Rumanía ya tiene nuevo Gobierno tras el voto favorable del Parlamento

  • Rumanía ya tiene un nuevo Gobierno, después de que el Parlamento respaldara hoy con 237 votos a favor y dos abstenciones el Gobierno del primer ministro Mihai Razvan Ungureanu, designado por el presidente del país.

Marcel Gascón

Bucarest, 9 feb.- Rumanía ya tiene un nuevo Gobierno, después de que el Parlamento respaldara hoy con 237 votos a favor y dos abstenciones el Gobierno del primer ministro Mihai Razvan Ungureanu, designado por el presidente del país.

Con un equipo joven y muchas caras nuevas, el exjefe del servicio secreto exterior rumano sustituirá al primer ministro Emil Boc, quien dimitió este lunes tras las protestas contra su impopular política de austeridad.

"La preocupación de este Gobierno será el aumento prudente de los salarios de los funcionarios y las pensiones, si la economía lo permite", aseguró Ungureanu en su intervención en el Parlamento en Bucarest.

Desde que Rumanía negoció en 2009 un crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 20.000 millones de euros, los salarios de los funcionarios públicos fueron recortados en un 25 %, las pensiones, congeladas, cientos de miles de funcionarios despedidos y el IVA subió del 19 al 24 por ciento.

El nuevo jefe del Gobierno se ha comprometido también a continuar con los acuerdos de Rumanía con el FMI y la política de ajuste y reforma económica.

Ungureanu ha contado en el Parlamento con el apoyo de la coalición que respaldó al anterior Gobierno, de centroderecha y cercana al presidente, el impopular Traian Basescu.

La oposición ha boicoteado la votación y ha exigido elecciones legislativas anticipadas, y la marcha de Basescu, a quien acusa de autoritario y recrimina un comportamiento anticonstitucional.

El mandato de Basescu expira en 2014, mientras que las elecciones legislativas están previstas, en principio, para noviembre de este año.

Hasta ocho ministros, todos del conservador Partido Democrático Liberal (PDL), son nuevos en el Gobierno de Ungureanu.

Cinco de ellos tienen menos de 40 años y suman una imponente colección de títulos académicos obtenidos en el extranjero.

Buena parte de la prensa local ha calificado la remodelación del Ejecutivo de "operación de imagen" y ha presentado a los nuevos ministros como delfines de la vieja guardia del partido.

Pero en su discurso ante el Parlamento, Ungureanu ha llamado al diálogo a la oposición y se ha propuesto "estimular el crecimiento económico".

A su vez, el líder del opositor Partido Social Demócrata (PSD), Victor Ponta, ha explicado su rechazo a este Gobierno por la presencia en el equipo de ocho ministros del Gabinete anterior.

"Consideramos que las elecciones anticipadas y la dimisión del presidente Basescu son la solución a esta crisis económica", dijo Ponta en un tono conciliador inédito, que según medios locales ha molestado a sus socios liberales de la oposición.

Ponta y su homólogo liberal Crin Antonescu han hecho hasta ahora frente común al presidente Basescu y sus gobiernos, bajos las siglas de la coalición Unión Social Liberal (USL).

Según la cadena de televisión Realitatea, tras la caída del Gobierno de Boc se ha abierto una brecha estratégica sobre la forma de hacer oposición entre el más prudente Ponta y el pasional Antonescu.

Mientras Antonescu ha calificado a Ungureanu de "jefe de servicios secretos" al mando de "un Gobierno de marionetas", Ponta ha ofrecido al nuevo Ejecutivo acuerdos de Estado en política exterior o política fiscal.

Miles de personas exigieron durante la segunda mitad de enero en todo el país la dimisión de Basescu y del anterior Gobierno, a los que los manifestantes recriminaban hacerles pagar toda la factura de la crisis.

Además, tacharon al presidente de "dictador" y protestaron contra una forma de hacer política que consideran arbitraria e interesada.

Curiosamente, la dura ola de frío que azota a Europa acabó con las protestas callejeras.

El nuevo primer ministro ha prometido una nueva forma de hacer política basada en el "competencia, decencia, modestia y diálogo".

Está por ver si convence a quienes salieron a la calle, que ven como la principal fuente de su descontento -el presidente Basescu- sigue en el cargo y amenazan con volver a manifestarse cuando pasen las temperaturas extremas.

Mostrar comentarios