Los empleados de la banca nacionalizada convocados a una huelga el miércoles

Madrid, 3 feb.- Los empleados de Bankia, Banco de Valencia y NGC, bancos nacionalizados, retoman este lunes las protestas con paros parciales de una hora, que culminarán el miércoles con primera huelga en el sector desde la década de 1990.

Estas movilizaciones, que arrancaron el pasado 23 de enero con manifestaciones en varias ciudades españolas, rechazan los ajustes de empleo exigidos por Bruselas para reestructurar estas entidades, que según los sindicatos podrían suponer el despido de 20.000 trabajadores.

Así, los sindicatos presentes en Bankia, Banco de Valencia y NGC (UGT, Comfia-CCOO, CIGA, CSICA, CGT y la Confederación de Cuadros) han convocado a los empleados de estas entidades a celebrar paros parciales de una hora, entre las 11.00 horas y las 12.00 horas el lunes y el martes.

Las protestas culminarán el miércoles con una jornada de huelga convocada de forma conjunta por todos los sindicatos de las tres entidades y que supone la primera movilización de este tipo desde hace dos décadas.

Durante la presentación del calendario de protestas, el secretario general de Comfia-CCOO, José María Martínez, defendió que no había "quedado otro remedio" que convocar porque las entidades "no están haciendo ningún intento" para llegar a acuerdos en la negociación de los expedientes de regulación de empleo presentados.

En su opinión, el ajuste de empleo planteado pone en riesgo la viabilidad de las entidades, lo que podría incrementar el coste de la reestructuración bancaria, algo que la ciudadanía "no va a soportar".

Por su parte, el secretario general de la Federación de Servicios de UGT, José Miguel Villa, coincidió en que las entidades no han mostrado "buena fe negociadora", por lo que "hay sobradamente razones" para ir a la huelga.

Añadió que Bankia, Banco de Valencia y NGC han colocado a los sindicatos "entre la espada y la pared" y advirtió que, si finalmente deciden aprobar los ajustes sin acuerdo, demostrarán "su falta de responsabilidad y su falta de intención negociadora".