Las sandias duplican su precio

El 'sandiazo marroquí': la guerra que ya ha perdido España y además paga cara

Dos de cada tres sandías que se consumen en España no son nacionales, proceden de Marruecos o Senegal, quienes inundan el mercado con sus productos aprovechando sus bajos costes de producción.

Rey Mohamed VI de Marruecos
El 'sandiazo marroquí': la guerra que ya ha perdido España y además paga cara
Europa Press

La llegada del verano supone la entrada al mercado de nuevas frutas de temporada como el melocotón, el melón o la sandía. En el caso de esta última, su precio se ha duplicado en apenas un año, una situación que no sólo está motivada por la inflación, la guerra de Ucrania o los factores climáticos. Los datos de Mercamadrid, el mayor mercado de España, muestran cómo desde el 1 de junio las variedades mayoritarias con semillas se han vendido a un precio medio de 0,66 euros el kilo, mientras que las que no las tienen lo han hecho a 1,29 euros. En el mismo mes de 2021, el precio de la sandía típica con semillas era de 0,41 euros el kilo, que subía a 0,54 euros para la gama sin pepitas. Los incrementos de precios entre un año y otro son de más de un 60% para las sandías con semillas y de un 139% para las que no tienen

Dos de cada tres sandías que llegan a Mercamadrid son importadas de Marruecos, que lleva años conquistando el mercado español tras acordar con la Unión Europea su conversión en un producto libre de aranceles y contingentes. En lo que llevamos de año, el centro de distribución madrileño ha recibido 14 millones de sandías marroquíes sobre un total de 20. Su producto ha conseguido entrar en las casas de los españoles a base de igualar el precio de la variedad española, hasta el punto de que los precios señalados en el primer párrafo fueron exactamente iguales para el producto almeriense y el marroquí, según los datos consultados por La Información.

Desde 2014, el reino alauí ha multiplicado por nueve las importaciones a España, pasando de 9.971 toneladas en 2014 a 90.606 en 2020, según datos de la Comisión Europea. El valor de esas importaciones se ha elevado de 4,3 a 52,3 millones de euros. Mientras, Marruecos ya ha logrado hacerse con mercados tan importantes como el francés o el de los países nórdicos.

Anteriormente venían desde Costa Rica o Panamá, pero ahora se traen de Marruecos y Senegal, que cubren toda la temporada de verano

"Anteriormente venían desde Costa Rica o Panamá, pero ahora se traen de Marruecos y Senegal, que cubren toda la temporada de verano. La sandía marroquí es más grande, tiene semilla y está destinada a un consumidor específico en España, que es la población con menos recursos. Son un producto distinto a la sandía española", asegura Andrés Góngora, responsable del sector de frutas y hortalizas en la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). Hace una década, empresas españolas decidieron trasladar su producción a Marruecos, incentivados por el menor coste de la mano de obra y unas condiciones climáticas semejantes a las del sur español. 

La especialización del producto con el paso de los años y el descenso en los costes de producción les ha permitido igualar los precios de la sandía española, garantizando, además, un mayor margen de beneficio. Los agricultores españoles han visto caer sus ventas por la introducción de variedades que sustituyen a las más rentables, como es la sandía temprana, que en España se recolecta a finales de abril y tiene unos costes de producción bastante altos, de unos 0,60 euros el kilo si es sin pepitas, que se repercuten al cliente y permitían obtener cierto beneficio. 

En 2021, Marruecos vendió en la Unión Europea un 50% más de su fruta que el año anterior: 75,3 millones de kilos más, y lo hizo a un precio superior a la española: 0,62 euros el kilo frente a los 0,53 euros el kilo. En el lado contrario, España redujo sus entregas a países comunitarios un 4%, 27,3 millones de kilos menos, que suponen el tercer año de descenso consecutivo, aunque continúa liderando las exportaciones: el 36% de las sandías que se comen en la UE proceden de nuestro país.

La sandía que viene de Senegal, de peor calidad, siempre es un gran negocio. "Pueden perder hasta un 50% del contenedor y seguir siendo rentables"

La sandía tardía, con unos rendimientos normales, se comercializa a 0,35 euros el kilo de media. Sin embargo, las producciones del exterior entran al mercado europeo "por debajo de los 0,30 euros, y a partir de ese momento ya no es viable una explotación de sandías", afirma Roque García, portavoz de UPA-Almería. El modelo de Marruecos se está replicando en Senegal, que ha empezado a traer sandías a España desde hace unos meses. Las mismas empresas españolas que trataron de aprovecharse de una mano de obra mucho más barata en Marruecos quieren copiar ahora el modelo un poco más al sur, aunque tengan que afrontar problemas de logística o refrigeración. "Pueden perder hasta un 50% del contenedor y seguir siendo rentables", afirma García, que también cuestiona el producto final: "Es peor, pueden parecer buenas sandías pero a los dos días pierden su calidad". 

Los precios también han subido porque 2022 ha sido un año atípico. La campaña de 2020 fue "espectacular" tanto en producción como en ventas. Animados por ello, muchos agricultores que hasta entonces no plantaban decidieron hacerlo, convirtiendo la campaña de 2021 en "un desastre". Este es, para García, un "año de transición" que ha estado condicionado por la meteorología: una primavera muy lluviosa, nubes de polvo sahariano y ahora la calima son factores climáticos que han afectado a la producción: "los rendimientos por hectárea son de un 50% de pérdidas, aunque en algunas explotaciones alcanzan el 80%. Esto ha hecho subir el precio ha subido en origen los 80 o 90 céntimos por kilo", afirma Góngora. También ha generado un importante retraso en la producción: "no se pudo plantar a tiempo y la que se plantó, se inundó". 

Sin embargo, no todo es culpa de los productores, que piden llegar a acuerdos con los supermercados para potenciar el consumo e incentivar la demanda mediante el lanzamiento de promociones. "El intermediario ha comprado caro, ha mantenido sus márgenes, que son muy altos, y como no han tenido un abastecimiento sencillo, no bajan los precios. En mayo no había producto y el precio se utilizaba para controlar la demanda, pero no entendemos por qué ahora siguen teniendo esos precios", concluye el responsable de COAG. 

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