Sáenz abandona el Santander tras convertirlo en el primer banco de España

  • Alfredo Sáenz, que hoy ha anunciado su renuncia como consejero delegado y vicepresidente del Banco Santander, abandona su cargo tras convertir la entidad en la mayor de España y una de las más importantes del mundo.

Madrid, 29 abr.- Alfredo Sáenz, que hoy ha anunciado su renuncia como consejero delegado y vicepresidente del Banco Santander, abandona su cargo tras convertir la entidad en la mayor de España y una de las más importantes del mundo.

Una labor que ha quedado ensombrecida por el proceso judicial que tiene abierto y que debe decidir sobre su "honorabilidad" para ejercer las funciones de banquero.

En su trayectoria profesional, probablemente su mayor logro fue el saneamiento de Banesto, después de que el Banco de España decidiera encomendarle su dirección tras intervenir la entidad, entonces presidida por Mario Conde, el 28 de diciembre de 1993.

Sáenz, que fue confirmado en su cargo cuando el Santander adquirió Banesto meses después, consiguió en cuatro años revertir la complicada situación de la entidad y se mantuvo al frente de la misma hasta 2002.

De ese periodo vienen los problemas legales que aún afronta el banquero.

En diciembre de 2009 la Audiencia Provincial de Barcelona le condenó a 6 meses de prisión por un delito de acusación y denuncia falsa contra unos deudores de Banesto en 1994, pena que fue reducida en marzo de 2011 por el Tribunal Supremo a tres meses de prisión y de inhabilitación para ejercer funciones en banca.

El 25 de noviembre de 2011, el Gobierno socialista en funciones aprobó en su último Consejo de Ministros el indulto de Sáenz que, sin embargo, fue revocado parcialmente en febrero de 2013 por el Tribunal Supremo.

La sentencia del Supremo, confirmada el pasado 19 de abril, anuló los efectos administrativos del indulto que permitían a Sáenz ejercer como banquero, pero mantuvo el indulto sobre la parte penal.

El Banco de España tenía ya abierto un procedimiento para determinar la honorabilidad de Sáenz y su idoneidad para seguir desempeñando su cargo de consejero delegado, cuando el Gobierno aprobó el pasado día 12 incorporar a la legislación española las recomendaciones de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) sobre la honorabilidad de los banqueros.

Ello llevó al Banco de España a archivar el proceso y a abrir uno nuevo con estos requisitos.

Alfredo Sáenz, nacido el 21 de noviembre de 1942 en Las Arenas (Vizcaya), se inició profesionalmente en Tubacex y en 1981 se incorporó al Banco de Vizcaya.

Colaboró con Pedro Toledo, entonces presidente del Banco de Vizcaya, en el diseño de la política de compra de bancos en crisis, que llevó a la entidad a un crecimiento espectacular.

Sáenz fue el encargado de dirigir el saneamiento de Banca Catalana, intervenida por el Banco de España, y presidió esta entidad entre 1986 y 1994.

Tras la muerte de Pedro Toledo en diciembre de 1989, Sáenz fue designado vicepresidente del banco resultante de la fusión del Bilbao y el Vizcaya, el Banco Bilbao Vizcaya (BBV).

Sin embargo, su nombramiento no fue nunca reconocido por el sector del Bilbao, con Sánchez Asiaín al frente, ni fue registrada como tal en el Banco de España, por lo que hubo de recurrirse al arbitraje del gobernador Mariano Rubio.

Éste presentó un nuevo organigrama con una presidencia única y dos vicepresidencias, una de las cuales correspondió a Alfredo Sáenz.

La intervención de Banesto por el Banco de España, que encomendó a Sáenz la tarea de saneamiento, permitió al banquero entrar a formar parte de la dirección del otro gran banco español.

En abril de 1994 el Banco de Santander logró la adquisición de Banesto y confirmó a Sáenz como director del banco. Tres meses después se convirtió en consejero del Santander.

En febrero de 2002 Sáenz abandonó la presidencia de Banesto, sustituido por Ana Patricia Botín, y fue nombrado vicepresidente segundo y consejero delegado del Santander Central Hispano, puestos en los que se ha mantenido hasta hoy.

Sáenz fue reconocido en 1999 con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo y en 2006 con el premio Gestor en entidades financieras otorgado por la consultora AT Kearney y el semanario Actualidad Económica.

Es miembro del Patronato de la Fundación Príncipe de Asturias y ha sido profesor de Control de Gestión, Marketing y Comercio Internacional en la Universidad de Deusto y en el Instituto Internacional de Dirección de Empresas (1965-1975).

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