son, más bien, fruto de la excesiva rotación, la precariedad, la estacionalidad y el elevado peso de la contratación a corto plazo en el mercado laboral. Esto significa que son necesarios varios contratos para que la Seguridad Social consiga incorporar un nuevo afiliado que aporte con sus cotizaciones al sistema público de las pensiones.

Esto siempre ha sido así, pues la excesiva rotación es una vieja conocida de la economía española. Si bien en los últimos meses se ha disparado hasta niveles nunca vistos. En concreto, en lo que va de año, de enero a octubre, se han firmado en España 19.007.720 contratos, mientras en el mismo periodo de tiempo la afiliación apenas ha crecido en 405.828 personas. Esto implica que en estos momentos son necesarios 47 contratos para crear un puesto de trabajo.

La cifra ha escalado considerablemente. Según los datos recopilados por La Información a partir de las estadísticas del Sepe y de la Seguridad Social, en el mismo periodo de 2018 (de enero a octubre) se registraban 35 contratos por cada nuevo afiliado. De hecho, el año pasado este indicador ya repuntó desde los 31 contratos necesarios para crear un empleo en 2017. En 2016 eran 33 y en 2015, 34.

Son, en todo caso, niveles mucho más reducidos de los que se observaban en 2014, el año que inició la etapa de recuperación económica, cuando esta relación entre contratos firmados y afiliados registrados estaba muy por encima, aunque lejos del estado actual, en concreto, en 42 contratos por cada nuevo cotizante. Siempre considerando el periodo que abarca los primeros diez meses del año, para que la comparativa sea homogénea para todos los ejercicios.

El problema fundamental es que la inmensa mayoría de los contratos que se firman en España tienen fecha de caducidad. En concreto, de los  2.224.757 contratos que se registraron en octubre, solo 237.866 fueron indefinidos. El resto, 1.986.891, fueron de carácter temporal. Esto significa que la tasa de temporalidad se sitúa en torno al 90%, por lo que prácticamente nueve de cada diez contratos firmados son temporales.

En consecuencia, el mercado laboral español se caracteriza por la entrada y salida diaria de decenas de miles de trabajadores que se dan de alta y de baja en la Seguridad Social, en especial en las épocas de creación y destrucción de empleo más estacional. Por ejemplo, el lunes, 2 de septiembre, se registraron 533.808 despidos en apenas 24 horas. Fue el final del verano más negro de la historia en términos de empleo. 

¿Culpa de la reforma laboral?

Los sindicatos achacan la elevada rotación a la reforma laboral que introdujo el Partido Popular en 2012, por "la mayor discrecionalidad otorgada al empresario en la gestión del empleo". "Aunque la reforma no actuó directamente sobre ningún aspecto legal relacionado con la duración de la contratación, lo cierto es que la realidad refleja que no solo los contratos no se han hecho más duraderos y estables (como indicaba su declaración de principios), sino que se han hecho claramente más volátiles e inestables", denuncia UGT en un informe reciente.

¿Qué sucedía hasta la reforma? Durante los años de crisis, entre 2008 y 2012, la relación entre contratos y cotizantes se invirtió, hasta tal punto que se firmaban millones de contratos mientras se destruía empleo en términos de afiliación a la Seguridad Social. Un ejemplo: teniendo en cuenta el mismo periodo analizado antes, entre enero y octubre de 2009 se registraron 11.680.245 contratos, mientras el Sistema perdió 622.319 afiliados. Si bien en años de bonanza económica, como 2006, se necesitaban 28 contratos para crear un puesto de trabajo, prácticamente la mitad que ahora. Si bien en 2007 eran 34, cuantía similar a la de ejercicios posteriores a la reforma como 2015 0 2016. 

Los empresarios reclaman estabilidad

Por tanto, no se puede afirmar que exista una relación directa entre la reforma laboral de 2012 y el incremento de la rotación. Sin embargo, otros factores podrían estar haciendo repuntar este indicador. Para expertos en análisis del mercado laboral como el presidente de IMF Business School, Carlos Martínez, la incertidumbre en torno a lo que pueda suceder con la legislación durante la próxima legislatura resulta clave para la evolución de la contratación. "Hablar de derogar la reforma laboral o de incrementar las cotizaciones sociales, como está haciendo el PSOE, es un bombazo para los empresarios", advierte Martínez.

En esta línea, en su valoración de los datos de paro y afiliación publicados este martes, la CEOE reclamó "estabilidad política e institucional y abrir una nueva etapa de diálogo y consensos". "Esta es la única vía para lograr predictibilidad y seguridad jurídica, ambas condiciones necesarias para que se mantenga e incremente la confianza de los ciudadanos, empresas e inversores", destacaron los empresarios. A su juicio, "la actividad empresarial responde positivamente a medidas que garanticen la estabilidad y la moderación" y, "en estos momentos adversos, la política económica debe configurar un clima de estabilidad favorable a la actividad empresarial y a la creación de empleo".

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