En una entrevista publicada este jueves por el diario económico Valor, Rousseff adelantó que los problemas fiscales de Brasil, una de las razones citadas por S&P para bajar la calificación de la deuda en moneda extranjera a niveles especulativos, exigen aumentar la carga de impuestos.
Para eso, la mandataria deberá quebrar primero las fuertes resistencias que hay en el Congreso para profundizar el ajuste en medio de una recesión económica.
"Si el Congreso no aprueba las medidas nos vamos a quedar con un déficit de 0,5% del PIB. Como dije, nosotros vamos a asumir la responsabilidad de enviar las medidas necesarias para llegar al 0,7% del PIB (de superávit primario)", afirmó.
El Gobierno presentó en agosto un presupuesto en rojo, para 2016, por primera vez en su historia, aunque semanas antes había prometido que alcanzaría un superávit fiscal primario de 0,7% del PIB.
"Inequívocamente, tenenos que tener una ampliación de la recaudación. Es nuestra responsabilidad decir dónde, cuándo y cómo. Muchas personas están hablando, el gobierno aún está haciendo evaluaciones. [La cuenta] no cierra sin un aumento de la recaudación", señaló Rousseff, cuya popularidad se derritió rápidamente en su segundo mandato y ahora está en niveles de un dígito.
El ministro de Hacienda, Joaquím Levy, adoptó la misma línea acerca de la necesidad de mejorar la recaudación vía un aumento de impuestos o la creación de nuevos tributos.
"Si no tenemos el coraje de decidir (...) cada vez será más caro de hacer. Si pagamos un poco más de impuestos y la economía crece, ganamos y ese impuesto vuelve al año siguiente", dijo en una entrevista con la TV Globo.
"Queremos equilibrio fiscal. Queremos alcanzar esa meta que es necesaria para dar tranquilidad a la economía brasileña (...) En las próximas semanas el gobierno va tener que hacer eso con mucha claridad", apuntó.
Levy, un economista ortodoxo que en el pasado trabajó en el FMI, pretendía enviar un presupuesto superavitario, pero perdió la pulseada, y desde entonces no han cesado los rumores sobre su salida del gabinete. Rousseff volvió a negar esa posibilidad.
El miércoles, tras el cierre de los mercados, S&P anunció que rebajaba la nota de deuda en divisas de Brasil de BBB- a BB+, con perspectiva negativa, mientras que la deuda en moneda local fue rebajada de BBB+ a BBB-.
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