Entrevista a Íñigo Fernández de Mesa

"Será difícil que acordemos algo con este Gobierno. Necesitamos un socio fiable"

  • El vicepresidente de CEOE apunta contra Moncloa: "Esta crisis se crea porque un Decreto ha prohibido producir a gran parte de las empresas del país".
Fotografía Iñigo Fernández de Mesa / CEOE
Fotografía Iñigo Fernández de Mesa / CEOE

Íñigo Fernández de Mesa fue secretario de Estado de Economía y 'mano derecha' del entonces ministro del ramo Luis de Guindos en el Gobierno de Mariano Rajoy entre 2014 y 2016. Sonó como su relevo en 2018 cuando Guindos puso rumbo al BCE, aunque Rajoy acabaría nombrando a Román Escolano. Ahora es vicepresidente de CEOE, presidente del Instituto de Estudios Económicos-el laboratorio de ideas de la organización empresarial- y ejerce como una especie de 'ministro de Economía' de Antonio Garamendi. La Información charla con él horas después del terremoto causado por el acuerdo entre el Grupo Socialista, Unidas Podemos y Bildu para derogar de forma íntegra e inmediata la reforma laboral. CEOE acaba de anunciar que abandona el diálogo social.

¿Por qué les ha sentado tan mal el acuerdo parlamentario del Gobierno sobre la reforma laboral?

El Gobierno ha sido desleal con los empresarios. Ha anunciado una gran reforma de manera unilateral y de espaldas al diálogo social, no sólo de los empresarios sino también de los sindicatos, que tampoco sabían nada. Representamos a millones de empresarios y autónomos de este país y por el peso de ese mandato no podemos permitir que se acuerde una cosa con nosotros y a la semana siguiente se haga la contraria.

¿Había algún acuerdo para no derogar la reforma laboral?

No, pero sí para tratar todas estas cuestiones dentro del diálogo social.

¿Y es causa suficiente para abandonar el diálogo social en este contexto?

Hay un comunicado con Bildu, de Unidas Podemos y el PSOE -los partidos en el Gobierno- en el que se habla de una reforma íntegra y de tirar abajo entera la reforma de 2012. A espaldas del diálogo social ¿Se imagina que un Gobierno conservador de repente y sin consultar anunciara que va a implantar el despido libre? ¿Cuál habría sido la reacción de los sindicatos?

Derogar la reforma laboral formaba parte del acuerdo de Gobierno...

Siempre hemos defendido la reforma laboral. Creemos que le ha venido bien a la economía. Ahora con un crecimiento económico muy tenue se crea empleo, cuando antes era necesario que la economía creciera al menos un 2%. Pero en el contexto actual, donde vamos hacia una tasa de paro por encima del 20% según admite el propio Gobierno, abrir en canal la reforma del mercado de trabajo lo único que va a hacer es generar mucho más paro y muchas menos contrataciones. Es ir por la dirección inadecuada y, sobre todo, hacerlo al margen del diálogo social.

¿Y salirse del diálogo social ahora no va a dejar sin amparo a muchas empresas que esperan que se defiendan sus intereses en asuntos críticos como la prórroga de los ERTE más allá del 30 de junio?

No vamos a renunciar a defender los intereses de las empresas. CEOE siempre ha demostrado ser constructiva. Vamos a seguir diciendo lo que creemos que es bueno para el tejido empresarial en cada caso. De ahí a tener un diálogo fluido con el Gobierno...Va a ser difícil que lleguemos a grandes acuerdos con este Gobierno. Necesitamos un 'partner' fiable. El que ha roto los puentes con el diálogo social con un decisión unilateral ha sido el Gobierno. La responsabilidad es suya, no de los empresarios.

"Abrir en canal ahora la reforma del mercado laboral solo va a conseguir dos cosas: reducir la contratación y crear más paro"

Fernández de Mesa CEOE
Íñigo Fernández de MesaVicepresidente de CEOE 

¿Qué tiene que pasar para que se restablezca esa confianza?

Cuando se produce una situación de este tipo rehacer puentes no es fácil, llevará su tiempo y harán falta muchas señales muy consistentes. Hasta ahora el Gobierno no nos ha explicado nada y lo que vemos es que hay mensajes contradictorios según el miembro del Gobierno que hable. En una negociación es clave que la contraparte inspire confianza y que no diga una cosa un día y la contraria al día siguiente. La credibilidad es un valor importante y este ruido no ayuda a la credibilidad de España, transmite la sensación de falta de rumbo. A las empresas no les gusta la incertidumbre y a la inversión extranjera tampoco. El Gobierno es quién debe restablecer los puentes y debe hacerlo desde una base seria.

En cuanto a la reacción del Gobierno frente a la crisis ¿se han sentido escuchados por el Gobierno en esta crisis?

Se han aprobado medidas como la línea de avales del ICO que se han puesto en marcha de acuerdo con nosotros y que creemos que han funcionado y han sido claves para evitar la destrucción de tejido productivo, pero para ser justo hay otros muchos temas en los que no nos han escuchado como la moratoria fiscal o la paralización forzosa de la actividad a finales de marzo. Otros países han hecho mucho más por sus empresas que este Gobierno.

¿Qué aspectos se podrían haber mejorado?

Al final esta es una crisis que se genera porque por Real Decreto Ley a una gran parte del tejido productivo español se le ha prohibido producir. La vuelta a la normalidad no se va a dar de la noche a la mañana. Primero, porque como dice Ferrán Adriá lo importante no es reabrir sino llenar. Hay que abrir, que en muchos lugares aún no se ha abierto y se va a ir haciendo de forma progresiva...veremos si para el mes de julio y, además con protocolos que también van a aumentar mucho el coste para las empresas. Y una vez que al fin tengan la libertad -remarca la palabra 'libertad'- de que la ley les permita producir a pleno rendimiento, sin ninguna limitación, hay que llenar y esta sucesión requiere que haya flexibilidad para que las empresas puedan ir adaptándose. Nos hubiera gustado una flexibilidad mucho mayor hasta ahora, como ya dijimos cuando se pactó la prórroga de los ERTE. Habría sido buena para el país, para las empresas y para el empleo.

Se está haciendo un importante esfuerzo fiscal, ¿será suficiente?

Este año el déficit público se va a disparar. Lo va a hacer mucho más de lo que dice el Gobierno (10,34% del PIB) porque nadie se cree que los ingresos sólo vayan a caer un 5% cuando con una caída del PIB mucho menor se desplomaron un 30% en 2012. Los mercados y los socios europeos lo van a entender porque se trata de una situación excepcional y sin este desembolso habría una crisis social sin precedentes. Lo importante es que ese esfuerzo sea temporal. Ni España ni ningún otro país tiene capacidad para vivir subvencionado y garantizar una renta a 20 millones de personas. Hay que hacer un plan serio para que la gente que está desempleada o está en los ERTE se ponga a trabajar lo antes posible y se relance la economía. Si el Gobierno toma medidas como derogar la reforma laboral y la economía no crece entraremos en un círculo vicioso con más morosidad, más desempleo y la presión sobre las finanzas públicas será insoportable.

¿Serán suficientes los 100.000 millones del ICO para garantizar la liquidez del tejido empresarial?

No lo sé. Lo que tengo claro es que si hiciera falta más, es el dinero mejor invertido para el Estado porque se trata de préstamos que si están bien dados se devolverán, que no tendrán impacto en el déficit público y que están impidiendo la ruptura del tejido productivo, y de paso la disminución de ingresos para la Hacienda Pública. Las líneas del ICO no son una ayuda, no son un gasto como los ERTE o el Ingreso Mínimo Vital, son una inversión que se recuperará conforme las empresas vayan devolviendo sus préstamos y si se han hecho bien hasta generarán ingresos para el Estado.

El Congreso ya ha iniciado los trabajos de la denominada 'fase de reconstrucción' de la economía. ¿Qué esperan de este proceso?

La prioridad debe ser preservar el tejido productivo y adoptar medidas que garanticen la liquidez de las empresas. No se debe olvidar que hemos llegado aquí por una real decreto sanitario que ha impedido a las empresas producir y que les ha generado un problema de liquidez. Las empresas viven al día y financian los gastos con sus ventas. Si durante dos meses tus ventas se caen a cero eso genera, lógicamente, problemas de liquidez y éstos se pueden resolver sea por la vía del ICO, por la vía de una moratoria fiscal o por la vía de los ERTE...Esas tres vías hay que prorrogarlas y reforzarlas para evitar la quiebra del mayor número de empresas posible. Hay sectores que necesitarán apoyo durante más tiempo como el turístico, el del automóvil o el del transporte. Ese dinero estará bien invertido porque impedirá que se dispare el gasto por desempleo y además se recuperará después vía impuestos. Y, por supuesto, lo que no se debe hacer en ningún caso es subir los impuestos. Subir los impuestos a las empresas en una recesión económica es garantía de que la recuperación será más lenta.

¿Y qué esperan de Europa? El Gobierno parece estar jugando fuerte en Bruselas para reducir la factura de la crisis...

Europa ya está haciendo mucho por España. La acción del BCE permite que la prima de riesgo esté muy baja en España y el Tesoro se financie barato pese a tener un desequilibrio fiscal muy relevante. Eso ocurre porque estamos teniendo apoyo europeo. Luego está el  dinero del MEDE, del BEI, de la iniciativa SURE...(cobertura europeo al gasto de los países en figuras similares al ERTE que impidan los despidos). Lo que es muy importante es que ese tiempo que nos está dejando ganar la Unión Europea no lo desperdiciemos. Europa nos va a permitir evitar un drama social a corto plazo, pero luego nos va a tocar hacer los deberes.

Sobre el rescate: "Si se toman medidas adecuadas saldremos por nuestros propios medios; si no, necesitaremos ayuda"

Fotografía de Íñigo Fernández de Mesa / EP
Íñigo Fernández de MesaVicepresidente de CEOE

¿Tendrá España que pedir el rescate del MEDE para salir de ésta?

Si España toma las medidas adecuadas no hará falta ningún tipo de ayuda externa y nos saldremos por nuestros propios medios; si las medidas no son las correctas y la economía española entra en barrena nos tendrán que ayudar.

¿Van a bajar los salarios las empresas para sortear la crisis?

En los sectores donde aumente la productividad habrá margen para subir salarios y en los que no lo haga habrá menos margen. Hay que mantener la competitividad. Lo que decimos es que en un contexto de elevado desempleo hay que ser muy prudente con la política salarial. También decimos que las empresas deben tener la flexibilidad suficiente para habilitar una organización flexible de las jornadas de trabajo y de la organización interna porque estamos en un contexto excepcional.

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