Sánchez 'se hipoteca' en 18.000 millones en trenes y armas para toda una década

  • El Consejo de Ministros autoriza en una sola reunión el contrato programa de Renfe para todo un decenio y casi 8.000 millones en gasto de Defensa. 
Paso a nivel Santiago el Mayor. Soterramiento. Ferrocarril
Paso a nivel Santiago el Mayor. Soterramiento. Ferrocarril
EUROPA PRESS - Archivo

Cuando los miembros del Consejo de Ministros se levantaron este viernes 14 de diciembre de la mesa en la sala del complejo de la Moncloa lo hicieron con una nueva hipoteca bajo el brazo de más de 18.000 millones de euros que pagará el Estado -o todos los ciudadanos- durante la próxima década. Esta vez no serán medidas sociales desde su sentido más estricto, aunque el Gobierno insiste en su impacto en el empleo, sino que destinará el equivalente a dos mensualidades enteras de las pensiones al pago de una serie de ambiciosas inversiones en infraestructuras ferroviarias y planes armamentísticos de modernización para las Fuerzas Armadas.  

Eso sí: será un gasto para toda una década, tal y como ha aclarado el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en la rueda de prensa posterior a la reunión y en relación a la parte que le toca, que es la del planeamiento ferroviario. En concreto, se ha acordado destinar un total de 9.693 millones de euros en los próximos diez años. De ellos, 3.000 millones podrían habilitarse de inmediato en los próximos meses para, según ha indicado el portavoz, socialista, "procurarnos este material rodante que tanta falta nos hace".

Renfe será quien efectúe todas estas actuaciones, una vez que el Gobierno le ha garantizado el monopolio en la prestación del servicio de Cercanías y Regionales durante al menos el próximo decenio y la subvención pública para costearlo, concretada en esos casi 9.700 millones totales. Así lo establece el contrato-programa aprobado por el Ejecutivo, un documento que regula el mandato que el Estado da a Renfe para que se encargue de explotar este tipo de trenes, considerados de servicio público y ser los que más viajeros transportan, recuerda Ep.

El Gobierno opta así por que Renfe siga prestando en exclusividad estos servicios, a pesar de que en 2020 el transporte de viajeros en tren se abre a la competencia en toda la UE. La compañía ferroviaria española solo tendrá entonces que competir con otros operadores en AVE y Larga Distancia. "Ello garantiza un horizonte muy importante a Renfe", subrayó Ábalos, en referencia al plazo de diez años, prorrogable a quince.

Pero la actividad inversora comienza de inmediato, por mucho que el pago se aplace durante varias anualidades. Tanto, que la compañía podrá comenzar en enero a lanzar en cascada las compras de trenes que tiene planeadas. El grueso serán para Cercanías, en el marco de los planes de mejora de estas redes de transporte metropolitanas actualmente en marcha, aunque no se descarta adquirir también nuevos AVEs. Fomento calcula que en marzo o abril del próximo año estén ya licitados todos los procesos de compra, de los que están pendientes desde los principales fabricantes ferroviarios radicados en el país, Talgo, CAF, Bombardier, Siemens y Alstom. Es decir, justo a tiempo para antes de las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo. 

Gasto militar hasta 2032

Todo ello, en lo que respecta al ferrocarril. Al mismo tiempo que el Ministerio de Fomento se alzaba al fin con una medida que llevaba adelantando desde verano, otro Departamento de peso, como es el de Defensa, lograba el visto bueno al grueso de la inversión más inmediata para modernizar las Fuerzas Armadas. Ya en enero, en su última Pascua Militar al frente de Defensa, la anterior titular, María Dolores de Cospedal, anunció la urgencia y necesidad de invertir en siete programas de armas. La planificación siguió y, con el cambio de Gobierno tras la moción de censura, la actual ministra, Margarita Robles, dijo que echaba abajo lo que se denominó como ciclo inversor si se exceptuaban los contratos relacionados con Navantia, como las fragatas o los submarinos. 

Sin embargo, Defensa ha estado durante esta segunda parte del año, ya con el PSOE en el Gobierno, adelantando partidas para renovar los sistemas de armas de los Ejércitos y la Armada y prácticamente calcando lo que había previsto el Ejecutivo del PP y nunca pudo aprobar. En concreto, y con partidas muy dispares, hasta siete consejos de ministros socialistas han autorizado gasto operativo en Defensa, que van desde 23 nuevos helicópteros 'NH-90' por 1.381 millones autorizados el 16 de noviembre a la modernización de 17 helicópteros 'Chinook' por 1.060 millones de euros del 7 de septiembre. Antes de todo ello, el 27 de julio fue la fecha más 'inversora', dado que en un mismo día se elevó el techo de gasto para el proyecto del submarino S-80 en más de 1.700 millones y se dio el visto bueno para pagar al operador Hisdesat para el uso de dos nuevos satélites de comunicaciones militares por 1.397 millones para el periodo comprendido entre 2023 y 2037. En otras tres reuniones ninguna de las partidas superó los 30 millones.

Hasta este viernes, cuando el Consejo de Ministros ha batido su récord en cuanto a gasto en Defensa y ha autorizado una inversión de 7.331 millones de euros en tres programas hasta el año 2032: la construcción de cinco fragatas F110 por 4.325 millones; el desarrollo y construcción de un nuevo vehículo blindado sobre ruedas, conocido como 'Dragón' por 2.100 millones; y la actualización y modernización del 'Eurofigther', el avión de combate europeo, por 906 millones de euros.

Según ha informado el Ministerio, "esta partida presupuestaria engloba el aumento del techo de gasto para tres programas en vigor, con lo que se destinará de forma íntegra a la renovación y actualización de material de las Fuerzas Armadas". "El Ministerio de Defensa potenciará con este aumento del gasto tres grandes proyectos, que tendrán un importante impacto en la economía y en la industria de defensa española" y que generarán unos 8.500 empleos entre directos e indirectos.

En total, si se suman los planes aprobados este viernes a todos los registrados en los meses anteriores, el Gobierno socialista ha puesto en marcha proyectos militares por un valor global cercano a los 13.000 millones de euros. A diferir de aquí a más de diez años y que se suman a las partidas millonarias (en torno a 2.000 millones de euros al año) que se destinan cada ejercicio a pagar los conocidos como Planes Especiales de Armamento (PEAS) que se llevan pagando desde principios de siglo en muchos casos.  

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