Carcedo rompe el techo del MIR y CCAA y médicos trabajan en jubilaciones a los 70

  • Administraciones y profesionales impulsan un plan con cuatro patas para poner fin a los desajustes y atajar el envejecimiento de las plantillas.
Comparecencia de la ministra Carcedo en la Comisión de Sanidad
Comparecencia de la ministra Carcedo en la Comisión de Sanidad
MINISTERIO DE SANIDAD - Archivo

No es un problema de falta de médicos -España está por encima de la media europea- y sí de su desigual distribución, con un importante déficit en las zonas rurales, y de escasez de profesionales en algunas especialidades y exceso en otras, unos contratiempos que transcienden ahora pero que se vienen gestando hace tiempo y que, como las crisis, son cíclicos. Recomponer la situación, agravada por el envejecimiento de una plantilla que forzará la jubilación de un tercio de los actuales profesionales durante los próximos diez años, es el objetivo que se han fijado ahora el Ministerio de Sanidad, las consejerías de Salud de las comunidades, los médicos y los sindicatos que les representan.

Coinciden en que una sola medida no es suficiente y que acabar con buena parte del problema requiere un conjunto de iniciativas, desde aumentar el número de plazas de Médicos Internos Residentes (MIR) para que se ajusten, como mínimo, al número de alumnos que salen de las facultades; a prolongar la edad de jubilación de forma voluntaria, un asunto en el que ya trabajan profesionales y comunidades. Otra de las patas, defendida por los médicos y el ministerio, es incentivar económicamente los traslados a las zonas donde exista demanda, algo que sería responsabilidad de las consejerías autonómicas.

El ministerio hizo llegar la semana pasada un amplio informe a las comunidades en el que dibuja del panorama de la profesión médica de aquí a 2030 y en el que hace hincapié en el déficit de 4.000 especialistas, un número que si no se ponen soluciones solo puede aumentar debido a las jubilaciones. Faltan, fundamentalmente, médicos de familia -además uno de cada cuatro tiene más de 60 años y poco más de un 10% tiene menos de 40-, pediatras, anestesistas, radiólogos y urólogos.

El desajuste entre los alumnos que salen de las facultades de Ciencias de la Salud y el número de plazas de MIR ofertadas en cada convocatoria es una parte del problema. Mientras que los puestos para médicos residentes han ido disminuyendo año tras año, no se han recortado los de pregrado, ya que el número de facultades no ha parado de crecer y sitúan a España como uno de los países con más centros del mundo. Esta situación aboca a un incremento exponencial de médicos sin título oficial y a una situación, que si no se ataja, les condena al paro, al 'exilio' o a buscar opciones en el sector privado.

En 2019 se romperá el techo de cristal de las plazas de MIR de los últimos años y la oferta irá acorde a los facultativos que salgan de la Universidad. El próximo día 2 de febrero se celebrará el esperado examen, que este año será especialmente disputado, en el que el número de aspirantes -14.575- más que dobla al de las plazas, 6.797, que son 284 más que en 2018. También han aumentado los puestos para a Enfermero Interno Residente (EIR) -1.092 vacantes y 41 plazas más-, y las de Farmacéutico Interno Residente (FIR) -267 y 22 más-. Para Química habrá 22; para Biología, 49; mientras en Psicología serán 141 y en Radiofísica, 34. En 2020 las nuevas plazas de MIR aumentarán en 401.

LAS CLAVES

Así es el examen MIR que se celebra el 2 de febrero

El examen para acceder a un puesto de Médico Interno Residente (MIR) en un hospital, que permite especializarse en una rama de la medicina, consta de 225 preguntas de respuesta múltiple (test) de medicina. Cada pregunta acertada vale 3 puntos y cada pregunta fallada resta – 1 punto.

La nota obtenida en el examen (90 % de la nota final), junto con la valoración del baremo o expediente académico (10% de la misma), permite clasificar en orden decreciente de puntuación a todos los presentados. Los que obtengan las puntuaciones más altas escogerán, unos meses después  la especialidad y el hospital donde la realizarán de las plazas ofertadas de formación sanitaria especializada.

La prueba, que busca ordenar a los aspirantes en una lista, del primero al último, según su puntuación de examen + baremo, dura cinco horas y evalúa conocimientos médicos de 8.000 a 25.000 médicos, según las diferentes convocatorias.

Miguel Ángel García, secretario de Estudios Profesionales de la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM), admite a La Información que el actual situación era predecible y que hace imprescindible trabajar en diferentes ámbitos para contrarrestarla. Propone una oficina técnica en la que participe la profesión médica que sirva para asesorar en materia de recursos humanos a las administraciones, con el fin de poner luz y anticiparse a los problemas.

García insiste en que no se puede "militarizar" a los médicos, como hacen algunas consejerías, para redirigirlos, y apuesta por una política de incentivos profesionales y económicos como una de las bases para solventar el déficit de médicos y especialidades en zonas rurales y en algunas provincias. Es la línea que se defiende desde el ministerio, que puntualiza que esos incentivos dependerían de la gestión de cada comunidad autónoma, que son los que tienen finalmente la obligación de cubrir esas plazas.

García apunta que aumentar las plazas de MIR para vincularlas al número de personas que acaban la carrera es una buena opción, pero incide en que en este momento hay 7.000 facultativos que se quedaron sin puesto. En cuanto a la jubilación flexible para médicos, un asunto en el que trabajan ahora las comunidades, es otra de las medidas que se debe poner en la mesa y señala que comunidades como Madrid han abierto la puerta a esta opción, que requiere que los médicos vayan a reclamarla.

Mientras, la Comunidad Valenciana ya ha decidido prolongar la jubilación médica hasta los 70 años dentro del Plan de Ordenación de Recursos Humanos elaborado por la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública con el fin de paliar el déficit de profesionales, en la comunidad en la que proporción de médico-ciudadano es menor. También la Consejería de Salud de Murcia ha eliminado este año la jubilación forzosa de los facultativos a los 65 años.

Precariedad en atención primaria

Otro de los aspectos que han denunciado los sindicatos médicos es el descontento de los profesionales, fundamentalmente en la atención primaria, saturada y que se enfrenta a situaciones de precariedad, exceso de trabajo y agresiones. La última macroencuesta realizada por la Organización Médica Colegial en colaboración con CESM, a la que respondieron 13.500 facultativos, constata que el 70% de los facultativos de atención primaria atiende diariamente a más de 30 pacientes y el 85% admite que no les puede dedicar más de diez minutos. 

Destaca que la situación laboral extrema, la elevada temporalidad y la imposibilidad de progresar profesionalmente hace que uno de cada cuatro se plantea -y ha buscado alternativas- abandonar su trabajo y el mismo porcentaje lo ha barajado, pero no ha dado el paso. El 40% cree que las administraciones tendrían serias dificultades para ocupar estos puestos vacantes si quedaran libres.

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