Sánchez centra su discurso de investidura en la economía tras el 'jaque' a Iglesias

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se reúnen en la Moncloa
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se reúnen en la Moncloa

Horas de máxima agitación las que se están viviendo este fin de semana en Moncloa y Ferraz. Mientras media España disfruta de un fin de semana de sol y buen tiempo, en el 'ala oeste' del palacio presidencial y en la sede del PSOE se está cocinando la investidura. Las negociaciones y toma de decisiones están siendo pilotadas principalmente por tres personas, además del candidato Pedro Sanchez: José Luis Ábalos, Iván Redondo y Adriana Lastra. Ellos, la "mesa camilla" de la formación de Gobierno (así la han bautizado algunos diputados socialistas), tendrán la última palabra sobre el posible pacto con Unidas Podemos. Junto a ellos están trabajando otros dirigentes como Carmen Calvo o María Jesús Montero. Mientras esto ocurre el candidato ya tiene escrito su discurso.

Sanchez sabía que las negociaciones se iban a definir en el último momento y por eso ha llegado a este momento con los deberes hechos. La Constitución indica en su artículo 99.2 que el candidato propuesto por el Rey "expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara". Por eso, en Moncloa llevan más de quince días trabajando en un documento al que el líder del PSOE pondrá voz a partir del próximo lunes.

Ese programa de Gobierno estará centrado esencialmente en la economía, según explican fuentes del entorno de Sánchez. La lucha por el empleo digno y contra la precariedad, blindar las pensiones en la Constitución y garantizar el futuro del sistema, los avances sociales, la transformación del modelo productivo y la digitalización de la economía... Todos serán asuntos que Sánchez defienda desde la tribuna de Congreso como bases programáticas de su proyecto si consigue sacar adelante la investidura. Asimismo, la ecología y la preocupación por el cambio climático será otra de las partes centrales de la intervención del candidato ante el pleno.

Estos asuntos serán, por tanto, la base del programa político de Sánchez. El pasado jueves, en Ferraz, la Comisión Ejecutiva Federal aprobó un borrador de ese discurso por unanimidad. Ahora solo falta, por tanto, definir el pacto con Unidas Podemos y esperar a que otras fuerzas, como ERC y JxCAT definan su voto mañana lunes. El "jaque", dicen en Moncloa, está consumado después de que Pablo Iglesias haya declinado formar parte del futuro Consejo de Ministros.

La economía, además, ha estado muy presente en esta última semana decisiva para intentar desbloquear la investidura. La ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, ya presionó con argumentos económicos en una entrevista en la Cadena Ser al asegurar que la mejora de la calificación de la deuda de España por parte de las agencias internacionales no se ha producido exclusivamente por la falta de Gobierno. Es decir, no ha habido ningún otro motivo para que no suban la nota. Por eso, dijo, "sería muy importante contar con un nuevo Ejecutivo en julio, porque en otoño viene una nueva oleada de ratings".

En efecto, Moody´s, Fitch o S&P han advertido del impacto del bloqueo político y la consecuente parálisis reformista. Hacen falta reformas estructurales y estas solo pueden llevarse a cabo con el impulso de gobiernos estables. También lo ha avisado en reiteradas ocasiones el Fondo Monetario Internacional (FMI): España ha perdido el tiempo. La inestabilidad política que reina desde 2015 ha impedido aprovechar el crecimiento económico para acabar con el déficit, reducir la desmesurada deuda pública y facilitar así la creación de un colchón resistente para amortiguar eventuales shocks.

Pero las cifras no van tan mal. Al menos, van mejor de lo esperado. Todo apunta a que la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre, que se conocerá el próximo día 25, coincidiendo con la segunda votación de la investidura de Pedro Sánchez, dejará la tasa de paro por debajo del 14% por primera vez en once años. Todo un logro, teniendo en cuenta que el dinamismo en la creación de empleo ya se está moderando.

Además, las previsiones económicas de verano de la Comisión Europea llegaron con buenas noticias para España. Bruselas mejoró el avance estimado del PIB hasta el 2,3% para este año y el Banco de España fue incluso más optimista al elevar su proyección hasta el 2,4%. Estos buenos augurios llevarán al Gobierno en funciones a revisar al alza el cuadro macro, según anunció Calviño hace unos días, si bien evitó concretar la cifra exacta.

Lo que sí especificó la ministra en una entrevista en Onda Cero es que el Gobierno trabaja ya en los Presupuestos de 2020. "Yo hubiera querido tener ya unos Presupuestos en 2019, aunque no fue posible", lamentó. Efectivamente, cuando queda menos de medio ejercicio por delante, se puede confirmar ya que este año transcurrirá al completo bajo el escenario financiero que diseñó Cristóbal Montoro para 2018. Es más, las cuentas prorrogadas del año pasado se trasladarán también automáticamente a 2020 a partir del 1 de enero, de manera que se culminará la octava prórroga presupuestaria de la democracia y, por primera vez, unos Presupuestos Generales del Estado se prorrogarán durante dos años seguidos ante la imposibilidad de elaborar unos nuevos.

el dato

Horas clave para decidir la investidura

La investidura se está jugando en estas horas. Ayer, sábado, arrancaron las primeras negociaciones vía telefónica entre PSOE y Unidas Podemos después de que Pablo Iglesias decidiera dar un paso a un lado y declinar participar en el futuro Gobierno. Ahora solo queda definir qué otro dirigentes morados forman parte del acuerdo y si Sánchez acepta conforma un Gobierno de coalición por primera vez en el Gobierno de España

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