Después de varios meses operando bajo los parámetros de la 'nueva normalidad' e incrementando progresivamente el trabajo presencial, la Seguridad Social ha vuelto a habilitar de forma general la posibilidad del 'teletrabajo' para hasta una tercera parte de las plantillas tanto del Instituto Nacional de Seguridad Social como de la Tesorería General como medida de prevención a la vista del incremento de la incidencia de los contagios por Covid en España en las últimas semanas. La medida entró en vigor este mismo lunes en las provincias en las que se registren más de 500 contagios por cada 100.000 habitantes y el Ministerio ya ha comenzado a disponer las soluciones tecnológicas para volver a reimplantar el teletrabajo.
La medida venía siendo reivindicada desde hace días por los principales sindicatos del sector público ante el descontrol del virus en numerosas provincias españolas para evitar contagios entre el personal en un momento crítico, en el que la carga de trabajo por las nuevas prestaciones instauradas por el Gobierno para atenuar las consecuencias de la pandemia continúa a un nivel elevado por su prórroga hasta el fin del estado de alarma. Las plataformas entendían que la situación ha desbordado el protocolo de prevención establecido para la 'nueva normalidad', todavía vigente, y reclamaban medidas más decididas.
El plan de contingencia dispuesto desde el Ministerio para los dos organismos - en los que trabajan más de 20.000 trabajadores - subraya que se trata de "un modelo de trabajo provisional" y "creado por razones de urgencia", y cuyo objetivo es "la reducción de la movilidad de los empleados y de los ciudadanos, evitando desplazamientos no imprescindibles". El plan se basa en tres ejes: la reinstauración de los turnos de trabajo no presencial en los departamentos en que esto sea posible, la concentración de la jornada laboral y la adopción de medidas extraordinarias de prevención.
El sistema de turnos se implantará exclusivamente en los centros ubicados en provincias con niveles de incidencia de altísimo riesgo y sólo cuando así lo estimen los responsables de los centros, lo que ha generado críticas entre los sindicatos que pretendían una aplicación generalizada. El argumento de Seguridad Social es que son éstos los que tienen "un conocimiento más cercano de la situación, de las necesidades de movilidad y de las tareas esenciales como servicio público" y que por tanto deben ser ellos los que modulen la aplicación de esos turnos, que eso sí una vez instaurados se prolongarán durante dos semanas y en todo caso hasta una semana después de que el nivel de incidencia baje del umbral de alto riesgo.
El esquema preventivo de trabajo que instaurará Seguridad Social reducirá la jornada de trabajo presencial de referencia de 9.00 a 14.30, con flexibilidad de entrada (7.30-9.00) y de salida (14.30-15.30) para evitar aglomeraciones, pudiendo completarla en el domicilio. En el caso de no poder hacerlos, los trabajadores del INSS y la TGSS también podrán concentrar la jornada presencial entre las 7.30 y las 15.30. Eso sí, los trabajadores que se acojan al trabajo presencial no entrarán en el sistema de turnos, que permite trabajar una semana entera desde el domicilio, según el protocolo diseñado la pasada semana por Seguridad Social y que ha empezado a aplicarse este lunes.
Las nuevas medidas instauradas por Seguridad Social también afectarán a las oficinas de atención al público, en las que se prestará atención individualizada, no se permitirán los acompañantes salvo en casos muy excepcionales y se volverán a regular los flujos de entrada para evitar que se exceda el aforo de seguridad de las oficinas.
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