Rsc. La alianza para el trabajo seguro en bangladesh crea un fondo para mejorar el sector textil del país asiático

Las empresas del sector textil y de la distribución agrupadas en torno a la Alianza para el Trabajo Seguro en Bangladesh han puesto en marcha un fondo, en colaboración con la organización bangladesí BRAC, dotado de 100 millones de dólares, que será destinado a la mejora de las condiciones laborales y de seguridad del sector de la confección en dicho país asiático.
Esta Alianza surgió en respuesta al derrumbe del edificio Rana Plaza, en el que murieron 1.200 trabajadores, en contraposición al Acuerdo sobre Seguridad en la Construcción de Edificios y de Instalaciones de Sistemas contra Incendios. En ella están fundamentalmente empresas estadounidenses y canadienses como Wallmart, GAP, Macy’s y Sears, entre otras de acuerdo con el informe semestral que acaba de hacerse público
El fondo, que ha sido cubierto con las cuotas de las empresas, se empleará para que las empresas del país asiático tengan acceso a créditos y capital suficiente con los que poder llevar a cabo las medidas correctoras con las que hacer las fábricas más seguras de acuerdo a las recomendaciones de las inspecciones que se llevarán a cabo.
Durante este periodo de tiemplo se ha procedido, hasta el momento, a la formación de un tercio de los trabajadores y responsables de las fábricas que producen la ropa para las empresas adheridas a esta entidad. Además, se ha seleccionado una entidad independiente para que implemente una línea de comunicación de denuncia de situaciones irregulares. En principio esta herramienta estará en medio centenar de empresas en fase piloto para su posterior extensión al resto de factorías.
Por otro lado, también se destaca el acuerdo alcanzado junto con las entidades componentes del acuerdo y el Gobierno de Bangladesh, sobre los estándares comunes que deben cumplir las empresas en materia de seguridad laboral y prevención de incendios, y que sobre las que serán inspeccionadas.
Las normas están divididas en once capítulos, que abarcan desde los requerimientos legales hasta los programas humanos, y se aplicarán a la construcción, alteración, movimiento, adición, ampliación, remplazamientos y mejoras que se hagan en los actuales edificios en los que se sitúan las fábricas textiles del país asiático.