Reduciría el gasto en combustible un 10%

Sánchez buscará implantar el 'cielo único europeo' durante la presidencia de la UE

El Gobierno buscará un acuerdo con los Veintisiete para desarrollar un instrumento ideado en 1999 que sigue sin concretarse. Permitiría reducir los retrasos en los vuelos y avanzar en los planes de descarbonización del sector. 

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, baja del avión presidencial, Falcon, a su llegada al Aeropuerto Internacional Mohammed V, a 1 de febrero de 2023, en Rabat (Marruecos). Sánchez viaja a Marruecos para participar en la XII Reunión de Alto Nivel Marruecos-España, que comienza hoy y termina mañana. Desde el Gobierno de España no dudan en tachar de histórica la cita, que llega después de ocho años sin una Reunión de Alto Nivel (RAN), y ensalzan el camino recorrido en el último año, después de que el Ejecutivo respaldara el plan de autonomía marroquí para el Sáhara. Se prevé que esta cita permita sentar unas bases sólidas en la relación entre España y Marruecos que permitan que las recurrentes crisis entre ambos países queden en el olvido. Sarah Kaichouh (Foto de ARCHIVO) 01/2/2023
Sánchez buscará implantar el cielo único europeo durante la presidencia de la UE
MAP vía Europa Press

España quiere aprovechar sus seis meses de presidencia europea para resolver asuntos que llevaban años enquistados en materia de transporte y que, como ya pasara con la política energética, están rebotándose en contra de los intereses de la ciudadanía europea. Uno de estos asuntos es el Cielo Único Europeo, un proyecto iniciado a principios de siglo llamado a revolucionar la navegación aérea al aspirar a conseguir una mayor coordinación entre países, pero que nunca llegó a ejecutarse. Esta situación ha dado lugar a paradojas como que las huelgas contra el gobierno de Enmanuel Macron estén afectando a vuelos de terceros países que ni siquiera pisan suelo francés, como los que unen España con Alemania o Inglaterra, dejando un importante listado de retrasos y cuantiosas pérdidas para las aerolíneas. 

El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, continúa esta misma semana con su estrategia de posicionamiento internacional y los miembros de su gabinete siguen volcados en establecer conversaciones con socios clave, como es la vecina Portugal. Una de estas tuvo lugar el pasado miércoles, cuando la ministra de Transportes Raquel Sánchez se reunió su homólogo luso João Galamba para explicarle cuáles serán las prioridades del Ejecutivo español durante los seis meses de presidencia de la Unión Europea y buscar puntos de acuerdo. 

Además de abordar temas clave para ambos países como la aprobación de la red Transeuropea de Transporte (TEN-T) o la mejora de las conexiones ferroviarias transfronterizas, la titular de Transportes señaló la necesidad de negociar la puesta en marcha del Cielo Único Europeo, un instrumento "clave" para ambos gobiernos, pero especialmente para el español, a quien el sector aéreo aprieta para mejorar su competitividad y cumplir con los planes de reducción de emisiones aprobados en Bruselas. 

Romper las fronteras aéreas

A día de hoy, el espacio aéreo de los distintos países que conforman la Unión Europea está fragmentado en una serie de límites geográficos virtuales que se gestionan por las autoridades de navegación aérea de cada país desde un aeropuerto central, algunas bajo gestión civil y otras por el mando militar. España, por ejemplo, está dividida en tres regiones (Madrid, Barcelona y Canarias) gestionadas desde Barajas, El Prat y Tenerife; mientras que Portugal tiene dos, una continental gestionada desde Lisboa y que integra a las islas de Madeira, y una segunda para las islas Azores.

Estas zonas desaparecerían de facto al instaurarse el Cielo Único Europeo, una iniciativa comunitaria planteada en el año 1999 en la que los países de los Veintisiete romperían sus fronteras aéreas para lograr una mayor cooperación en la gestión del tránsito aéreo y los servicios de navegación. Esta iniciativa, similar al modelo que rige en Estados Unidos —país con mucho mayores cifras de uso del avión— permitiría ahorrar hasta un 10% de combustible anual a las aerolíneas, además de triplicar la capacidad del espacio aéreo y aumentar la seguridad.

Los planes de Bruselas siempre contemplaron 2035 como la fecha límite para implantar este Cielo Único, pero los avances dados hasta ahora no han conseguido transformarlo en realidad, ante lo cual las instituciones comunitarias ya recomendaron revisar el plan inicial. Durante este tiempo, las autoridades aeronáuticas han puesto en marcha un marco regulador común y un proyecto de modernización tecnológica, SESAR, que trataron de fijar unos criterios que permitieran homogeneizar la gestión del tránsito aéreo y de hacer una red interoperable. 

Retrasos por las huelgas en Francia

Las recientes huelgas en Francia han demostrado cómo los pasos alcanzados no han sido suficientes para romper con el objetivo primigenio de este proyecto: acabar con los retrasos en los vuelos internacionales. Durante las últimas semanas, las principales aerolíneas vienen denunciando la pasividad de la Comisión Europea ante la imposibilidad de sobrevolar el espacio aéreo francés

Las huelgas de sus controladores aéreos están cumpliendo con los servicios mínimos dictados por el Ejecutivo de Macron, pero no protegen los 'sobrevuelos' —los tránsitos de aviones sobre un territorio sin llegar a aterrizar en él—, según denuncian las aerolíneas. Esto está afectando principalmente a los tráficos con origen o destino España, a quien también se suma Portugal, aunque en menor escala. Tanto las aerolíneas como su patronal han pedido que los sobrevuelos estén incluidos en los servicios mínimos de las huelgas francesas, incluyendo en sus demandas la puesta en marcha de este Cielo Único. 

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