Sánchez también lleva a Barcelona el alza a funcionarios de un 2,25% más variables

  • El Gobierno confirma que la subida salarial a los empleados públicos se aprobará por real decreto para que entre en vigor el 1 de enero.
Pedro Sánchez en la sesión de control al Gobierno del Senado
Pedro Sánchez en la sesión de control al Gobierno del Senado
EUROPA PRESS

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, va a desembarcar este viernes en Barcelona cargado de medidas de impacto. A la ya anunciada de llevar al Consejo de Ministros de la Ciudad Condal la subida del Salario Mínimo Interprofesional en un 22%, acaba de sumar otro incremento de calado: el aumento de los sueldos de todos los funcionarios en un 2,25%, así como otros 0,5 puntos en variables. 

Así lo ha avanzado Sánchez durante su comparecencia en el Senado para explicar las líneas generales de la acción política de su Gobierno. El anuncio confirma lo que ya adelantó el secretario de Estado de Función Pública, José Antonio Benedicto, y la propia ministra Meritxell Batet, cuando expresaron la voluntad del Ejecutivo de cumplir en su totalidad el II Acuerdo de mejora del empleo público y de condiciones trabajo, incluidas las subidas salariales, aunque no logre aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2019.

Tenía que ser en la recta final del año para que entrase en vigor el 1 de enero. Finalmente, será este viernes, 21 de diciembre, y en Barcelona, cuando el decreto de subida salarial para los funcionarios vea la luz. El texto recogerá un incremento de los sueldos del 2,25% para 2019, pero hay que recordar que el acuerdo alcanzado en marzo con el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tenía condicionantes, como la evolución prevista del Producto Interior Bruto (PIB).

En este sentido, el presidente del Gobierno ha garantizado que al alza de las nóminas del 2,25% se sumará un 0,25% variable en función del PIB,  más otro 0,25% procedente de fondos adicionales. Si bien Sánchez no ha concretado si en el acuerdo con los sindicatos se ha incluido la rebaja de las previsiones de crecimiento respecto a las del anterior Ejecutivo. Recordemos que los representantes de los empleados públicos demandaban vincular el incremento variable a la nueva proyección de avance del PIB del 2,3% y no al 2,5% anterior.

En total, en un escenario de máximos, la subida salarial podría alcanzar el 2,75%. Sin embargo, es muy improbable que se logre este incremento, dado que las previsiones de los analistas apuntan a una desaceleración de la economía para 2019 hasta el entorno del 2,2%. Recordemos que el acuerdo concretaba cinco centésimas de subida salarial por cada décima de crecimiento del PIB superior al 2%. Es decir, si la economía avanza un 2,1%, el salario subirá un 2,3%, y así hasta un avance del PIB del 2,5%, que generaría un incremento en las retribuciones del 2,5%.

A la vista de esta senda y de sus escasas posibilidades de implementarse al cien por cien, el sindicato de funcionarios CSIF ha celebrado el anuncio, no obstante, ha indicado que Función Pública le ha trasladado que podrían incluso negociarse los fondos adicionales de 2018, 2019 y 2020, por lo que este porcentaje adicional podría elevarse al 0,75%.

"Va a ser en Barcelona, donde el Consejo de Ministros impugne una devaluación salarial que ha sufrido nuestro país por culpa del anterior Gobierno", ha defendido Sánchez desde la tribuna. Será en ese escenario, no casual, donde el Ejecutivo apruebe la subida de los sueldos mínimos legales y la de los salarios de los funcionarios. En su intento por lograr apoyos a los PGE que pretende llevar al Congreso en enero, el Gobierno quiere escenificar en la Ciudad Condal su compromiso con estos dos colectivos, aprobando medidas de calado social para combatir el rechazo de los partidos independentistas a sus cuentas públicas.

Hace apenas unas semanas, CSIF exigía al Gobierno que no "use a los empleados públicos como rehenes de la negociación presupuestaria". Su impresión de la última reunión de la comisión de seguimiento del acuerdo fue que el Ejecutivo socialista está utilizando a los funcionarios "como última baza para sacar adelante las cuentas". De cualquier manera, la voluntad de CSIF era que se garantizara que, si se produjera una prórroga presupuestaria o un retraso en la aprobación de los Presupuestos, los empleados públicos recibirían sus retribuciones actualizadas. Y así será, según lo anunciado por Sánchez.

De paso, el presidente consigue con este movimiento apaciguar los ánimos de los empleados públicos, que ayer mismo arrancaron una campaña de movilizaciones para exigir al Gobierno garantías de que les subirán el sueldo en 2019, independientemente de la tramitación de unos Presupuestos que tienen pocas expectativas de salir adelante. Con el apoyo de Unidos Podemos garantizado, la pelota está en el tejado de ERC y PDeCAT, que ya han adelantado que no pactarán las cuentas si Sánchez no da una solución política a la crisis catalana. Por el momento, fuentes de CSIF confirman a La Información que las protestas quedan en "stand by" hasta analizar el contenido del texto legal que se aprobará el viernes.

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