Santander, Calyon y Societe Generale garantizan a OHL el éxito de la ampliación de capital

  • La compañía de Juan Miguel Villar Mir aprueba hoy sacar al mercado nuevas acciones del grupo, que le permitirán obtener hasta 199,5 millones con los que mejorar su salud financiera.
Ruth Ugalde
Ruth Ugalde

El dueño de OHL, Juan Miguel Villar Mir, nunca da puntada sin dedal. Por eso, ante la ambiciosa operación en que ha embarcado a su compañía (ampliar el capital hasta un 50%) no podía dejar ningún hilo suelto.

Consciente de que el mercado puede no estar preparado todavía para una operación de este tipo, el empresario se ha cubierto las espaldas con Santander, Calyon y Societe Generale.

Esta tres entidades aseguran el 42,84 de las nuevas acciones que saldrán a circulación. ¿Y el otro 57,16%? Es el porcentaje que Villar Mir se ha comprometido a comprar. Moraleja, el éxito está garantizado.

Esta armadura cobra el doble de importancia cuando se recuerda que OHL no se puede permitir el lujo de un tropiezo, sobre todo, desde que las agencias de calificación crediticia Moody's y Fitch relegaron sus bonos a la consideración de basura.

Esta nota dificulta, y mucho, a la constructora abordar sus ambicosos planes de crecimiento (quiere mantener su ritmo de inversiones 1.000 millones de euros anuales), porque la emisión de bonos es una de sus principales vías de financiación, que ahora ha quedado atascada por el suspenso que le han puesto de Moody's y Fitch.

Para recuperar el aprobado y mantener su ritmo inversor, Villar Mir ha diseñado la siguiente jugada: amplía capital por importe de 199,5 millones de euros (de los cuales él pone el 57,16%), ese dinero lo utiliza para reducir deuda, lo que mejora su ratio de apalancamiento (principal indicador de la salud financiera de una compañía) hasta los niveles que exigen Moody's y Fitch para dejar de ser un bono basura.

Además, al mejorar su ratio de apalancamiento, OHL podrá hacer emisiones de bonos más baratas, es decir, podrá conseguir financiación en mejores condiciones.

Hasta ahora, la compañía siempre se ha movido en la horquila de entre 3 y 3,5 veces ebitda (beneficio bruto operativo), y ahora va a quedarse por debajo de las 3 veces. Esto significa que, para devolver todas sus deudas, la compañía necesita las ganancias operativas de tres años, del mismo modo que el importe medio de una hipoteca española suele ser cuatro o cinco veces los ingresos anuales del hipotecado.

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