Los VIP cazados en Bankia enterraron al menos 600 millones en la salida a bolsa

    • Los 350.00 afectados tienen el camino expedito para presentar una lluvia de reclamaciones con el objetivo de recuperar su dinero.
    • Salvo BBVA, bancos, aseguradoras y grandes empresas y fortunas acudieron a la llamada del Gobierno para salvar la operación.

La salida a Bolsa de Bankia cazó a miles de inversores.
La salida a Bolsa de Bankia cazó a miles de inversores.

Los despachos de abogados trabajan a destajo para preparar la que en el ámbito económico va a ser una de las mayores batallas judiciales de la historia: la reparación de los daños por la salida a bolsa de Bankia en julio de 2011. Tras el demoledor informe pericial solicitado por la Audiencia Nacional que se hizo público la semana pasada, los afectados en la oferta pública de venta (OPV) por valor de algo más de 3.000 millones de euros tienen el camino expedito para presentar una lluvia de reclamaciones con el objetivo de recuperar su dinero.

Entre los 350.000 afectados (la mayoría de ellos clientes del banco, muchos de ellos jubilados, y también muchos empleados) se encuentran algunos de los grandes nombres del gotha financiero y empresarial español. Todos ellos acudieron a la llamada de la ministra de Economía, Elena Salgado, que calificó la salida a bolsa de Bankia como "una cuestión de Estado" capaz de recuperar la por entonces muy maltrecha credibilidad del sector financiero español.

Si todos o una parte de estos accionistas de alto nivel pasaran a la acción para reclamar públicamente las cuantiosas pérdidas acumuladas el proceso ganaría mucha fuerza. "La batalla judicial tendría mucho más morbo con los grandes nombres de la economía remando en la misma dirección", señalan fuentes financieras.

Sin embargo, sí ha habido movimiento en otras entidades nacionalizadas. Un juzgado de A Coruña acaba de condenar a NCG (la entidad resultante de la fusión de las cajas gallegas) a devolver 8,5 millones de euros al ex dueño de Fadesa, Manuel Jove, y a otros cuatro inversores. La entidad habría actuado de mala fe ocultando información a los inversores que fueron llamados a filas para salvar la entidad. Un modus operandi muy similar al de Bankia, que según el informe pericial maquilló la información financiera para dar el salto al parqué.Inversiones ruinosas

Los VIP españoles enterraron varias decenas de millones de euros en una operación sencillamente ruinosa. El último en salir fue La Caixa. El grupo catalán vendió en el verano de 2012 –un año después de la salida a bolsa- su participación a un precio de alrededor de 1 euro por acción, frente a los 3,75 euros a los que Bankia fue vendida a los inversores. Una operación ruinosa, porque el banco presidido por Isidro Fainé habría contribuido a la salida a bolsa con una inversión de alrededor de 100 millones de euros.

La de La Caixa –que perdió alrededor de 80 millones de euros- fue una de las inversiones más potentes entre los grandes conglomerados españoles. Pero no la mayor. La aseguradora Mapfre invirtió 160 millones de euros en la OPV. La compañía, socio de Bankia (Caja Madrid tenía el 15% de su capital), fue clave para asegurar el éxito de la salida a bolsa ya que se quedó con algo más del 4% del capital.

Mapfre vendió a primeros de 2013, justo antes de que el proceso de recapitalización del grupo y la ampliación de capital que dio entrada al Estado en el capital de Bankia redujera el valor del banco a la mínima expresión. La aseguradora dejó el barco con unas pérdidas de alrededor del 80%. Otra aseguradora como Mutua Madrileña también perdió dinero en la operación.

Y otra entidad financiera, Banco Sabadell, invirtió otros 50 millones, pero salió del capital antes que nadie y minimizó los números rojos. Banco Santander y Banco Popular también participaron en la oferta. En conjunto, los bancos compraron acciones por valor de unos 400 millones de euros, mientras que las aseguradoras emplearon cerca de 200 millones.

Fuera del negocio financiero, la lista de damnificados es amplísima. Grandes fortunas como Juan Abelló, Manuel Jove o Alicia Koplowitz, empresarios dueños de empresas del Ibex como Juan Miguel Villar Mir (presidente de OHL) o gigantes cotizados como Iberdrola (aportó 20 millones de euros) y no cotizados como El Corte Inglés acudieron a la llamada del Gobierno y de Rodrigo Rato. Sólo una entre las torres más altas del sistema financiero español, BBVA, soportó las presiones y mantuvo hasta el final su negativa a participar en la oferta.


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