Sánchez sigue de campaña 'social' y pone al PSOE como único garante de progreso

  • El presidente del Gobierno recupera la baza de la corrupción y culpa a PP y Cs de ser los únicos responsables de tumbar sus Presupuestos. 
Pedro Sánchez y Guillermo Fernández Vara
Pedro Sánchez y Guillermo Fernández Vara
PSOE

Segunda jornada de precampaña y de medidas a las que no está dispuesto a renunciar. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha remontado la Ruta de la Plata desde Sevilla a Mérida y ha aprovechado su paso este domingo por uno de los feudos socialistas más marcados (solo en una legislatura no gobernó el PSOE en Extremadura) para continuar con su agenda de corte social. Como en la capital andaluza, ha subrayado que lo primero que hará si gana el próximo 28 de abril será aprobar sus "Presupuestos sociales". "Todos los partidos políticos quieren el progreso económico, pero el progreso para la derecha es el progreso de unos pocos y para la izquierda, que o todos progresamos o aquí no progresa nadie", ha resumido su argumentario.

"Se nota que tenemos ganas de votar el 28 de abril", ha llegado a pronunciar el jefe del Ejecutivo en alusión a la asistencia de socialistas a la Conferencia Política Regional del partido en Extremadura en la que participa este domingo en Mérida y antes de entrar en el pabellón del Ifeme, que tiene capacidad para 1.200 personas, y donde se han quedado fuera cientos de personas.

Sánchez, según informa Ep, ha tomado un micrófono junto al secretario general del PSOE de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y ha dirigido unas palabras a los asistentes, a los que ha dado las gracias por el trabajo. Fernández Vara ha pedido disculpas a los que se han quedado fuera. "Estamos desbordados", ha dicho.

Después, durante su intervención, el jefe del Ejecutivo se ha volcado en los aspectos más sociales de su propuesta... y de su acción de Gobierno en los pasados nueve meses. A este respecto, ha recordado que había "mayoría parlamentaria" para sacar adelante desde la eutanasia a la reforma laboral, pasando por las pensiones y, sobre todo, para acordar los Presupuestos Generales de 2019. Pero todo ello lo "han bloqueado el PP y Cs por su interés partidario". "Nos han bloqueado y paralizado", se ha lamentado sin incluir en la ecuación los votos de los independentistas catalanes que decantaron la balanza el pasado miércoles. 

En un tono aún más político que en Sevilla, ha insistido en el riesgo de caer en la abstención y no acudir a votar el 28 de abril, porque la derecha solo quiere un país "donde caben unos pocos". "Hay que dar la espalda a la crispación y al egoísmo de una derecha que solo se ha mirado el ombligo", ha incidido a la vez que subrayaba que "si no hay movilización, la abstención puede dar el triunfo a los extremismos y a los movimientos ultras".

Muestra de ese extremismo, el líder socialista ha puesto como ejemplo la oposición que mantuvo el PP contra la subida del Salario Mínimo Interprofesional y la postura que mantuvo su Gobierno, convencido de que "un país rico no puede tener trabajadores pobres" y que, al igual que ocurre con los derechos fundamentales, ya no hay vuelta atrás: "Esos derechos y libertades se tardan siglos en conquistar pero, una vez conquistados, su defensa no termina nunca".

Imbuido del ambiente mitinero, Pedro Sánchez se ha extendido en la imagen "del pasado" que representa la derecha e incluso ha llegado a ironizar con dureza: "En términos electorales tienen poca cabeza, porque en el siglo XXI, que es el siglo de las mujeres, cualquier proyecto que se plantea en contra de las mujeres pierde seguro".

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