La seguridad alimentaria en Siria aumenta respecto al mínimo histórico de 2016

  • Naciones Unidas atribuye el incremento a mejoras en la seguridad, la apertura de rutas y mayores lluvias
EUROPA PRESS

La seguridad alimentaria en Siria ha aumentado en un 12 por ciento respecto al mínimo histórico que alcanzó el año anterior, según han indicado la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que señalan que el incremento se debe a las mejoras en la seguridad, la apertura de rutas que facilitan el acceso a suministros y el aumento de las lluvias.

La última misión de evaluación de cultivos y seguridad alimentaria (CFSAM) de Naciones Unidas ha estimado que la producción total de trigo de 2017 será de 1,8 millones de toneladas, una cifra inferior al promedio de los diez años previos al conflicto, cerca de los 4 millones de toneladas anuales, pero superior a la de 2016, con 1,3 millones.

"A pesar de los grandes retos a los que se enfrenta la agricultura, sigue proveyendo de alimentos al país. Con los progresos en la seguridad se espera que más agricultores tengan acceso a cultivar sus propias tierras de nuevo", ha declarado el representante en funciones de la FAO en Siria, Adam Yao.

El descenso de la violencia en muchas zonas del país ha mejorado el acceso de las organizaciones humanitarias a zonas más afectadas por el conflicto. El informe estima que 6,9 millones de sirios sufren inseguridad alimentaria, mientras que 5,6 millones de personas correrían el mismo riesgo si dejasen de obtener asistencia alimentaria cada mes.

Sin embargo, la asistencia sigue siendo muy limitada en Deir Ezzor, donde la única manera de repartir suministros es a través del aire, y Raqqa, donde continúa la ofensiva contra Estado Islámico. En Raqqa el precio de la bolsa de la compra estándar ha aumentado en un 42 por ciento entre desde el comienzo de la ofensiva.

LAS LLUVIAS MEJORAN LA SITUACIÓN

El conflicto y la sequía provocaron la peor cosecha en 27 años en 2016. El aumento de las lluvias en la cuenca del río Eúfrates ha sido uno de los motivos principales que ha propiciado una mejor cosecha de trigo y cebada en Siria. Los obstáculos siguen siendo el alto coste y la escasez de semillas y fertilizantes y la destrucción de la infraestructura para riego y almacenamiento.

El sector ganadero también se ve beneficiado por las lluvia al abaratarse la compra del alimento para los animales. Las principales limitaciones siguen siendo la cobertura insuficiente de los servicios veterinarios y la inseguridad en algunas zonas de pastoreo del país.

Las mejoras en seguridad y la apertura de rutas de suministro han permitido la recuperación del comercio en zonas como la parte oriental de Alepo. Los precios de los alimentos en todo el país siguen rozando máximos históricos, con la excepción de las provincias de Deir Ezzor, Al Hasaka y las zonas rurales de Damasco.

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