Santander advierte que ciclo del "súper empleo" en Chile llega a su término

Santiago de Chile, 26 jun.- El Banco Santander advirtió hoy que el ciclo del "súper empleo" en Chile que se prolongó por ocho trimestres ha llegado a su término, especialmente por la desaceleración de la inversión y específicamente de aquella vinculada a la construcción.

"Así, esperamos niveles de al menos 7,0 % de desempleo durante el 2014 para aumentar a 7,5 % en 2015, cuando nos encontremos en la parte más baja del ciclo", precisó el informe "Estudios y Políticas Públicas", de la entidad financiera.

Según el estudio, el hecho de que el ciclo del "súper empleo" se haya generado tan rápido y que tal vez pueda terminar con la misma facilidad, habla de un mercado "laboral frágil".

"En efecto, detalla, el desafío desde el punto de vista de las políticas públicas es aumentar la productividad laboral y la tasa de participación".

Explica que la productividad promedio del trabajador chileno es de 20,9 (medido como producto por hora trabajada, en dólares corrientes), menos de la mitad del promedio de la OCDE (44,1, y los niveles de participación siguen siendo muy bajos en especial para jóvenes (20-24 años) y mujeres (55,5 % y 47,6 %, respectivamente), a pesar de haber aumentado en el caso de las mujeres (desde 44,3 % en marzo de 2010).

En línea con lo anterior, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), de la que Chile es miembro, en uno de sus informes recomienda para Chile mejorar el acceso a salas cunas y jardines infantiles y aumentar la participación femenina en la fuerza de trabajo.

Adicionalmente, identifica los altos montos de indemnización como una rigidez del mercado laboral que reduce el empleo juvenil y merma la productividad.

Añade el análisis que por el lado de las competencia de los trabajadores, un problema identificado es la asimetría entre lo que requieren las empresas y las habilidades que ofrecen los trabajadores.

Asimismo, el bajo nivel de certificación de habilidades hace que trabajadores de sectores menos pujantes de la economía no sean capaces de cambiarse a otros sectores, lo que genera rigideces en el mercado laboral y "bolsones" de desempleo focalizados.

El mercado laboral es relativamente frágil. Por tanto, sostenemos que las bajas cifras de desempleo se explicarían por una poca prevista oferta de trabajo, más que una sostenida expansión en la demanda.

Si bien en el comienzo del ciclo expansivo la tasa de creación de empleo se situó en un promedio de 8 % anual durante 2010, la fuerza de trabajo creció a la mitad de la velocidad (4 % anual).

Estas cifras, añade el Santander, si bien elevadas, sólo se sostuvieron al comienzo del ciclo, decreciendo para ubicarse en niveles de 2 % y 1 % en los últimos años.

De lo anterior, se desprenden dos conclusiones. Primero, que la fuerza de trabajo, si bien tiene capacidad de aumentar sus tasas de crecimiento, es limitada, y no alcanza a igualar a la de creación de empleo en períodos expansivos; y segundo, que los períodos expansivos son relativamente cortos.

El análisis anterior encuentra su contraparte en la capacidad similar de destrucción de empleo, situación que se verificó con toda claridad durante la reciente crisis sub-prime. Entre 2008 y 2009, el desempleo promedio pasó de 7,7 % a 9,6 %, con máximos cercanos al 11 % a mediados de 2009.

Si bien no son directamente comparables con las cifras de creación de empleo a partir de 2010 "durante la anterior crisis Chile pasó de crear empleos a un promedio de 2 % anual, a destruir empleo a tasas de entre 1 % y 2 % en cosa de meses", subrayó el estudio.

El Santander considera que la discusión sobre el mercado del trabajo recién comienza y que si bien ha aumentado el bienestar en los últimos años "son necesarias reformas más estructurales para asegurar que este aumento en el bienestar se mantenga estable e incluso aumente en el futuro", concluye.