Prioriza a Iglesias y Calviño

Sánchez excluye a Escrivá del pacto para subir el SMI tras sus críticas desde Airef

AGENTES SOCIALES SMI
AGENTES SOCIALES SMI

En la ceremoniosa celebración pública del acuerdo para subir el salario mínimo que tuvo lugar ayer en la Moncloa no pasó desapercibida una importante ausencia: la del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. Fuentes del diálogo social que echaron en falta su presencia y su firma junto a la de la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, recuerdan que no hace tanto que el expresidente de la Airef –el organismo independiente fiscalizador de las cuentas públicas que creó el PP a instancias de Bruselas– lanzaba los peores augurios sobre el impacto de la subida del SMI en el empleo.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prefirió acudir al acto acompañado por el vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias; la vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño; además de Yolanda Díaz. Consultados por la ausencia de Escrivá, en el entorno del ministro se limitan a indicar que "es una convocatoria de Moncloa".

Pero fuentes cercanas a los interlocutores sociales consideran que el ministro tiene más competencias directas en el salario mínimo que Calviño o Iglesias. Para empezar, porque la subida implica un incremento en la misma proporción de las bases mínimas de cotización y, en términos generales, porque Escrivá acaba de asumir las riendas de un Ministerio que hasta hace menos de un mes permanecía adscrito al de Trabajo. "La subida del SMI se enmarca también en su área", insisten.

Sin embargo, fuentes gubernamentales explican que Iglesias debía estar presente porque la subida del SMI es parte del cumplimiento de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y porque él personalmente intervino en las negociaciones con la patronal y los sindicatos; y justifican la presencia de Calviño porque es la principal representante del área económica del Gobierno y siempre ha manifestado su apuesta por las reformas que se fraguan en el diálogo social.

"Poca sintonía" con Díaz

Las fuentes consultadas en el ámbito del diálogo social relacionan esta ausencia con la "poca sintonía" que tienen Díaz y Escrivá. Sus planteamientos económicos están en las antípodas en materias como la reforma del sistema de las pensiones, y también en lo que se refiere al salario mínimo. En este sentido, inciden en las críticas que ha vertido el ministro contra la subida del SMI en su anterior etapa profesional.

Recuerdan que en octubre de 2018, como presidente de la Airef, acudió a la comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados y allí cifró en 40.000 puestos de trabajo la pérdida neta de empleo en 2019 por la fuerte subida del SMI del 22,3% aprobada para aquel año por Sánchez e Iglesias, tal y como consta en el diario de sesiones. En este vídeo se puede visualizar la intervención completa de Escrivá, que expone su análisis sobre el impacto del alza del SMI a partir del minuto 30:

En una de las contadas ocasiones en las que suele rectificar, la Autoridad Fiscal admitió después –en mayo de 2019– que podía haberse pasado de frenada al estimar esa pérdida de 40.000 empleos, pero en el informe quedó negro sobre blanco que "la mayor incertidumbre relativa al impacto de los efectos se traslada al medio plazo, más allá de 2019, ya que podrían darse impactos negativos adicionales acumulados, en particular en el empleo y la inversión". Es decir, que los riesgos para el mercado laboral persistirían este año y, bajo esta premisa, resultaría poco recomendable un nuevo incremento como el que se acaba de firmar.

En su intervención ante la comisión parlamentaria hace ya más de un año Escrivá admitió que existe mucha "incertidumbre" en torno al impacto en el empleo de las subidas del salario mínimo y que por eso debía ser "cauteloso". Aun así, recomendó al Gobierno de Pedro Sánchez hacer "un seguimiento muy estrecho y muy de detalle, micro y sectorial" para analizar el efecto real.

Después la Airef encargó un informe al Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, que concluyó a finales de 2019 que la subida del SMI no había tenido impacto en el empleo en 2019. Sin embargo, el entonces secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, admitió que la subida había tenido un impacto negativo en colectivos vulnerables como los trabajadores del campo y las empleadas del hogar y reconoció que se había incrementado el fraude y la economía sumergida, pasando al mercado negro hasta 13.000 trabajadores.

Según pudo avanzar La Información tras ver la luz estos datos, el Gobierno, el Banco de España y la propia Airef preparan un informe conjunto sobre el impacto del SMI en 2019 que se concluirá y se hará público en los próximos meses. El preacuerdo para el intercambio de las bases de datos se alcanzó cuando Escrivá todavía presidía la Autoridad Fiscal. Ahora, como ministro, se ha mostrado partidario de mejorar la transparencia de la Seguridad Social para permitir el acceso a los datos necesarios para medir de manera rigurosa el impacto de esta medida.

Huelga decir que Escrivá no ha sido excluido del diálogo social. Al contrario, la patronal y los sindicatos han manifestado su interés para cerrar una primera reunión con él en la que tratarán desde la subida de cotizaciones sociales hasta las cuestiones relativas a la reforma de las pensiones en el marco del Pacto de Toledo. Antes, este mismo viernes, el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez, ha citado a los representantes de CCOO, UGT, CEOE y CEPYME a la mesa de Diálogo Social de Empleo y Relaciones Laborales para empezar a cocinar la prometida contrarreforma laboral. 

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