El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) llegó a registrar más de cuatro millones de trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en el pico de la pandemia, según consta en ficheros de seguimiento interno del organismo dependiente del Ministerio de Trabajo a los que ha tenido acceso La Información. En concreto, a día 20 de abril de 2020 se alcanzaron los 4.055.068 afectados. El dato no es baladí, pues contrasta con los balances oficiales trasladados por el Gobierno, que siempre ha sostenido que el máximo de trabajadores en ERTE en esta crisis ha sido de 3,4 millones. El caos que se produjo en el cruce de datos con las autoridades laborales de las comunidades autónomas y las lagunas en la normativa estadística para contabilizar a este colectivo están detrás del baile de cifras.
A simple vista, se produce un desfase de unos 600.000 afectados entre el dato oficial que el Ejecutivo comunicó el día 5 de mayo de 2020 (respecto a los datos de paro y afiliación de abril) y los registros que por entonces manejaba el SEPE a nivel interno. El día 15 de abril, esa diferencia cuantitativa se hizo evidente con apenas dos horas de diferencia: la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cifraba el número de afectados por ERTE en "más de tres millones de personas" en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Solo un par de horas después, el presidente Pedro Sánchez avanzaba una cifra redonda, más cercana a los 4 millones de afectados, al referirse a 3.889.000 trabajadores "beneficiados".
El dato que dio el presidente se aproximaba mucho más a la información que manejaban entonces en el SEPE, según se extrae ahora de los "documentos de trabajo y seguimiento con estimaciones del volumen de expedientes que se efectuaron en los primeros momentos de la pandemia, según iban enviando las comunidades autónomas", de acuerdo con las explicaciones que ofrece a este medio el Ministerio de Trabajo. Desde el departamento responsable del SEPE aseguran que estas cifras, que se iban actualizando con expedientes recibidos y resueltos, a día de hoy constituyen una "información parcial", ya que "la proyección estimada no llegó a cumplirse porque los mismos expedientes entraban por varias vías y, por tanto, el cómputo final terminó siendo menor" a esos cuatro millones.
En efecto, los datos de los ERTE han estado rodeados de ruido desde el estallido de la pandemia. El día 3 de abril la ministra de Trabajo y el de Seguridad Social, José Luis Escrivá, protagonizaban una controvertida rueda de prensa en la que Díaz, con datos del mes de marzo, elevaba a 620.000 los trabajadores en ERTE, tan solo una hora después de que el Ministerio de Inclusión informara de solo 258.645 afectados. A partir de entonces fue el departamento de Escrivá el encargado de dar las cifras mensuales de los ERTE, mientras Trabajo se limitó a informar de las prestaciones. En el mes de diciembre, la Seguridad Social aportó por primera vez una serie diaria, en la que se observa que la cifra real de ERTE en pleno confinamiento llegó a superar los 3,6 millones de personas, frente a esos 3,4 millones que se habían mantenido oficialmente hasta la fecha.
En cualquier caso, en pleno colapso administrativo, en el SEPE llegaron a entrar 533.264 expedientes de empresas que afectaban a 4.055.068 trabajadores. Así se recoge en estos ficheros internos no oficiales que después fueron revisados. Hay que recordar que los empleados afectados por estos ajustes temporales de plantilla no cuentan como parados, sino que siguen figurando como afiliados a la Seguridad Social. Además, hay que distinguir entre los ERTE que registra el SEPE a nivel nacional y los de las autoridades laborales autonómicas, que tardan un tiempo en comunicarlos. Con todo, a día 20 de abril de 2020 había 526.861 ERTE autonómicos registrados, que afectaban a 3.280.040 ocupados, y otros 6.403 de ámbito nacional, con 775.028 trabajadores afectados.
Aunque desde el Ministerio de Trabajo insisten en que estos datos constituyeron en su momento una "proyección estimativa" que no llegó a cumplirse y el cómputo final se quedó por debajo, lo cierto es que las cifras de los ERTE siguen siguen siendo objeto de importantes revisiones tras un año de pandemia. Recientemente, el ministro Escrivá publicaba en su cuenta de Twitter unos datos que distaban mucho de las cifras oficiales difundidas apenas dos semanas antes. El titular de la Seguridad Social cifraba los afectados por ERTE a cierre de este pasado mes de enero en 930.936 personas, frente a los 739.000 que se comunicó inicialmente. Además, adelantaba que el dato a 25 de febrero se situaba en 899.866 trabajadores.
A la espera del balance oficial que se publica este martes, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y para la Transición Digital, Nadia Calviño, adelantaba ayer que el monto de trabajadores cubiertos por ERTE se mantiene en el entorno de los 900.000 empleados. La responsable económica del Ejecutivo subrayaba en una entrevista en TVE que los meses de enero y febrero "están siendo malos en el ámbito laboral" y que la prioridad ahora mismo debe ser la de conseguir que las personas que han perdido su empleo vuelvan al mercado laboral y que los trabajadores en ERTE se reincorporen a sus puestos de trabajo o puedan recolocarse en otros empleos. Todo ello, sin concretar los instrumentos del nuevo paquete de ayudas directas de 11.000 millones de euros para las pymes y autónomos.
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