Berlín, 20 sep.- La empresa energética alemana RWE planea despedir a unos 3.000 trabajadores, congelar tres años los sueldos del resto de empleados y recortar los repartos de beneficios a los accionistas, informaron hoy varios medios alemanes.
La difícil situación financiera de la segunda mayor energética alemana, derivada de un repunte de los costes ligado al cambio energético en el que está inmerso el país, ha llevado a la dirección a tomar estas medidas, según publican el diario económico "Handelsblatt" y el "Westdeutsche Allgemeine Zeitung" (WAZ).
El recorte de personal, que aún se está en una fase inicial, se concentrará en la división de centrales energéticas y la empresa lo quiere articular preferentemente a través de un tipo de jubilaciones anticipadas que permite reducir la jornada laboral a los trabajadores de más de 55 años.
RWE pretende repartir un euro por participación este año, lo que implica reducir a la mitad el reintegro a los accionistas.
"No hay duda de que nos esperan tiempos difíciles", reconoció ayer el presidente de RWE, Peter Terium, que anunció que los detalles sobre el reparto de beneficios se darán a conocer el 14 de noviembre.
No obstante, la energética mantuvo su previsión de beneficio bruto (EBITDA) para este ejercicio en 9.000 millones de euros y su beneficio en 2.400 millones.
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