Ruiz-Mateos: "Pagaré hasta la última peseta"

El fundador de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, ha subrayado este miércoles que "no piensa morir como un estafador y un infame" y se ha vuelto a comprometer a pagar hasta "la última peseta" de lo obtenido a través de emisiones de pagarés que, por primera vez, el grupo ha cifrado en 250 millones de euros, aportados por unos 3.000 inversores particulares.

"Advierto a todos aquellos que me están difamando que, de seguir así, diré con nombre y apellidos quiénes son y las atrocidades cometidas", amenazó el octagenario empresario en una rueda de prensa convocada para denunciar la "persecución política y de instituciones públicas y privadas"de la que dice sentirse objeto.

El patriarca prefirió aplazar las identificaciones a una "segunda ronda", pero, preguntado acerca de la campaña anunciada contra el presidente del Santander, Emilio Botín, dijo que el banquero "no tiene nombre y tendrá que ser juzgado". "Lo menos que puede hacer es que se haga cargo del abono a los tenedores de pagarés", agregó.

El empresario andaluz, que consideró que tras la expropiación del antiguo 'holding' ha sufrido otro "robo brutal"de las empresas de Nueva Rumasa, compareció junto al abogado de la familia, Joaquín Yvancos, quien explicó que el 50% de los derechos de cobro de los pleitos por la expropiación que Ruiz-Mateos quiere ceder a los titulares de pagarés constituyen el único activo personal que le queda.

Yvancos, quien detalló que incluso el domicilio de la familia en Somosaguas forma parte de los activos de una sociedad llamada Begonia, explicó que el otro 50% de los derechos de cobro pertenecen a los cinco hermanos de Ruiz-Mateos, que, o bien ellos o bien sus herederos, prevén adherirse a la citada cesión de derechos.

La familia reclama 18.000 millones de euros por la retasación de los inmuebles de las empresas expropiadas y el abogado se mostró convencido de que obtendrán una sentencia favorable en los pleitos --que estimó que se empezarán a resolver dentro de un año y medio con Galerías Preciados--, puesto que "no ha habido ningún caso en Europa en el que una expropiación no se haya cobrado".

Yvancos también anunció que el grupo ha presentado este miércoles concurso de acreedores de los cinco hoteles que tiene en Canarias, con lo que se elevan a una treintena las sociedades en suspensión de pagos y se da por completada la entrada en procedimiento concursal de la práctica totalidad del grupo, a falta de algunas "pequeñas empresas".El pasivo ronda los 1.200 millones

Según detalló, el pasivo de las compañías en suspensión de pagos suma entre 1.200 millones y 1.300 millones de euros, incluido el importe de los titulares de pagarés. El abogado lamentó que en los concursos, en lugar de "salvar" las compañías, se esté buscando liquidarlas o "malvenderlas por una peseta".

"Nos han quitado todas las empresas; los intrusos se han apoderado de todo. Nos han robado todo en la primera Rumasa y en la segunda, a lo salvaje y de forma ignominiosa", dijo Ruiz-Mateos, quien en esta ocasión no compareció respaldado por sus seis hijos varones, aunque sí estuvo acompañado por algunas de sus hijas.

A su numerosa familia, de unos 80 miembros, se refirió al garantizar que "no parará". "No pienso pasar por el abuelo del que la gente diga que fue un fresco. Ya ha habido varios intentos por liquidarme y no me importa morir, pero moriré con dignidad", remarcó.Retracto sobre la deuda

Por otro lado, el abogado repasó los diferentes procedimientos judiciales y negociaciones abiertas y avanzó que Nueva Rumasa ha ejercido su derecho de tanteo y retracto en la deuda de unos 30 millones vendida por Royal Bank of Scotland, un procedimiento que también seguirá en el caso del Santander que, según dijo, podría haber traspasado la deuda a Cerberus con un descuento del 80%.

Según explicó, el grupo ha consignado un euro y está a la espera de que las entidades aporten las escrituras, de modo que "tienen un pleito que por la cuantía va a llegar al Tribunal Supremo".

También hizo referencia a las negociaciones que, según aseguró, ha mantenido la familia durante el último año y medio con un banco suizo que pretendía comprar los derechos de cobro de los pleitos al 50% y, al tiempo, constituir un fondo que invirtiese en el sistema financiero español entre 40.000 y 50.000 millones de euros. "Es una operación que no tiene coste para el Gobierno", dijo.