Los datos avalan la teoría de Valerio: los sueldos suben... pero ya lo hacían en 2017

  • El Ministerio de Trabajo sostiene que los ingresos por cotizaciones crecen a mayor ritmo que la afiliación porque están mejorando los salarios.
Fotografía Juan Rosell y Magdalena Valerio / EFE
Fotografía Juan Rosell y Magdalena Valerio / EFE

Pablo Casado ha acusado en varias ocasiones a Pedro Sánchez de "disociación de personalidad" por defender ahora, como presidente del Gobierno, posiciones distintas a las que apoyaba cuando era líder de la oposición. El presidente del PP expresaba así lo que es una realidad en política: donde dije digo, digo diego, porque no es lo mismo ver los toros desde la barrera, que torear. Algo parecido le ha sucedido a Magdalena Valerio, que ha pasado de criticar la devaluación salarial provocada por la reforma laboral del PP a asegurar, apenas un verano después de su llegada al Ministerio de Trabajo, que a los españoles les están subiendo el sueldo.

¿Ha llegado la recuperación salarial al mercado laboral en menos de medio año? ¿Los sueldos son más altos ahora que en junio y no nos hemos enterado? Nada más lejos de la realidad. Si bien los datos avalan la teoría de Valerio –las remuneraciones de los trabajadores están creciendo–, la respaldan a medias: empezaron a subir ya en 2017 y no se trata, en ningún caso, de una mejora repentina ni generalizada en todos los estratos del mercado.

Entonces, ¿en qué se basa el Gobierno para afirmar que los salarios están subiendo ahora? En el balance de gestión de la Tesorería General de la Seguridad Social, el Ministerio de Trabajo señalaba que los ingresos por cotizaciones crecían hasta septiembre a un ritmo anual del 5,41%, mientras el aumento de la afiliación a la Seguridad Social en ese mismo mes era del 2,87%. Esta circunstancia responde, según explica el director general de la TGSS, Javier Aibar, a "la mejora de la economía y al incremento de los salarios, que supone unas bases de cotización más altas". Resumiendo: el Ejecutivo sostiene que el hecho de que la recaudación crezca más que la afiliación implica directamente que se cobran salarios más elevados.

Pero esto no es nuevo. Lo recuerda el economista de Fedea Miguel Ángel García-Díaz, que invita a echar un vistazo a los datos. Ya el año pasado los ingresos por cotizaciones sociales avanzaron a un mayor ritmo que la afiliación, en concreto, un 5,2% frente al 3,5%. "Los salarios llevan creciendo desde 2017", sostiene este analista, quien observa una "evolución favorable" de los sueldos en medio de una "dinámica económica positiva".

"Me inclino a pensar que el mercado está reaccionando favorablemente a la reducción de la tasa de paro y a la mejora de la confianza en esta etapa de recuperación", ratifica el que fuera director general de Ordenación de la Seguridad Social, no sin puntualizar que "tampoco es para tirar cohetes". El punto débil del empleo sigue siendo la "elevada dualidad", con una excesiva temporalidad y parcialidad en los contratos, frente a los indefinidos y a tiempo completo, y grandes diferencias en las retribuciones de trabajadores cualificados y no cualificados.

Quien participara en la redacción del Pacto de Toledo y formara parte del grupo de expertos sobre el Factor de Sostenibilidad del sistema público de pensiones (2013) defiende que los datos reflejan un incremento salarial "razonable, ajustado a unos niveles de productividad desgraciadamente bajos en nuestro país". 

Incertidumbres estadísticas

Una mejora que, sin embargo, no reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), ni los informes del Banco de España, ni los del Fondo Monetario Internacional (FMI), que siguen mostrando un estancamiento de los salarios en España. En un reciente estudio, ya con Pablo Hernández de Cos a la cabeza, el supervisor bancario sostiene que los salarios han crecido menos de lo esperado tras los recortes de la crisis porque la tasa de paro sigue siendo alta, la productividad no empuja lo suficiente y las expectativas de inflación se han mantenido "relativamente moderadas" .

Con todo, García-Díaz basa sus estimaciones en el censo de la Seguridad Social, que considera "más fiable" que las encuestas del INE. No lo cree así el economista jefe de Civismo, Javier Santacruz, que con los datos del último decil de salarios del empleo principal (de la EPA de 2017) sostiene que "no hay ninguna evidencia de que se esté produciendo una recuperación de los sueldos, al menos, no de manera generalizada". En efecto, esta encuesta revela que los mejores salarios suben cinco veces más que los más precarios.

"Que los ingresos por cotizaciones suban más que el número de afiliados quiere decir que están subiendo las bases de cotización", asegura Santacruz. El economista explica que la subida de las bases se puede producir por dos cosas: por un incremento de los salarios o por un incremento de las bases mínimas a pagar por categoría profesional.

"Atendiendo a las cifras publicadas por el INE, los salarios no están subiendo en los que se encuentran entre la base mínima y la base máxima, es más, están estancados o incluso bajando. Donde sí se está produciendo una subida más acusada de los salarios es en los que se encuentran por encima de la base máxima, con lo cual, no se traduce en mayores ingresos por cotizaciones. Por tanto, los incrementos de ingresos por cotizaciones se están produciendo por la subida de las bases de cotización, no de los salarios", concluye.

Pero, con las cifras de la Seguridad Social en la mano, incluso los sindicatos empiezan a observar cierto dinamismo en las nóminas. Lo reconoce la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, que considera clave el impulso que dio a los sueldos firma del IV AENC a principios de julio. Si bien "con el verano de por medio, todavía llevamos poco tiempo de negociación efectiva bajo la referencia del nuevo acuerdo", los nuevos convenios ya están firmando subidas salariales del 2,2%, frente al 1,68% para el conjunto del año.

También en UGT hacen referencia al impacto del AENC en la recaudación de la Seguridad Social, así como a la subida del 4% del salario mínimo interprofesional (SMI) para este año y del sueldo mínimo en convenio, con el objetivo de elevarlo a 1.000 euros mensuales.

Hay que recordar que fue la exministra de Empleo, Fátima Báñez, la que empezó a presionar a los agentes sociales en el verano del año pasado para que cerrasen el acuerdo, precisamente, para dar un empujón a los ingresos de la Seguridad Social en la recta final del año para cumplir los objetivos fijados.

Por su parte, con los días ya contados en la patronal, el todavía presidente de la CEOE ha defendido en su despedida la subida del SMI a 900 euros en 2019, limitando su impacto en el empleo. Eso sí, Juan Rosell no dejó de criticar la negociación bilateral entre el Gobierno y Podemos, a espaldas de los agentes sociales, y de recomendar una aplicación progresiva del incremento a lo largo del año, para alcanzar esos 900 euros ya en 2020.

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