Sánchez 'tira' de desaladoras en Levante ante la guerra del trasvase Tajo-Segura

  • No se compromete a acabar con la cesión de aguan entre cuencas, pero pretende que no se generen situaciones de carencia en las zonas de origen.
El presidente del Gobierno y candidato del PSOE, Pedro Sánchez, a su llegada al Pabellón Florida Babel en Alicante donde participó en un acto electoral de su partido. EFE/Juan Carlos Cárdenas
El presidente del Gobierno y candidato del PSOE, Pedro Sánchez, a su llegada al Pabellón Florida Babel en Alicante donde participó en un acto electoral de su partido. EFE/Juan Carlos Cárdenas

El presidente del Gobierno entró de lleno este sábado en la guerra por el reparto del agua en España, centrada sobre todo en la polémica del trasvase Tajo-Segura, con una solución basada en el desarrollo de las desaladoras en la zona de Levante y el sur del Mediterráneo, conectadas entre sí y con toda la red, de forma que se pueda garantizar el suministro de agua sin tener que dejar sin recursos a nadie. Ese fue el mensaje principal que el líder socialista quiso lanzar en su mitin de Alicante, para dar un respaldo al candidato de su formación a presidir la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y evitar enfrentamientos con otras autonomías, como la mayor receptora de agua del trasvase (Murcia) o la cuenca de origen del Tajo en Castilla-La Mancha.

La solución que plantea Sánchez en campaña electoral ya había sido apuntada por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, este mismo mes, cuando desveló que dentro de sus planes está el desarrollo y la interconexión de las desaladoras del Mediterráneo, para frenar la detracción de agua del Tajo y cumplir con la sentencia del Supremo que pone en duda la validez del trasvase dado el deterioro que supone para las cuencas del río en Aranjuez, Toledo y Talavera de la Reina.

La ministra anunció en un evento en Madrid que dentro de los planes de su ministerio estaba que la Confederación Hidrográfica del Segura licitara lo antes posible un proyecto para interconectar el agua de las desaladoras y los canales en Almería, Murcia y Alicante, de forma que funcionaran como una red que llevara agua "allí donde falte" independientemente de donde proceda. Ese proyecto, que pretende duplicar la cantidad de agua desalada que ahora se utiliza en la zona hasta superar los 500 hectólitros cúbicos, le ha servido este sábado al presidente del Gobierno para garantizar en la Comunidad Valenciana que es posible tener agua para todos sin tener que enfrentarse con las zonas de las que viene el agua, principalmente, Castilla-La Mancha.

Al contrario, Sánchez aprovechó el mitin de Alicante para evitar esa guerra y recordar los 200.000 millones de inversión que supone su plan para la transición ecológica y el cambio  climático, donde estarán contenidas las inversiones en agua, tras lo que llamó a la Comunidad de Valencia a "ponerse a la vanguardia de todo ese cambio". "El Gobierno va a garantizar siempre suministro a las provincias que necesiten agua, pero  tenemos que reivindicar la utilización de más desaladoras para tener  autosuficiencia en recursos hídricos", señaló, para rematar su mensaje electoral en la Comunidad, que también vota sus elecciones municipales y autonómicas el próximo domingo junto con las generales, con la promesa de llevarles más dinero con un nuevo modelo de financiación autonómicas, tras los tres años de escasez de recursos que han sufrido.  

La polémica por el trasvase Tajo-Segura, que enfrenta a la cuenca del Tajo con las comunidades de Valencia y Murcia, dio un giro radical el mes pasado tras conocerse una sentencia del Tribunal Supremo que ponía en duda la validez de esa cesión de agua, si de ella se deriva que las cuencas del río en origen se quedan deterioradas de forma irreversible por la falta de agua que supone una detracción demasiado intensiva.

Levante en el foco de la campaña

Alicante se ha convertido este sábado en el foco de la campaña electoral, con actos convocados por los líderes de casi todos los grandes partidos en liza. El responsable del PSOE ha sido el primero en lanzar su mensaje y ha arremetido contra la corrupción que sufrió la Comunidad Valenciana con el anterior gobierno del PP. "Algunos quieren tanto a España que decidieron quedarse con el dinero de los españoles en su bolsillo", ironizó Sánchez, para insistir en que "la buena gente no roba ni insulta ni espía" y recordar que "las cloacas del Estado se fueron por el desagüe el día de la moción de censura contra la corrupción del PP". 

Desde un punto de vista puramente económico, el líder socialista repasó todos los supuestos logros sociales que se han hecho en los apenas ocho meses de su gobierno y con 84 diputados, entre el que destaca la subida del SMI. A su entender, ninguno de los malos augurios que se le achacaban a esta medida han ocurrido, algo que le justifica para asegurar que "se puede hacer política económica vinculada a las mejoras sociales y cuadrar las cuentas con un déficit del 2% a finales de este año". 

Sánchez aprovechó el marcado carácter feminista de su programa para atacar a la candidata del PP por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, y su "frivolidad al hablar de la violencia de género". El todavía presidente recordó que hay 11.ooo agresiones sexuales en España cada año y para paliar esa lacra no hay más remedio que reformar el Código Penal y dejar claro que en ese ámbito "no es no siempre", tanto cuando se dice expresamente como cuando no se otorga ningún tipo de consentimiento. "Nosotros queremos una España donde las mujeres puedan desarrollarse y estén libres, seguras y vivas, en pie de igualdad -remarcó-; todo lo que no sea sí, es un no, y eso tiene que estar reconocido en el Código Penal".

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