Sánchez busca para su agenda de cambio 380.000 millones de fondos y empresas

  • El Gobierno ultima la presentación de su ambicioso programa de reformas y ya ha contactado con inversores internacionales para impulsarlo.
La indiscreción de Sánchez, Calviño y Torres revienta la estrategia de BBVA
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Moncloa

Moncloa y el Ministerio de Economía llevan tiempo preparando lo que han llamado la "Agenda del cambio". El término surgió de la sala de máquinas del gabinete del presidente, con Iván Redondo a la cabeza, el pasado verano, justo después de ganar la moción de censura. El proyecto pasa por presentar un ambicioso programa de reformas económicas, esencialmente, que -bajo el punto de vista del actual Ejecutivo- deberían aplicarse en España a medio y largo plazo para resituar a nuestro país en el nuevo panorama mundial que se está configurando. Será "la brújula con la que pretendemos guiar al país" (en palabras de un alto cargo de Moncloa). Pero, para ponerla en práctica, el 'sanchismo' necesita la implicación de inversiones millonarias, un apoyo financiero que ya ha comenzado a buscar. ¿Objetivo? Casi 400.000 millones.

La "Agenda del cambio" es un "proyecto de Gobierno" en el que se encuentran implicados todos los ministerios, aunque es Moncloa y el Ministerio de Economía quienes capitanean todo, según explican a La Información diferentes fuentes del Ejecutivo consultadas en los últimos días. Los primeros trabajos se iniciaron en el 'retiro' de Quintos de Mora, cuando Sánchez convocó el pasado mes de agosto a todos sus ministros para pasar un fin de semana de 'brainstorming'. A partir de ese momento cada departamento comenzó a trabajar por su cuenta en este inventario de reformas económicas que se convertirán en "el programa electoral del PSOE" para los próximos años, añaden las mismas fuentes. Serán, en definitiva, las credenciales con las que los socialistas aspiran a gobernar más allá de 2020 y hacer frente de manera sólida a los retos futuros.

Pero, para poner en marcha estas reformas, el Gobierno necesita potentes inversiones, de ahí que ya se esté buscando el concurso de grandes fondos internacionales interesados en apostar por España a medio y largo plazo, según confirman las mismas fuentes. La "Agenda del cambio", en definitiva, pretende promover un mejor funcionamiento de los mercados y de las políticas públicas, por lo que el Gobierno quiere contar con la colaboración de estos grandes capitales que impulsen las transformaciones. Las conversaciones y contactos se están llevando a cabo al más alto nivel y en ellas están participando tanto el gabinete de Sánchez, con la principal implicación del Departamento de Asuntos Económicos que dirige Manuel de la Rocha, como el Ministerio de Economía que lidera Nadia Calviño.

Fuentes conocedoras de estas negociaciones indican que el Ejecutivo de Sánchez ha recibido el interés de algunas de las mayores multinacionales y fondos de inversión a nivel internacional por el potencial negocio que se puede generar en España a partir de todos esos proyectos. Aseguran que ya hay grupos que se han puesto en contacto con el Ejecutivo porque están dispuestos a invertir cientos de miles de millones (más de 380.000 millones a largo plazo) si la agenda de cambios que tienen en marcha para modernizar el país puede garantizarles una estabilidad económica y financiera a medio plazo (entre 5 y 10 años), de forma que puedan rentabilizar sus apuestas.

La idea que desde el Gabinete de Sánchez se está transmitiendo a este tipo de fondos mundiales es que un 80% del dinero que se podrá invertir en España deberá provenir del sector privado, de forma que una de las claves de la "Agenda del cambio" que tienen en marcha pasa por promover un marco ventajoso para la llegada de inversión extranjera a la economía española, siempre que se haga en proyectos industriales y centrados en la economía real, capaces de generar empleo y rentas.

Moncloa y Economía coordinan los seis ejes de actuación

La "Agenda del cambio" incluye un "potente paquete de medidas", argumentan a La Información fuentes del área económica del Gobierno. Será una "agenda muy amplia", que incluirán novedades "en ámbitos variados" y que servirán para "completar algunas medidas que ya se han avanzado en el Proyecto de Ley de Presupuestos de 2019". El objetivo de Moncloa y Economía es, en definitiva, "marcar el programa de actuación y de reformas" con el que Sánchez pretende 'lavar la cara' al país en los próximos años. Decenas y decenas de proyectos, en conclusión, para modernizar España.

Pedro Sánchez en Davos
Pedro Sánchez en Davos durante la pasada semana. / EFE

Las apuestas clave del plan de Gobierno se centrarán en priorizar y bonificar las inversiones en I+D+i a todos los niveles, todos los proyectos que promuevan el cambio hacia las energías 'verdes', tras el abandono paulatino del carbón, el diésel y lo nuclear, y el desarrollo de un nuevo paradigma digital en torno a las comunicaciones 5G, cuya implantación en España va por delante de la del resto de socios europeos. Si bien están claras las áreas a promover, falta por definir las ventajas a aplicar y las condiciones que conllevará todo, que priorizarán todas aquellas iniciativas que promuevan la igualdad de oportunidades, el recorte de la brecha de género, el apoyo a la mujer trabajadora y la generación de empleo joven y no precario.

En el ámbito energético, los responsables del Ejecutivo son conscientes del fiasco que supusieron para muchos inversores los incentivos a la inversión en energías renovables del anterior Gobierno socialista de hace casi una década, si bien las fuentes consultadas han advertir que esos mismo inversores se encuentran ahora dispuestos a volver a apostar por España y el negocio que aún puede generar en el ámbito de la energía eólica y la solar. De hecho, en ese montante de inversiones que desde Moncloa se han detectado para apoyar su agenda del cambio, estarían los más de 220.000 millones que se contemplan en el área de la transición energética que dirige Teresa Ribera. El propio Sánchez señaló en Davos la semana pasada que por cada empleo que se pierda en ese cambio, se generarán otros cuatro en la próxima década.

Las reformas estarán concentradas en torno a tres pilares: la estabilidad financiera y fiscal, la reducción de la desigualdad y la mejora de la productividad. Y habrá seis grandes líneas de actuación, según adelantó El País: la transición energética, con especial atención al futuro de las nuevas energías; una gran reforma laboral para conseguir revertir los puntos más lesivos de la que aprobó el PP; una reindustrialización de la economía, en la que se incluyan medidas para solucionar el problema de la vivienda; una reforma educativa; reformas para consolidar el Estado del bienestar y combatir la desigualdad (incluidas las pensiones); y una reforma de la Administración y otros cambios institucionales.

Una de las medidas más polémicas que el Gobierno está debatiendo es la referida a la mochila austriaca, una reforma para intentar hacer frente al reto que presentan las pensiones y que estaba incluida en el acuerdo que firmó Sánchez con Albert Rivera en 2016. Las fuentes a las que ha tenido acceso La Información indican que existe un profundo debate en el seno del Ejecutivo respecto a esta medida. Algunos apuestan por incluir en la "Agenda del cambio" alguna novedad en cuando a la necesidad de recurrir a un sistema de capitalización individual, pero también hay un sector que lamenta que esto sea un guiño demasiado evidente hacia sus rivales de Ciudadanos, los verdaderos impulsores de la misma.

Fuentes del Gobierno tampoco descartan que entre las medidas que se anuncien en esta hoja de ruta se contemplen algunas reivindicaciones de Unidos Podemos, los socios preferentes de Sánchez. Hacen referencia a asuntos como la vivienda o un ingreso mínimo vital, proyectos que no se han podido satisfacer en los PGE de este año pero que podrían ser guiños importantes hacia la formación de Pablo Iglesias.

El Ejecutivo de Sánchez ya tiene prácticamente listo el documento final, según confirman a La Información fuentes de Moncloa y Economía. En este momento se están puliendo los últimos detalles a la espera de fijar una fecha de presentación. Se hará en Consejo de Ministros, para "escenificar que es una actuación de Gobierno" (aunque el proyecto genérico no necesita un proyecto de ley en sí, las medidas concretas sí son necesarias incorporarlas a la legislación). La fecha que se está manejando es darlo a conocer, incluso, este próximo viernes 1 de febrero. La economía resiste pero la cercanía de las próximas elecciones municipales y autonómicas, tras la derrota en Andalucía, han acelerado los planes del equipo del presidente.

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