Sánchez ofrece a PP y Cs un gran acuerdo para tener nuevo PGE y salvar el bloqueo

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante interviene este miércoles en el pleno del Congreso
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante interviene este miércoles en el pleno del Congreso
EFE

El presidente en funciones y candidato socialista, Pedro Sánchez, no está dispuesto a enfrentarse a un nuevo bloqueo político, como el último que ha abocado a los españoles a unas nuevas elecciones, y ha decidido tender la mano al Partido Popular de Pablo Casado y al líder de Ciudadanos Albert Rivera para llegar a un amplio acuerdo y sacar adelante los grandes asuntos de Estado, desde las pensiones a la integridad territorial, pasando por la financiación autonómica local. También se fija como prioridad aprobar unos nuevos presupuestos -siguen en vigor los que suscribió Cristóbal Montoro- durante el primer trimestre de 2020 para que España empiece a funcionar.

En un documento de apenas cuatro páginas, titulado Plan para avanzar y vencer el bloqueo, el PSOE también se compromete a lograr un acuerdo programático de gobierno con las fuerzas de la Cámara dispuestas a integrar una mayoría progresista, un pacto que asegura no solo tendría como objeto el voto favorable a la investidura, también buscaría fórmulas de apoyo estable durante "toda una legislatura de avance social". De esta forma, descarta la fórmula del gobierno de coalición que con insistencia planteó el líder de Unidas Podemos y que ante la negativa de aceptarla de Sánchez llevó a unas nuevas elecciones. 

En el documento, que se dará a conocer esta misma mañana, se asegura que el Partido Socialista ofrecerá a las fuerzas políticas representadas del Congreso y con el objetivo prioritario de evitar nuevos bloqueos que impidan la gobernabilidad un paquete de pactos de Estado, que incluirá un gran acuerdo para defender la democracia, la Constitución y la integridad territorial, una medida que pretende contrarrestar cualquier iniciativa unilateral que rompa el orden constitucional. La principal intención es no tener que depender de los partidos independentistas.

Otro aspecto fundamental tiene como finalidad un gran consenso que sirva para garantizar las pensiones y su cuantía -incluso aumentarla-  impulsando medidas que den sostenibilidad y suficiencia al sistema . Se compromete a actualizarlas conforme al IPC real y a elevar las pensiones mínimas y no contributivas.

Entre las prioridades de este gran pacto y abierto, desde luego, a Ciudadanos y Partido Popular, estará la financiación autonómica y local -garantizando los servicios públicos- y la lucha contra la despoblación, para enfrentarse al reto demográfico y al envejecimiento poblacional. Pero sin duda la clave del documento es el desbloqueo político, para tener presidente inmediatamente después de las elecciones.

El modelo que baraja y ofrece Sánchez es el que se contempla y ya está vigente en País Vasco o Asturias, que prevé que gobierne en primera instancia el candidato que obtenga la mayoría de apoyos parlamentarios. En caso de no lograr ningún candidato dicha mayoría y solo en ese caso, sería investido el candidato de la fuerza más votada.

Urgencia máxima

Aseguran los socialistas que inmediatamente después de las elecciones del 10N, si ganan los los comicios, iniciarán las conversaciones con todos los partidos para desbloquear España. En el plazo de 48 horas presentará una propuesta a cada fuerza con el objetivo de formar en el plazo de un mes un gobierno progresista, unido y coherente en los grandes temas nacionales y que no dependa de los votos independentistas. Los españoles decidirán en las urnas la correlación de fuerzas de los partidos, de manera que una mayoría sólida del PSOE facilitaría las negociaciones y evitaría tentaciones de otras fuerzas de seguir bloqueando.

Las fechas que maneja Sánchez quedan patentes en el documento. Admite que las Cortes se constituirán el 3 de diciembre, por lo que, tras las preceptivas consultas con el Rey, "será posible convocar y celebrar una sesión de investidura en la segunda quincena del mes de diciembre y el Gobierno deberá estar constituido antes de concluir el año". Asegura que si fuese necesario se cancelaría la tradicional suspensión navideña del periodo de sesiones del Congreso de los Diputados.

También pone plazo para la aprobación del Techo de Gasto, paso previo de la Ley General Presupuestaria, que según prevé se realizará en la segunda quincena del mes de enero, mientras el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado estará presentado para su tramitación parlamentaria durante el primer trimestre de 2020. El objetivo es acabar con el "presupuesto conservador" impulsado por el Gobierno de Mariano Rajoy y poner en marcha unas cuentas con un gran componente social.

Iniciativas legislativas para el primer año

En el catálogo de intenciones de Sánchez para el primer semestre está blindar la educación pública, dotándola de más recursos, e iniciar el proceso para universalizar la educación infantil de 0 a 3 años a lo largo de este mandato, todo ello a través de una nueva ley de educación que cuente con el máximo consenso y una ley orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, que modifique hasta 11 leyes.

También se inclina por aprobar una Ley de muerte digna y eutanasia, llevar a cabo la Reforma del Código Penal en materia de delitos sexuales, "para que todo lo que no sea un SÍ sea No", y desarrollar el proceso de transición de los sectores más directamente vinculados con el cambio climático, apoyando las actividades con mayor potencial de generación de empleos de calidad.

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