El sector del turismo en España ha pedido al Gobierno ayudas directas para paliar al alza de los precios de la energía, así como un programa de bonos al consumo y la reducción temporal de la fiscalidad. La alianza Competur -integrada por Hostelería de España (que engloba a restaurantes, bares, cafeterías y pubs), Cerveceros de España y la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT)- ha impulsado estas peticiones al Gobierno. Su argumento parte de que aunque España es el segundo país europeo con mayor afluencia de turistas, se sitúa en desventaja al resto de la Unión Europea, que ya han implantado medidas para hacer frente a los altos precios energéticos.
La escalada de los precios de la energía provocada por la invasión rusa de Ucrania ha empujado tanto a los carburantes de automoción como a la electricidad a cerrar marzo en máximos históricos, una situación que ha llevado al Gobierno a tomar medidas excepcionales para amortiguar su impacto en los consumidores. Durante la última semana, tanto la gasolina como el gasóleo han vuelto a subir tras la tregua de días atrás con la caída del precio del petróleo, y mientras que la primera ha marcado su segundo precio más alto de la historia, el gasóleo ha alcanzado un nuevo récord.
Además, la factura de la luz de marzo para un consumidor medio acogido a la tarifa regulada o PVPC será la más cara de la historia, tras situarse por encima de los 120 euros mensuales, lo que supone crecer más del doble respecto a años anteriores. De esta manera, el sector turístico, a través de Competur, ha reclamado un paquete de ayudas directas, bonos al consumo para fomentar la demanda y un tipo superreducido temporal para la hostelería, así como una rebaja a los impuestos especiales que gravan algunos de sus productos, como por ejemplo la cerveza.
La propuesta forma parte de un plan específico para impulsar el sector turístico español y mantener el empleo, al tiempo que se apoya en las medidas que países como Italia, Francia, Polonia, Grecia y Alemania ya han puesto en marcha. En concreto, Italia ha reducido el IVA energético, mientras que Polonia ha eliminado temporalmente el IVA aplicado a los alimentos y Alemania y Grecia han mantenido las reducciones aplicadas al IVA del sector turístico
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