Semana decisiva para nuestra historia reciente

  • Los presupuestos más austeros de la democracia, la huelga más temprana que ha tenido un Gobierno en España -sólo 103 días después de tomar posesión- y la ampliación del fondo de rescate europeo, han conformado una intensa semana en la que, además, ha habido una cascada de indicadores que no invitan al optimismo.

Pedro Vega

Madrid, 31 mar.- Los presupuestos más austeros de la democracia, la huelga más temprana que ha tenido un Gobierno en España -sólo 103 días después de tomar posesión- y la ampliación del fondo de rescate europeo, han conformado una intensa semana en la que, además, ha habido una cascada de indicadores que no invitan al optimismo.

También han resucitado las dudas sobre la capacidad de España de cumplir con el objetivo del 5,3 % del déficit y de los efectos que pueden tener las políticas de recortes en una economía que se contrae.

La propia Angela Merkel ha salido en defensa de la capacidad de España para reducir el déficit y cumplir sus compromisos presupuestarios, después de que los ministros sueco y francés de Finanzas, Anders Borg y Francois Baroin, respectivamente, expresaran su confianza en el Gobierno de Rajoy.

El primer banquero de la Unión, Emilio Botín, también ha combatido las opiniones negativas sobre España y ha defendido las reformas del Gobierno que, -dice-, están sentando las bases para una pronta recuperación.

El Congreso de los Diputados recibirá el martes el Proyecto de Ley de Presupuestos, los más restrictivos que se conocen, con un recorte del gasto de 27.300 millones de euros y una reducción del 17 % en el gasto de los ministerios.

El texto contempla también una amnistía fiscal parcial a cambio de un gravamen del 10 % para las personas físicas y del 8 % para las jurídicas, con lo que el Gobierno espera aflorar 25.000 millones de euros en dinero negro que ingresarán a las arcas del Estado cerca de 2.500 millones.

La huelga general contra la Reforma Laboral, con datos como siempre contradictorios, no ha movido ni un ápice la determinación del Gobierno, una postura que los sindicatos amenazan con quebrar mediante movilizaciones sociales.

En Copenhague, el Eurogrupo acordar elevar el cortafuegos contra la especulación de las deudas soberanas hasta 700.000 millones de euros, después del tira y afloja entre Berlín y París, partidario de aumentarlo hasta un billón, frente a la prudencia germana y a la posición de Jean-Claude Juncker, el presidente del Eurogrupo, partidarios de no incrementar la cifra finalmente acordada.

Entre la cascada de datos, destaca la confirmación del Banco de España de que España ha entrado en recesión técnica en el primer trimestre, aunque no concretará la contracción del PIB hasta su próximo boletín.

El sector residencial sigue bajo mínimos y esta semana se conoció el dato definitivo de venta de viviendas en 2011, un 17 % menos que un año antes, mientras que la construcción de nuevas viviendas cayó un 18 % y la financiación un 45 %.

En enero, por otra parte, la firma de hipotecas se redujo un 41 % y acumula ya 21 meses consecutivos a la baja.

El viernes, el Consejo General del Poder Judicial, difundió el dato de desahucios en el pasado año, 58.241, un 22 % más que en 2010, la cifra más alta de la que se tiene registro, justo un día después de que el Congreso aprobara un decreto ley para atenuar el impacto social de los impagos hipotecarios.

Y más datos de la semana nada alentadores: el déficit del Estado superó los 26.600 millones, un 1,94 % del PIB; la banca Española redujo un 41 % sus beneficios por saneamientos y dotación a provisiones; las ventas al por menor descendieron en febrero un 3,4 % y el empleo en el sector un 1,1 %, y las matriculaciones de turismos cayeron en marzo un 6 % sobre el mismo mes de 2011.

Lo que no bajará será el precio de la energía. Las familias deberán pagar un 7 % más por la luz, un 5 % más por el gas natural, un 3 % más por el butano, con los precios de los carburantes en máximos históricos, 1,48 euros la "super".

Todo ello con una inflación a la baja, que el INE situó en el 1,9 % en marzo, una décima menos que en febrero.

En las bolsas pesaron las dudas sobre España y el IBEX fue el único indicador que saldo el trimestre con pérdidas, un 6,5 %, después de que en la última semana perdiera un 3,1 %.

El viernes finalmente se cerró con la integración de Banca Cívica y Caixabank que alumbrará a la primera entidad financiera por activos.

La próxima semana, semifestiva, estará marcada por el desempleo y afiliación a la Seguridad Social, y paro y ventas al por menor en la zona del euro, y por la reunión del BCE sobre política monetaria.

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