El Gobierno ordena parar la economía

Sánchez deja al ralentí una tercera parte de la economía para evitar un parón total

  • En torno a seis millones de trabajadores mantendrán su actividad de forma presencial o gracias al teletrabajo durante el 'cerrojazo' del Gobierno.
Gráfico Excepciones al cerrojazo del Gobierno
Gráfico Excepciones al cerrojazo del Gobierno

El Gobierno pretende que en las próximas dos semanas la economía funcione como "si fuera un domingo", según la gráfica explicación proporcionada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros extraordinario de este domingo que decidió echar cerrojazo a la actividad económica hasta el próximo 9 de abril. La curva que ilustra la evolución de los contagios por coronavirus parece acercarse a su pico en España y el Ejecutivo ha decidido dar una vuelta de tuerca más en su estrategia de contención para restringir al máximo las posibilidades de que el virus se propague.  

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el sábado la maniobra gubernamental como una orden para paralizar todas las actividades no esenciales de la economía española a partir del lunes. La cosa -como ya se ha convertido en costumbre- se enredó después en la definición de los detalles y el BOE no publicó la relación de las actividades eximidas de parar el lunes...hasta las 23.40 horas del domingo, veinte minutos antes de su entrada en vigor. La precipitación en la redacción del texto fue tal que incluso dejó alguna errata muy ilustrativa, como cuando en el punto 15 del anexo de las actividades exentas de parar se dice "las adaptaciones que en su caos puedan acordarse"...

La norma presenta una larga lista de hasta 25 excepciones a ese principio general, que va bastante más allá de los 'servicios esenciales' definidos en el decreto que aprobó el 'estado de alarma' -hace ya más de dos semanas- y bajo la que subyace la voluntad gubernamental de garantizar que la economía avanza al menos 'al ralentí' durante este periodo, para evitar una parálisis total que derive en un colapso económico.

"En realidad, respecto a lo que ya había lo que se ordena es paralizar la actividad en la construcción y poco más", interpretan desde un célebre despacho de abogados, al hilo de ese largo listado de excepciones que se han incluido en Decreto. Amazon podrá seguir distribuyendo entre sus clientes -porque se exceptúan las actividades comerciales de distribución y entrega por cauces electrónicos-; los servicios a las personas como peluquerías, ópticas, lavanderías o clínicas veterinarias definidos en su día como esenciales continuarán operando; también seguirán abiertos los bancos y los grandes nodos de transporte; y las gestorías o despachos de asesoría laboral o fiscal, para permitir resolver de manera presencial todos esos trámites administrativos que no se han aplazado.

Según una estimación realizada por La Información a partir de los datos disponibles en las fuentes oficiales o proporcionados por los sectores eximidos del 'cerrojazo' gubernamental, alrededor de seis millones de trabajadores podrán continuar realizando sus tareas con cierta normalidad a partir de este lunes y pese a las restricciones legales decretadas por el Ejecutivo (ver gráfico). De este modo en torno a una tercera parte del potencial productivo de la economía -en términos de recursos humanos- continuará activado durante el estado de excepción decretado para las próximas dos semanas.

La cifra no tiene en cuenta por falta de datos fiables sobre el particular el número de personas que pueden estar teletrabajando en el momento actual y se ajusta a los datos proporcionados en su día por el INE sobre la cifra total de trabajadores y trabajadoras que tenían acceso puntual o regular a esta opción en su día. Tampoco estima el volumen de actividad laboral que puede suponer la disposición gubernamental que exceptúa de estas restricciones "a las personas que presten los servicios mínimos necesarios para el mantenimiento y conservación de las instalaciones que paralicen su actividad durante el periodo señalado", que podría ampliar en una cuantía no determinada el número de personas no obligadas a quedarse en casa durante este periodo.

Respecto al texto del Real Decreto filtrado a media tarde, y que se dio por definitivo hasta la publicación con nocturnidad del texto definitivo, hay un cambio significativo. En el texto inicial se incluía entre los colectivos eximidos de la obligación de parar el personal de servicio doméstico y cuidado domiciliario, en el definitivo esa referencia desaparece.

La definición de 'servicios esenciales'...desbordada

La evolución de la crisis y la preocupación en Moncloa -inoculada por la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño- respecto al riesgo de que las medidas de contención sanitaria conduzcan a la economía a un colapso han hecho que el Gobierno abra la mano en la relación de actividades que podrán mantenerse en movimiento durante estos quince días. Respecto a la relación de servicios esenciales del día 14 de marzo, el Gobierno ha concedido el visado para continuar operando a las empresas de servicios de limpieza, de mantenimiento y de seguridad que trabajan para el sector público; también se lo ha concedido a los profesionales de la gestoría administrativa, fiscal y laboral, cerca de 350.000 profesionales que tienen la responsabilidad de asesorar a sus clientes en la realización de los trámites administrativos que no se han suspendido y que el sábado aún tenían serias dudas sobre su inclusión en las excepciones.

Las necesidades generadas por la crisis también han forzado al Gobierno a permitir la actividad durante estos quince días en sectores como el funerario, la industria de productos sanitarios o la industria electrointensiva, donde un parón de la actividad tiene unas consecuencias más significativas que en otros ámbitos. El decreto gubernamental también permite continuar operando a las industrias manufactureras de todos los sectores -principalmente del textil y el químico- que hayan orientado parte de su actividad a la producción de materiales necesarios para la lucha contra el coronavirus.

En el ámbito del sector público, el Gobierno también ha abierto la mano. Además de los profesionales de la sanidad pública, los vinculados a alguna actividad de la infraestructuras consideradas críticas por la normativa española -nodos de transporte, redes de agua y suministro energético, centros de Defensa o aeroespaciales...- o las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de las Administraciones Territoriales, el Gobierno también ha exceptuado de la obligación de irse a casa a los empleados públicos de la red de centros de servicios sociales y atención a las personas mayores, a los organismos encargados de tramitar la prestaciones por desempleo o las ayudas sociales previstas en ese denominado 'escudo social' -desbordados por la crisis- , a los organismos encargados de tramitar procedimientos administrativos oridinarios (INSS, Agencia Tributaria, TGSS...) o, por ejemplo, a los servicios encargados de atender los casos de violencia de género.

Las empresas públicas como Adif, Aena, Red Eléctrica, Enagás, Renfe o Correos deberán seguir asegurando el cumplimiento de sus servicios con la intensidad y regularidad que marque la normativa para garantizar que los aeropuertos, los puertos, las redes de transporte o los servicios de suministro de energía y comunicaciones del Estado siguen funcionando con normalidad a pesar de la crisis.

La controvertida lista de servicios esenciales diseñada en primera instancia por el Gobierno, que incluía servicios como los de peluquería, lavandería, estancos o kioskos de prensa que dieron mucho que hablar no llega a sumar en realidad ni un millón de trabajadores. Y algo similar pasa con la también amplia lista de servicios que el Gobierno de España ha decidido consignar como infraestructuras críticas , cuyo mantenimiento según la estimación realizada implica a poco más de un millón de trabajadores. Si se le suma la necesaria movilización de las fuerzas y cuerpo de seguridad del estado y los servicios administrativos más básicos de las administraciones públicas, el núcleo básico para mantener la parte esencial del Estado en funcionamiento estaría entre los tres y los cuatro millones de trabajadores, según cómo se definiera ese perímetro de 'servicios básicos'.  

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