Rsc. Oxfam denuncia la gestión irresponsable de la cadena de suministro agrícola por parte de las multinacionales de alimentación


Las grandes empresas de alimentación no están llevando una gestión responsable de su cadena de suministro agrícola, puesto que no “son lo suficientemente transparentes” en este tema, lo que dificulta la comprobación de la veracidad de sus declaraciones sobre sostenibilidad y responsabilidad social.

Esta es una de las conclusiones del informe “Tras la marca” elaborado por Oxfam sobre las 10 multinacionales más grandes del sector de alimentación y medidas, y en el que se afirma que no están respetando algunos derechos básicos de los millones de personas de los países en desarrollo que les proporcionan tierra, agua, mano de obra y materias primas para elaborar sus productos.
Oxfam ha desarrollado un índice para analizar las políticas sociales de estas empresas, según el cual ABF (19%), Kellogg’s (23%) y General Mills (23%) son las que peor puntuación obtienen. Estas tres empresas cuentan con políticas más débiles que, por ejemplo, Coca-Cola (41%), Unilever (49%) o Nestlé (54%).
El informe también señala que ninguna de las empresas cuenta con políticas adecuadas para proteger a las comunidades locales contra el acaparamiento de tierras o de agua a pesar de que todas ellas utilizan materias primas (como el aceite de palma, la soja o el azúcar) para cuya obtención a menudo se violan los derechos sobre la tierra de las personas. Ni una sola de estas empresas ha manifestado una "tolerancia cero" contra el acaparamiento de tierras en sus cadenas de suministro.
En términos generales, todas las empresas están incrementando su eficiencia hídrica pero casi todas han fracasado a la hora de poner en práctica políticas para limitar su impacto sobre los recursos hídricos locales.
En este sentido destaca que tan sólo Pepsi ha reconocido públicamente que el agua es un derecho humano y se ha comprometido a llevar a cabo procesos de consulta con las comunidades locales. Nestlé ha desarrollado unas directrices a seguir para sus proveedores en relación a la gestión del agua y obtuvo una de las mejores puntuaciones en cuanto a políticas relativas al agua.
Tampoco ninguna se ha comprometido públicamente a pagar un precio justo a los agricultores y agricultoras ni a poner en práctica acuerdos comerciales más equitativos en sus operaciones agrícolas. Sólo Unilever –que obtuvo la mayor puntuación en relación a sus operaciones comerciales con los agricultores a pequeña escala– cuenta con directrices específicas para hacer frente a algunas de las cuestiones clave a las que se enfrentan las familias campesinas.
Con el objetivo de paliar esta situación la ONG ha puesto en marcha uan primera acción dirigida a Nestlé, Mondelez y Mars, para poner en evidencia su incapacidad a la hora de hacer frente a la desigualdad que sufren las mujeres que cultivan cacao para sus productos derivados del chocolate.

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