Rusia pondrá en marcha a mediados de este año un plan de incentivos para atraer al país inversiones millonarias de ciudadanos extranjeros a cambio de otorgarles un permiso de residencia permanente, una iniciativa conocida como 'golden visa' que ya se aplica en numerosas naciones europeas, pero que el Gobierno de Vladimir Putin impulsará en plena ocupación de Ucrania y en un contexto de embargo internacional. Así, mientras que la Comisión Europea decidía el pasado febrero, dentro de las sanciones previstas contra Rusia por la invasión del país vecino, eliminar los privilegios de las visas doradas a los oligarcas rusos y al círculo empresarial y político de Putin, el régimen ruso elige justo el camino contrario, pero en este caso para captar millonarios de Oriente Medio, África y, sobre todo, China.
En abril del año pasado empezó el trámite del proyecto de ley, impulsado por el Ejecutivo de Putin, que contempla esta medida, que abrirá la puerta a los que se adhieran a ella a poder viajar por todo el país, trasladarse con normalidad al exterior y regresar cuando deseen y abrir negocios, además de poder acogerse a los beneficios sociales de los que disfrutan los rusos. La nueva legislación, que ya ha pasado la primera lectura de la Duma y ha recibido el visto bueno de los juristas para presentarla al Consejo de la Duma del Estado, está diseñada para atraer a los ricos chinos, un país que se ha mostrado ambiguo con respecto al conflicto bélico en el corazón de Europa y que no ha roto relaciones comerciales con Putin. China es un país de millonarios, que podría acogerse a un régimen fiscal mucho menos duro que el de su país y optar por una vivienda a precios inferiores a los de las grandes capitales chinas.
En Rusia el Impuesto sobre la Renta personal es del 15% de todos los ingresos para los residentes fiscales del país, incluidos los que se acojan a la 'golden visa'. Los programas de visa dorada están diseñados para acelerar la entrada de inversión extranjera y estimular el desarrollo económico y Rusia se ha fijado en muchos países que llevan años aplicando este mecanismo con éxito. La economía rusa lleva años creciendo muy moderadamente y ahora la guerra hará que se provoque una desaceleración en un contexto además de precios muy elevados. El Kremlin cree haber encontrado en esta herramienta, que facilitará la residencia permanente a los extranjeros que se acojan a ella, un remedio ante el oscuro contexto macroeconómico.
La visa podría obtenerse comprando bonos ruso por 342.000 euros o impulsando negocios que creen empleo con un mínimo de 115.000 euros
En la memoria explicativa del proyecto, recogida en la web de la Duma rusa, se subraya que el principal objetivo es brindar a los ciudadanos extranjeros que hayan invertido en la Federación Rusa y a los miembros de su familia que cumplan con los criterios establecidos la oportunidad de obtener un permiso de residencia de manera simplificada, sin pasar por la etapa de obtener un permiso de residencia temporal. Residencia permanente en un país que dice ser especialmente atractivo para los empresarios pese a las sanciones y embargos de Occidente y que ha visto como buena parte de las empresas europeas y estadounidenses se han marchado y que muchas no volverán, al menos en el corto plazo.
Pese a que no se conocen oficialmente datos concretos sobre los requisitos para obtener la 'golden visa', el bufete internacional de D'Andrea & Partners Legal Counsel, que tiene sede en Italia y oficinas en China, India, Italia, Emiratos Árabes Unidos, Vietnam y Rusia, apunta que hay "consenso" acerca de cómo debe funcionar el mecanismo para atraer a los extranjeros millonarios. Apunta que un mecanismo para obtener la visa dorada podría ser invertir 30 millones de rublos (342.000 euros al cambio actual) en bonos del Gobierno ruso o bienes raíces. Otra fórmula sería la inversión extranjera directa de 10 millones de rublos (en torno a 115.000 euros) para establecer un negocio con al menos diez empleados locales. Esta última opción sería una de las formas más baratas de obtener una visa dorada entre todos los países del mundo, apuntan dos de los responsables del despacho en la web.
El sector inmobiliario puede ser el principal atractivo para los inversores de China continental, aseguran. "Desde 2005, las empresas chinas han invertido más de 50.700 millones en la economía rusa y un 10% del capital se destino a la compra de bienes raíces. Dado el creciente interés de las empresas y los ciudadano chinos en la economía rusa y las oportunidades futuras, el sector inmobiliario podría ser un segmento de rápido crecimiento. Además, en el segmento inmobiliario de lujo, Moscú es uno de los principales destinos de Europa para atraer proyectos inmobiliarios de alta calidad y, dada la abundancia de financiación y demanda, los precios inmobiliarios en la capital rusa están aumentando constantemente", concluyen.
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