Debate del estado de la nación

Sánchez aplicará un hachazo fiscal de 3.500 millones a eléctricas y bancos

Aplicará un impuesto especial a las eléctricas y a las grande entidades financieras durante dos años, por entender que son los primeros que se están beneficiando de los efectos económicos de la guerra. 

Pedro Sánchez, debate del estado de la Nación
Sánchez aplicará un hachazo fiscal de 3.500 millones a eléctricas y bancos
CONTACTO vía Europa Press

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado el debate sobre el estado de la nación para anunciar dos subidas de impuestos, una a las eléctricas y otra a las grandes entidades financieras, con los que sacará más de 3.500 millones de euros al año durante, al menos, dos años. Sánchez llegó a señalar que se trata de las corporaciones que más se están beneficiando de los efectos de la guerra, y adelantó que la nueva tasa de las energéticas supondrá unos 2.000 millones al año para el Estado, mientras que el impuesto especial a los bancos será de otros 1.500 millones más. "Me voy a dejar la piel para defender a la clase media trabajadora de este país", señaló, para anunciar como otras medidas estrella del real decreto que se aprobará la semana que viene dentro del paquete anticrisis, una bonificación del 100% en todos los trenes de Cercanías, Rodalies y media distancia de Renfe. Como colofón, también señaló la creación de 60.000 nuevas viviendas en Madrid (operación Campamento), de las que un 60% serán públicas.

Sánchez presumió en todo momento de que España es uno de los países con los precios mayoristas de la electricidad más bajos de Europa, a pesar de las subidas de los últimos días, y llamó “curanderos” a quienes critican al Ejecutivo por ello, para exculparse de la subida de la inflación con que hay otros ocho países europeos con los precios más altos y hasta 65 en todo el mundo. El presidente ha cargado sobre la guerra de Ucrania la causa principal de la inflación, dada la sensibilidad de nuestro país a las subidas de la energía y a los precios de los alimentos, que son el germen básico de la mala situación si se hace un análisis "honesto y realista" de lo que está ocurriendo en toda Europa. 

Sánchez mostró una gran confianza en los efectos del tope al gas de Ribera frente a la guerra de Putin, con el convencimiento de que se va a lograr una rebaja de los recibos de entre el 15% y el 20%, lo que frenará en parte la inflación y permitirá acabar el año con una inflación media del 6,5%. Aún así, habló en todo momento de precios mayoristas, sin aludir a la compensación que se paga a las eléctricas por la excepción ibérica, que en el caso español amenaza con dejar ese recorte en poco más del 5%.  

El presidente empezó admitiendo todos los males que la subida de precios y la crisis energética está generando en los bolsillos de los ciudadanos y las empresas, "que muchas veces no pueden llegar a fin de mes", y se comprometió con tomar medidas para evitarlo. "No vengo a hablar del pasado -señaló tras mencionar los logros frente a la pandemia-, sino de presente y de futuro", pero el diagnóstico de la situación, a su juicio, pasa por evadir del Gobierno cualquier culpabilidad de lo que está ocurriendo, porque "no hay ninguna institución seria o estudio empírico que avale las tesis del curandero".

Frente a ello, cargo contra la oposición del PP con Núñez Feijóo, presente en el Hemiciclo, a quienes acusó de ser los defensores de los despidos frente a los ERTE que se generaron ante la pandemia, o de las bajadas de impuestos a las grandes fortunas. El presidente reconoció, no obstante, que necesitará diálogo para aplicar todas sus medidas sobre todo porque "ningún ciudadano sobre la tierra puede asegurar que la inflación se bajará de un día para otro, pero si que haremos todo y más para que baje a medio plazo", señaló. El presidente criticó duramente a los "profetas del miedo" y los replicantes de las catástrofes, para presumir de nuevo de la creación de empleo, "no como un consuelo, sino como una realidad" y un tejido empresarial que funciona. 

Lluvia de ayudas y plan de recuperación

El presidente reconoció que la crisis que se ha generado con las sanciones a Rusia, va a hacer que España crezca menos de los esperado, dado que también EEUU y Alemania, que son las dos locomotoras del mundo, se verán afectadas. Pero aún así, quiso presumir de la creación de empleo, la recuperación de sectores estratégicos y el efecto de los fondos europeos "que ya se empieza a ver". Sánchez reiteró que España es el estado de la UE más avanzado en a ejecución de los fondos europeos, con la intención de que lleguen al 95% de las pymes españolas. Para ello y frente a las críticas recibidas por los atascos administrativos, puso el ejemplo de que una de cada dos microempresas ya ha solicitado el kit digital, además de las 180 pymes que entran dentro del proyecto del vehículo eléctrico.

Del lado más doméstico, en el Gobierno cuentan con que el efecto de la guerra obligará a aumentar el teletrabajo, fomentar el transporte urbano, bajar la calefacción y usar menos el aire acondicionado. El presidente hizo un amplio repaso de todas las ayudas y medidas sociales que están en marcha, algunas de ellas ampliadas ahora para llegar a un colectivo más amplio, como las becas, los fondos para formación profesional, la sanidad y hasta una nueva asignatura en los colegios para que los niños aprendan programación.

Mostrar comentarios