Seúl y Washington aumentan vigilancia ante lanzamiento de cohete norcoreano

  • Corea del Sur y Estados Unidos han incrementado su vigilancia ante los preparativos de Corea del Norte para el lanzamiento, este mes, de un cohete de largo alcance, según informó hoy la agencia Yonhap.

Seúl, 3 dic.- Corea del Sur y Estados Unidos han incrementado su vigilancia ante los preparativos de Corea del Norte para el lanzamiento, este mes, de un cohete de largo alcance, según informó hoy la agencia Yonhap.

Tanto Seúl como Washington han desplegado satélites y aviones espía para supervisar la base norcoreana de Dongchang-ri, desde donde el régimen comunista tiene previsto lanzar el cohete entre el 10 y el 22 de diciembre, explicó una fuente militar surcoreana a Yonhap.

"Las fuerzas de Corea del Sur y EE.UU. utilizarán al máximo sus recursos de Inteligencia hasta que el Ejército de Corea del Norte lance el cohete de largo alcance", señaló el oficial, que quiso permanecer en el anonimato.

EE.UU. ha desplegado aviones de vigilancia Cobra Ball, utilizados para detectar las trayectorias de misiles balísticos de alto rango, en una de sus bases en el archipiélago nipón de Okinawa.

También Japón ha puesto en marcha preparativos para una eventual interceptación del cohete en caso de amenaza a su territorio, lo que implica que se desplegarán sistemas de misiles Patriot Advanced Capability-3 en Okinawa y en la zona metropolitana de Tokio.

Este tipo de medidas ya se adoptaron el pasado abril, cuando Corea del Norte efectuó un lanzamiento similar que terminó en fracaso al estallar el cohete, que supuestamente portaba un satélite, poco después del despegue.

El pasado sábado, Corea del Norte anunció que los científicos y técnicos analizaron los errores cometidos durante aquel lanzamiento y han mejorado la fiabilidad y precisión del satélite y el cohete portador.

Por eso, se intentará un nuevo lanzamiento con el objetivo "pacífico", según Pyongyang, de poner en órbita una nueva versión del satélite de observación Kwangmyongsong-3.

Buena parte de la comunidad internacional considera que la operación esconde en realidad una prueba balística, ya que el cohete emplea una versión mejorada del sistema de propulsión del misil Taepodong-2, lo que violaría dos resoluciones de la ONU.

Éste será el segundo lanzamiento de un cohete de largo alcance bajo el liderazgo del joven Kim Jong-un, que asumió el poder tras la muerte de su padre, Kim Jong-il, el 17 de diciembre.

Corea del Sur cree que el país comunista ya ha empezado a conmemorar el primer aniversario del fallecimiento con un periodo de condolencias, y los expertos no descartan que el lanzamiento del cohete se haya programado para coincidir con estas fechas.

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