La Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional -el comité de expertos designado por la vicepresidenta Yolanda Díaz para determinar la senda de incremento que debe seguir el SMI para alcanzar el 60% del salario medio en el año 2023- va a tener que revisar sus recomendaciones. La escalada de la inflación, que alcanzó el pico el pasado mes de marzo al calor de la guerra en Ucrania, pero que aún se va a mantener en niveles elevados durante una larga temporada, impacta de lleno en la actualización de las nóminas, por lo que esa referencia del 60% del sueldo medio va a tener que ser actualizada, previsiblemente, al alza. Así lo avanzan a La Información fuentes de la Comisión que matizan que todavía no han empezado estos trabajos porque el contexto es de una gran incertidumbre.
Es una consecuencia derivada del encarecimiento de la cesta de la compra. Cuando presentaron su informe, en junio de 2021, los expertos explicaron que se habían visto obligados a componer distintos escenarios, con una gran complejidad técnica y metodológica, para determinar la evolución del salario medio en 2020, al no disponer de estadísticas actualizadas. Para ello, utilizaron la Encuesta de Estructura Salarial de 2018, actualizada para 2019 con los datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ambas del Instituto Nacional de Estadística) y se basaron en una serie de previsiones y estimaciones que en el mismo informe final advertían de que debían ser "contempladas con cautela", dada "la incertidumbre existente".
En base a tres escenarios diferentes, la Comisión Asesora recomendó subir el SMI entre 12 y 19 euros en 2021; entre 24 y 40 euros en 2022; y entre 25 y 40 euros en 2023. De modo que, teniendo en cuenta la cuantía del salario mínimo de 950 euros en 2020, el incremento para alcanzar el 60% del salario medio debería ser de 99 euros en el escenario de máximo crecimiento, hasta alcanzar los 1.049 euros mensuales, y de 61 euros en la parte baja, hasta los 1.011 euros. Finalmente, el Gobierno optó por el rango medio de la horquilla en 2021, cuando aprobó una subida de 15 euros con apoyo de los sindicatos, y volvió a castigar a la patronal con un incremento de 35 euros en 2022, hasta alcanzar los 1.000 euros mensuales.
Ahora, esa nueva subida de entre 25 y 40 euros para 2023 está en el aire. La referencia del 60% del salario medio se ha quedado obsoleta, primero, porque está calculada con datos de 2018 actualizados con estimaciones que los propios expertos pusieron en cuarentena; y segundo, porque el encarecimiento generalizado de los precios está tirando al alza de las nóminas, tal y como muestra la estadística de convenios colectivos, que refleja ya una subida salarial media pactada del 2,5%, frente al 1,5% de diciembre de 2021. Además, cada vez más convenios están incorporando cláusulas de revisión con el IPC, en ausencia de un pacto de rentas entre patronal y sindicatos que recomiende huir de la indexación, tal y como recomienda el Banco de España, para evitar una espiral inflacionista.
Dada la situación, fuentes del Comité Asesor avanzan que tendrán que revisar la senda de crecimiento del salario mínimo para converger hacia el 60% del sueldo medio en 2023, que es el compromiso asumido por el Gobierno de coalición para cumplir con la Carta Social Europea. Y estas mismas fuentes adelantan que esa actualización se orientará, casi con total seguridad, al alza, debido al impacto de la escalada de la inflación sobre el sueldo medio. El propio informe emitido en junio de 2021 contemplaba que "la relación entre el salario mínimo y el salario medio habrá de revisarse anualmente según se disponga de estadísticas más actuales y/o se mejore la información procedente de ellas". Si bien los expertos todavía no han comenzado los trabajos, ya que el Gobierno no les ha convocado aún.
En el citado informe, los 'gurús' de Díaz no se aventuraron a fijar una senda de convergencia concreta para alcanzar esa referencia salarial y dejaron la decisión al Gobierno y a los agentes sociales. "Las circunstancias extraordinarias en las que nos encontramos derivadas de la crisis de la Covid y su impacto sobre el PIB, el empleo, la desigualdad y la pobreza, junto con la incertidumbre acerca de la pauta temporal e intensidad de la recuperación, hacen difícil proponer una cronología de convergencia", pusieron negro sobre blanco. En cualquier caso, para sus recomendaciones tuvieron en cuenta las estimaciones de variables como el PIB, el empleo, el paro, la productividad o el deflactor recogidas en el Programa de Estabilidad de 2021.
El Gobierno va a actualizar el cuadro macroeconómico este mismo viernes para remitir a la Comisión Europea el nuevo Programa de Estabilidad en plazo, que finaliza, como cada año, el 30 de abril. Y de las nuevas cifras van a depender también las renovadas recomendaciones de los expertos, que tendrán en cuenta el impacto económico de la guerra en Ucrania para redefinir la senda de crecimiento del SMI. "Hay mucha incertidumbre", insisten desde el comité de expertos. El Ejecutivo está ahora centrado en sacar adelante un nuevo paquete de medidas contra la crisis, incluido el tope al gas para abaratar la factura de la luz, por lo que la convocatoria de esta Comisión no es, en estos momentos, un asunto prioritario. Pero, sin duda, la subida del salario mínimo es una de las grandes batallas -dentro y fuera del Gobierno- que prepara Yolanda Díaz para el último trimestre del año.
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