Salvados: "Hace tiempo que en España dos más dos dejaron de ser cuatro"

Con el objetivo de analizar el pasado y presente de las cajas de ahorro, el equipo de Salvados comenzó charlando con el economista José Moisés Martín para analizar cómo surgieron estas instituciones y cómo acabaron por entrar en una corriente perversa.

Tras analizar el origen de las Cajas de ahorros a partir de los conocidos como 'montes de piedad', la idea quedaba bien clara: las cajas de ahorros nacieron fruto de instituciones cuyo carácter era fundamentalmente social.

Pese a todo, en los años 80, cuando las cajas de ahorros constituían la mitad del sistema bancario español, entraron en la partida los poderes políticos. A partir de ahí, el marcado carácter social con el surgieron las cajas de ahorros (sin ánimo de lucro alguno, sin dirección...) se fue al traste.

Los poderes inmobiliarios también quisieron su parte del pastel y acabaron por llevarse a cabo construcciones como la 'Ciudad de la Luz' de Alicante donde, entre otras, invirtió la CAM. Una caja con un proceso viciado en sus entrañas que explicó una de sus ex consejeras.

En el consejo de administración, de poco importaban los conocimientos en materia de economía que pudiesen tener sus miembros, sino el color de su ideología. Los diferentes partidos políticos eran los encargados de hacer las porciones de la tarta y repartían en función de sus intereses.

Pero, como ha dicho Vicente Ortiz, Jefe de Secretaría y Obra Social de Caixa Ontinyent (una de las dos cajas que aún se mantiene en España), "la politización no es mala, el problema es cuando las decisiones que se toman se hacen con criterios políticos". Una situación que, como afirmaba la ex consejera de la Caja del Mediterráneo, propició que incluso una profesora de ballet llegase a formar parte del consejo de control de dicha entidad.

No obstante, acciones rocambolescas de este estilo parecen estar a la orden del día si de cajas de ahorros se trata. Al ser consultada por la salida a bolsa de Bankia, la portavoz de UPyD, Rosa Díez, aseguraba que todas las autoridades políticas y económicas eran conscientes de que se estaba vendiendo una cosa muy por encima de su precio.

Pero de poco sirvió prevenir, tampoco la cura vino a ser la solución. Como ha confesado Rosa Díez, cuyo partido presentó una querella contra Bankia, la comisión de investigación creada para investigar la institución que presidió Rodrigo Rato fue tan solo una patraña. "Lo más frustrante es que la gente piense que era una comisión de investigación", ha asegurado Díez. "Si de lo que se trataba era de que no sirviese para nada, estuvo bien pensado".