Rubalcaba denuncia que europa avanza “a ritmo caribeño, muy despacio” contra la crisis económica


El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, denunció este martes que la Unión Europea avanza “a ritmo caribeño, muy despacio” que resulta “incompatible” con la lucha efectiva frente a una crisis económica que empeora “muy deprisa”, y la prueba es el último Consejo, cuyos resultados juzgó “tímidos”.
Rubalcaba expuso la posición del PSOE en la comparecencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para explicar los últimos consejos europeos, el extraordinario de noviembre para analizar los presupuestos comunitarios, y el ordinario de diciembre para cerrar los avances en la unión bancaria.
Sobre el primero de ellos, reiteró que los socialdemócratas defendían un crecimiento del marco financiero, de acuerdo con el Parlamento Europeo, o al menos la congelación que proponía la Comisión, pero lo que se está debatiendo es un “recorte sustantivo” que afectará a los países, como España, que necesitan “que alguien tire de su economía”.
En contra de la tesis del presidente, aseguró que España perderá unos 15.000 millones de euros, y recuperó una frase que Rajoy dijo al antonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, para exhortarle a “pelear sin descanso y buscar el dinero debajo de las piedras”.
Sobre el segundo Consejo, su valoración fue “más modesta” que la de Rajoy porque el avance en la unión bancaria es “lento, tímido” y además con muchas incógnitas que están sin resolver.
Argumentó que quedan fuera las cajas alemanas, y juzgó “discutible, por lo decir falso” el argumento de que el BCE no puede supervisar tantas entidades. Cree además “rotundamente falso” que esas cajas no tengan riesgo “sistémico”, y compartió con ironía el argumento de que “se pueden arreglar solas” teniendo en cuenta que se están financiando al 1% “y los de al lado al 5,5%”.
Rubalcaba alertó de que es necesario un marco regulatorio común que no hay y que “no parece que lo vaya a haber en bastante tiempo”, y tampoco hay mecanismo ni fondo de resolución común, lo cual supondrá en la práctica que las decisiones del BCE, por ejemplo de cerrar una entidad, la pagarán los ciudadanos de ese país.
CESIÓN DE SOBERANÍA
Denunció además que lo aprobado no es “solidaridad, es otra cosa”, y en todo caso diferente a la propuesta de Herman Van Rompuy, porque suena a “Europa nos pide una reforma de pensiones y a cambio nos da un poco de dinero”.
Hay que explicar, dijo, la competencia de la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados o del Pacto de Toledo, porque en cada reunión del Consejo se cede soberanía pero sin que los ciudadanos y sus representantes sepan “a quién se la cedemos, quién le nombra, a quién responde”.
Precisó que no le parece mal esa cesión de soberanía, “pero para todo”, avanzando simultáneamente en la unión bancaria, fiscal, presupuestaria, pero también en la política y en la social, cediendo soberanía pero sin que “alguien que no sabemos quién es decida sobre las pensiones o el marco laboral”.
Rubalcaba apuntó además cuestiones de política nacional “que no me resisto a sacar”, como el impuesto a la banca aprobado por el Gobierno para evitar que lo recauden las comunidades autónomas pero que al ser a tipo cero obligará a compensar a esos territorios con fondos públicos que saldrán de todos los ciudadanos. “Eso no puede ser”, sentenció.
Emplazó además al Gobierno a requerir de la Comisión Europeos que acelere los convenios internacionales para luchar contra los paraísos fiscales en territorio europeo, y aprovechó para exigir al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que aclare si firmará el “acuerdo Rubik” con Suiza.
Eso implicaría, precisó, “que los suizos dan un poco de dinero a España a cambio de que nos olvidemos de las cuentas opacas” de españoles en ese país. El ministro negó desde su escaño y el líder socialista lo celebró, le tomó la palabra, y le instó a desvelar si los defraudadores amnistiados han pagado el 10% de los fondos o apenas el 1% como dicen algunos despachos de asesores.
Rubalcaba sufrió un “lapsus freudiano”, según sus propias palabras, al decir que la derecha europea ha querido “enterrar a Merkel” cuando en realidad se refería a Keynes, y emplazó de nuevo a los conservadores a mirar a la Reserva Federal de Estados Unidos, que ha puesto la política monetaria “al servicio del crecimiento y el empleo” sin dejar de luchar contra el déficit.
“Cuánto sufrimiento más tienen que padecer los españoles para que ustedes, los conservadores españoles y europeos, cambien en España y en Europa una política económica nefasta”, se preguntó. “Cuanto antes lo hagan será mejor para todos”, concluyó.

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