Sánchez fulmina del programa electoral la 'mochila austriaca' para las pensiones

  • La Agenda del Cambio del Gobierno y los Presupuestos fallidos de 2019 serán el núcleo de la hoja de ruta del PSOE para el 28 de abril.
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EFE

Pedro Sánchez ha fulminado la conocida como 'mochila austriaca' de su programa económico de cara a las elecciones del 28 de abril. El líder del PSOE ha decidido renunciar a esta imaginativa solución para el problema de las pensiones en la hoja de ruta con la que intentará retener La Moncloa, según confirman fuentes del Comité Electoral de Ferraz a La Información. El documento final de los socialistas prescinde de esta forma de una medida que sí estaba contemplada en la 'Agenda del Cambio'.

La razón que ha llevado a Sánchez a prescindir de esta medida que presentó como novedad en el documento de reformas que pensaba implantar en España a medio y largo plazo tiene que ver con cuestiones más partidistas. Las fuentes consultadas argumentan que la 'mochila austriaca' es una medida que defiende con fuerza Ciudadanos, el partido que ya ha avisado que no pactará con los socialistas, de forma que no van a apostar con fuerza por una medida que es una bandera de la oposición.

Fricciones entre Calviño y Valerio 

La 'mochila austriaca' no es solo motivo de disputa externa sino que ya ha provocado algún roce en el seno del Gobierno. En la 'Agenda del Cambio' que diseñó el Ministerio de Economía para el posterior visto bueno de Presidencia no aparecía mencionada esta medida para las pensiones como tal. Y es que su inclusión en este documento del Gobierno llegó a suponer un importante punto de fricción entre el departamento que dirige Nadia Calviño, partidario de su implantación, y el capitaneado por Magdalena Valerio (Trabajo), más reticente a añadir esta propuesta al programa electoral por la distorsión que podría generar en el diálogo social.

Ante esta disyuntiva, finalmente el Ejecutivo de Sánchez optó por una redacción más amplia y la reforma se plasmó en el documento como la "implantación gradual de un sistema de cuentas individuales de capitalización para la movilidad a través de la creación del fondo correspondiente". Dicho fondo permitiría a los trabajadores "hacer efectivo el abono de las cantidades acumuladas a su favor en los supuestos de despido improcedente, de movilidad geográfica, para el desarrollo de actividades de formación o en el momento de su jubilación". No solo no se mencionaba literalmente el término "mochila austriaca", sino que se estableció que esta propuesta se abordaría en el marco del diálogo social, "para que su diseño y aprobación cuente con los mayores consensos posibles". Su exclusión del programa electoral supone, por tanto, otro varapalo para la ministra Calviño.

No es la primera vez –y, seguramente, no será la última– que el modelo del país alpino sale a la palestra en el debate político español. Ha aparecido en programas electorales de todos los colores, desde el PSOE al PP, pasando por Ciudadanos, pero nunca ha llegado a materializarse por su complejidad. Básicamente, consiste en una especie de hucha individual, financiada por cotizaciones de las empresas (en Austria supone el 1,53% del salario bruto), a disposición de los trabajadores para llevar consigo en caso de cambio de compañía, indemnización por despido o como complemento a la pensión de jubilación.

Pero el modelo no convence ni a la patronal ni a los sindicatos. A los empresarios no termina de gustarles porque temen que llegue a suponer un incremento de los costes laborales que acabe por afectar a la creación de empleo. Mientras, las organizaciones sindicales se muestran recelosas ante la amenaza de que esta medida reduzca el coste de la indemnización por despido, que en estos momentos equivale a 20 días por año trabajado en el caso objetivo y a 33 días en el improcedente. La clave está en el origen de la financiación y, ante el estado actual del debate, quedan muchos cabos por atar.

De cualquier manera, en su 'Agenda del Cambio' el Gobierno fía cualquier modificación de este estilo al marco del diálogo social. La reforma del sistema de las pensiones nacerá de las recomendaciones del Pacto de Toledo, con la mirada puesta en "garantizar la sostenibilidad de la Seguridad Social a largo plazo". El Ejecutivo ha descartado improvisar con este asunto. Aunque se habían comprometido a derogar la reforma de las pensiones de 2013, el adelanto precipitado de las elecciones generales ha echado por tierra los trabajos de la comisión parlamentaria y prefieren ahora esperar a abordar esta tarea después del 28-A, en caso, claro está, de salir victoriosos de las urnas y conseguir formar Gobierno para otros cuatro años de legislatura.

Hay que recordar que el programa electoral del PSOE para el 28-A está siendo elaborado en su parte económica por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y por el director del Departamento de Asuntos Económicos de Moncloa, Manuel de la Rocha. En las aportaciones también está colaborando la titular de Economía, Nadia Calviño, pese a no formar parte del partido y que no vaya a ser incluida en las listas electorales. Los tres reportan directamente a Cristina Narbona (presidenta del PSOE) y Carmen Calvo (vicepresidenta del Gobierno), que están poniendo negro sobre blanco todas las aportaciones que reciben.

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